Capítulo 1

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Bienvenidos a mi mundo, uno que cree a base de pensamientos, donde podía pasar todo y a la vez nada, siempre me hizo feliz en hecho de pensar que en ese mundo no había dolor, ni para mí, ni para nadie.

Me gustaría traer ese mundo a la realidad, si puediera hacerlo la vida sería más fácil para todos, me gustaría traer el mundo de regreso, pero no puedo, y ojalá pudiera cambiar algo de mi historia. Esa que escribí con mis acciones.

Más yo mismo decidí escribirla de esta forma, y ahora no puedo cambiarla, me es imposible mover algo de lo que ya fue escrito en el papel de mi mente y con la tinta de mi corazón, ahora solo quiero ser libre de estos recuerdos, si tan solo hubiera hecho las cosas de forma diferente, todo sería mejor.

Me gustaría pedirle perdón, pero ¿Cómo sé le pide perdón a un muerto? Dudo mucho que llegue a averiguarlo, y dudo mucho llegar a decir cuánto lo siento, porque de todas formas el ya está muerto, y yo sigo aquí, sufriendo.

Ahora solo pido salir de aquí, e irme tan lejos, lo más que pueda, pero no sirve de nada, porque los recuerdos seguirán presentes en mi memoria, en mi corazón.

...

Tal y como cualquier día, desperté, no me sentía tan bien, más hoy era el primer día en mi nuevo instituto, y debia asistir, no quería ni imaginar cómo sería ir allí, puesto que no conocía a nadie de Madrid, ciudad a la cual mis padres me llevaron y donde ahora haríamos esta nueva vida, pensaba en qué tal vez podría hacer algún amigo.

La vida me golpeó bajo al traerme aquí, aunque aún ni en mi anterior ciudad tenía amigos ¿Realmente los necesito? Era posible que si, y a la vez tan improbable.

Finalmente decidí levantarme, no podía seguir perdiendo el tiempo pensando en cosas irrelevantes para mí, odiaba el hecho de tener que levantarme tan temprano ¿Por qué? Simple, me quedé jugando videojuegos hasta muy altas horas de la noche, pero seamos honestos, no soy el único que hace ese tipo de cosas.

Me aliste como pude, la verdad me daba igual, tal vez porque en ese momento me encontraba más dormido que despierto, o tal vez porque simplemente no me importaba realmente, para mí, mi forma de vestir es irrelevante.

Baje con toda la tranquilidad del mundo, no me preocupaba, según yo era algo temprano, fui a la cocina y rápidamente prepare unos huevos y tostadas, no tenía muchas ganas de comer en realidad, pero debía hacerlo si no quería llegar a desmayarme en mi primer día en este nuevo instituto.

Me senté en la mesa, seguramente mis padres ya se habrán ido a al trabajo, y estaba solo en casa, aunque bueno, no veía nada raro a estar solo en casa, al fin y al cabo podría decirse que era mi vida normal, terminé de comerme mi desayuno y lleve el plato de vuelta a la cocina, fregandolo y poniéndolo en su lugar de nuevo.

Subí nuevamente a buscar mi mochila, tome algunas cosas, mi celular, y baje, esta vez tomando la llaves y salí de casa, las calles eran bonitas, me gustaba la ciudad pero siendo honesto preferiría mil veces estar en un campo, o que al menos hubiesen más zonas verdes en esta ciudad.

La verdad estaba tan distraído pensado en otras cosas que un auto casi me deja arrollado, me asusté un poco pero no fue mi culpa, el semáforo de peatones estaba en verde, el conductor fue el que se tomó el atrevimiento de pasar la calle sin respetar.

Siguio su camino normalmente luego de ese casi accidente, no tenía muchas ganas de llegar a su nuevo colegio en realidad, preferiría haberse quedado durmiendo.

Al entrar pudo ver un pequeño mapa de guía, la dirección estaba a mano derecha y justo al lado estaba secretaria, ahí debía ir a recoger su horario y ver si casillero. Emprendió el rumbo a ese lugar, recibiendo la mirada de varios estudiantes, al parecer era raro ver a alguien llegar a casi mitades de año, lo más probable es que le tocase hacer todas las actividades que no había hecho.

Dos Palabras, Un DisparoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora