Los Mackenzie familia numerosa y esparcida pero cariñosa y unida, habían decidido buscar una nueva vida y teniendo esto en mente emigraron hacía E.U país de grandes oportunidades, ¿pero que haría una familia humilde en un país tan grande y complejo? . Esta interrogante sería respondida con el paso de los días al conocer Quiettown, un pueblucho alejado pero tranquilo y hermoso.Sus praderas y sembradíos alegraban la vista a cualquier conductor que por allí pasase era simplemente maravilloso , los oriundos de allí querían a la tierra y al lugar más que a Dios mismo tenían un alto sentido de patriotismo y amor a ese lugar llamado hogar , cegados y enmudecidos por tales cosas los Mackenzie decidieron quedarse allí e iniciar una nueva vida que diera gusto vivir. La familia ya se había instalado en el lugar y eran parte de el, se sentían tan cómodos que pareciera que siempre habían vivido allí , pero el único que siempre tenía problemas para adaptarse donde quiera que fuera era Dreyfus Mackenzie conocido cariñosamente por sus familiares y amigos como Drey , este muchacho solo tenía 17 años y ya había sufrido las consecuencias de la vida , tenía problemas con la autoridad decía que solo seguía órdenes de si mismo y sus padres claro esta, pero esta rebeldía era muy común en su edad y por si fuera poco era de tener muy mala suerte el campeón , tenía peleas muy a menudo no le gustaba que le mirasen mal, ¿a quien no?,pero a base de esto aprendió a ser fuerte aunque pareciera de aspecto débil no se dejaba intimidar por nadie y eso era lo que lo hacía sobresalir .Por si fuera poco era bastante bueno en los estudios, no la gran cosa solo lo necesario pero no quitaba que fuese bueno.Tenía buena labia, sabía que decirle a una chica para que saliera con el, muy astuto el chico. Faltando 3 días para comenzar las clases con tanto para hacer y que conocer, las vacaciones se habían ido en un abrir y cerrar de ojos como si de un estornudo se tratase pero no intimidaba a Drey el tenía claro todo lo que tenía que hacer, entrar a la escuela, estudiar y llegar a la Universidad ese era su gran objetivo pero quien sabe lo que ocurriría en el camino la vida es incierta y el y la mala suerte de compañera le hacían la vida un poco más de temer pero aún así se sentía optimista, presentía que era el inicio de algo grande y así sería con el pasar de los días.
Era el Primer día y empezó todo a salir mal la alarma sonaba que se quería romper era demasiado tarde y había que correr.
-Se hace tarde!! -la madre de Dreyfus gritaba eufórica.
Drey corría escaleras abajo con la ropa algo mal puesta el pelo sin arreglar y esa cara de zombie que se te queda , estaba hecho un desastre pero aún así llegaría a la escuela ,el autobús ya se había marchado solo quedaba el simple rastro de las gomas marcadas que parecían decirle LLEGAS TARDE.Mirando hacia un lado y hacia el otro en un momento de magia de la nada vio la bici del vecino tirada en la acera
-Me la llevo prestada -dijo para si mismo.
Agarrando la bicicleta como alma que lleva el diablo ,voló en dirección a la escuela , llegó sudado y además de eso se olvidó del desodorante.Su vida en ese momento estaba siendo un mal chiste pero aún así llegó faltando dos minutos.El timbre sonó y todo comenzó ,entrando al aula el profesor lo presentó. -Chicos, él es Dreyfus Mackenzie, se a mudado nuevo al pueblo y va a estar acompañandonos en esta aventura que es la escuela, conózcanlo y llevaos bien con él -decía el anciano sabio.
La gente lo observaba como si algo fuera del planeta hubiese ido a estudiar ese día.
-Que es ese olor -murmuraban algunos.
Solo el sabía que era él "olor" y era insoportable quitándole importancia al asunto siguió con su vida, al salir al baño por dos segundos se encontró con los típicos matones de pasillo que sin comerla ni beberla la tomaron con el , pero lo que ellos no sabían era que estaba acostumbrado a lidiar con personas de su calaña no llevaba ni 1 hora siendo alumno del Quiet High School y ya se veía involucrado en una pelea innecesaria,volaron puñetazos y patadas y parecía una película de acción aquella situación , por suerte para el sonó el timbre cortando el momento y todos los alumnos salieron de dichas aulas.
-Salvado por la campana -pensó.
Lo que no sabía era que lo que el veía como una salvación le iba a ensuciar más el día.
-Hora de educación física, ¿que me deparará el destino esta vez? -dijo para si mismo a modo de burla.
Pasado un buen rato acaba el turno de educación física,olía a rata muerta como si llevase días en descomposición era verdaderamente una peste repugnante y no era el único que lo sabía los demás le miraban con cara de asco y viendo esto salió disparado hacia la ducha del vestuario y se duchó rápidamente, quedó como nuevo, pero su mala suerte nuevamente le sonreía , algún gamberro le había robado la ropa .Molesto y refunfuñando salió del baño camino a la dirección, llegado ahí habló y dijo lo que pasaba.
-Disculpe , me acaban de robar la ropa -dijo con tono respetuoso lo cual era algo raro en él.
-Resolveremos el problema en seguida, ves ese cajón de ahí que dice "objetos perdidos" Revisa y observa si encuentras algo de ropa -respondió el director amablemente.
Drey algo molesto miro hacia el lado donde se ubicaba el cajón, era algo viejo y mohoso como si hubiese estado ahí toda la vida esperando a que alguien lo abriera.
-Esto es de la 1era guerra mundial por lo menos -pensó Drey al ver y ponerse la ropa que olía a pies.
De nuevo maloliente pero con distinta ropa volvía al aula el muchacho cabizbajo. Pasado un tiempo sonaba el timbre y daba comienzo el almuerzo el lugar donde se divide la escuela en grupos ,los típicos grupos de creídos, cerebritos y músculos tontos.Drey era el solitario de la escuela comía solo y no se metía con nadie intentaba no llamar la atención pero nuevamente su olor lo delataba parecía queso suizo en medio de un grupo de ratones y esos ratones no le comían pero si le mordían con la mirada, era el centro de atención pero no de el modo que el pensaba que sería, abrumado por tantas miradas se levantó y salió lentamente y se sentó en las gradas de la escuela a pensar. Sonaba el timbre y de vuelta al matadero, luego de horas de clases el día parecía interminable hasta que por fin sonó el dichoso timbre que le salvaba nuevamente y se hacía costumbre. Yéndose ya,bici en mano oyó una voz que le gritaba
-Hey, hey tú, mira hacia aquí -volteandose vió como un puñetazo le invadía el rostro.
Como si su día hubiera sido poco, no era nadie más que su vecino el dueño de la bici, que estaba bastante enojado al verle con ella.
-Tu te lo buscaste -dijo Dreyfus en un tono bastante subido y enojado.
Siguiente a esto le fue asestando golpes en la cara a su vecino Bryan Whoper que no sabía que había chocado con la persona equivocada en el momento equivocado . Habiéndole propinado una paliza partió hacia su casa a pies con un moraton en su ojo derecho,dejando la bici en el suelo como había dejado a su dueño. Llegado a casa su madre asustada le miró.
-¿Qué te pasó? -preguntó con tono de preocupación.
-No pasa nada es solo un golpe, choqué contra una puerta -mentía con una sonrisa para no preocupar a su madre y así no tener que dar explicación alguna.
Dejando el asunto ahí y con preocupación en su mirada la madre quedó en silencio.Drey subió las escaleras ,se bañó y quitó aquella ropa de la "1era guerra Mundial" y siguió con su vida olvidando el desastre de día que tuvo.
-La cena esta servida -dijo a modo de grito su madre.
El chico corrió nuevamente escaleras abajo pero esta ves era su hambre la que le apuraba y no un molesto despertador. Sentado en la mesa contaba su fatídico día a sus padres y estos le miraban con cara de risa pero también algo preocupados por la suerte de su hijo.Ya era el segundo día y esta ves había llegado a tiempo y todo estaba en su sitio, sonaba el timbre y entrando por la puerta otra vez se encontró con el molesto Bryan Whoper que al verle se alejó asustado rápidamente, no dio mucha importancia a esto y siguió con su vida.El día de escuela había terminado y esto parecía asustar a Drey porque para el no era normal tener un día normal puesto que cuando esto pasaba solo significaba que algo más iba a suceder en los días venideros.Llegado el fin de semana y todo se comportaba tranquilo el ambiente parecía de película silente, solo faltaba ver a Champlin caminando por la acera del frente para afirmar lo anterior. Drey vio a Bryan Whoper cortar el césped con mucha tranquilidad y se le acercó y le comentó.
-Quería pedirte disculpas por el problema que tuvimos y por "tomar prestada" tu bici -dijo con tono amistoso.
Whoper le miro tímido, temeroso, pero inamovible.
-Esta bien, no pasa nada, yo también te pido disculpas,estaba teniendo un mal día y por lo que ví tu igual -respondía cerrando el asunto.
Hubo un silencio incómodo el cual fue roto por el llamado casi nórdico el cual hacia la madre de Drey.
-Hora de almorzar -gritó su madre, como era de costumbre.
-El tiempo se a ido volando como arena en el aire desértico -pensó drey como si fuese un filósofo.
Se marchó sin decir palabra alguna, Whoper hizo igual y se metió en casa dando espaldas a un Drey pensativo.La noche caía y el aburrimiento azotaba.
-Hora de caminar un poco -pensó Drey y salió por la puerta.
Caminando calle abajo se encontró a Whoper.
-Dos veces en un día, creo que es demasiado para mí -decía Mackenzie en su mente.
Antes de darse cuenta ya le tenía encima a Bryan y no quedaba otra opción que saludarle.
-Hey que tal -decía a modo de chulería Drey.
-Todo bien, estaba pensando ir a dar una vuelta y ver que se cuece, ¿te vienes? -respondió amigable Whoper.
-Venga va,te sigo, no es que este haciendo mucho -respondía y se reía.
Caminando sin rumbo alguno iban por el pueblo, no había mucho para ver no era tan grande el pueblo, pasados unos momentos y cansados de dar vueltas se pararon en el parque, no tan grande pero de buen ambiente y lleno de personas de su edad.
-Mi parque es tu parque -decía Whoper como si fuese el dueño del lugar.
Poco a poco se fueron acercando a un grupo de muchachos, amigos de Whoper que pronto también serían amigos de Mackenzie.
-Te presento,amigos este es Dreyfus Mackenzie el cual luego de darme dos puñetazos resulta ser que se lleva bastante bien conmigo -hablaba con tono de broma y reía.
-Ella es Amy,el de su derecha es Buck y a la derecha de Buck,Mía, su novia -le decía Whoper a Dreyfus.
-Encantado de conocerles -respondía Drey algo apenado por la espontaneidad de Bryan.
Eran las 12 de la noche y aún no tenía sueño pero aún así tenía que irse.
-Me piro -le decía a todos Drey.
-Fue un placer conocerles espero nos veamos más seguido -decía metiendo sus manos en los bolsillos al mismo tiempo que se iba.
Llegado a su casa se tiró en la cama sin siquiera cambiarse la ropa estaba muerto del cansancio.Había empezado un nuevo día y Drey caminaba descalzo por la casa buscando sus zapatos los cuales se había llevado el perro como si fuese bromista.Al encontrar los zapatos estaban algo mordidos y babeados.
-Creo es que es hora de comprar unos nuevos -pensó despreocupado.
Se colocó en los pies sus zapatos más viejos y menos favoritos pero aún útiles y puso rumbo al centro comercial,ya allí se tomó la libertad de comprar los que deseaba , era muy fan de las Vans y compró unas que le llamaron la atención, totalmente blancas y simples pero muy a su gusto. Saliendo se encuentra con Amy que estaba de espaldas en la salida del lugar la cual parece también estaba haciendo unas compras.
-¿Destino o casualidad? -decía Dreyfus susurrando a la oreja de Amy con tono de seducción.
-Creo que un poco de ambos -respondía Amy luego de escanearle con la vista y sonreír con picardía.
-¿De compras? -intentaba Drey sacarle conversación.
-Si, algunas cositas nada importante -le respondía ella
-No creo que dos bolsas llenas sean "algunas cositas" , ¿te ayudo? -le quitaba las bolsas de las manos para ayudarle.
-Vendría bien una mano,gracias -agradecía con una sonrisa.
Llegados a casa de Amy se despedían.
-Pues, aquí es -decía ella mirándole a los ojos.
-Muy bonita tu casa,¿algún día me darás un tour por ella? -decía sonriendo.
-Gracias,puedes pasar si deseas -respondía amablemente.
-Será otro día, es que hoy estoy ocupado -le decía tímidamente.
-Pues otro día será, gracias por la ayuda -le decía mientras le besaba un cachete y se marchaba.
Caminando con las manos en los bolsillos de su abrigo y mirando al suelo pensativo llegaba a su casa casi que sin darse cuenta¿qué le ocurría a Drey, sería que le gustaba Amy?
Se acostaba en su cama y miraba al techo como si este le hablase.
-Que hermosa es -pensaba y se tapaba la cara con la almohada.
La verdad es que lo era, Amy era rubia de 1.50 y unos hermosos ojos color cielo y tenía unos labios que eran para morir.No era difícil que más de uno se enamorase de ella a primera vista.Pero para Drey el amor era solo de personas estúpidas, decía que el amor solo daba dolores de cabeza y nudos en la garganta.La verdad es que el odiaba el amor ,ya bastante había sufrido con el, por lo cual decidió sacar de su cabeza a Amy y concentrarse en lo que en realidad tenía más en mente, la escuela.Un día nuevo y Drey despertaba con la esperanza de que el amor se le hubiera ido del cuerpo como el sueño y el cansancio, tomó el autobús escolar y se bajo tranquilamente, iba entrando en el lugar cuando una voz hermosa y casi angelical le llamaba a su espalda.
-Drey, Buenos días -decía Amy contenta de verle.
-Hey -le cortaba la emoción Drey.
-¿Qué pasa,estas bien? -le miraba ella con preocupación.
-Si, estoy bien, nos vemos al rato -se alejaba él dejándola con la palabra en la boca y parada en la puerta.
Creo que ese había sido el peor momento en la vida de Drey, tener que luchar contra si mismo y sus deseos de hablar con ella y decir todo lo que sentía, era devastador.Entraba al aula, sonaba el timbre y las clases iniciaban, se concentró en lo suyo y dejo pasar el tiempo.Tenía la cabeza echa un lío, salió a tomar aire y despejar pero eso no lo alivió, no se puede luchar contra algo que anhelas tanto, entre el pensar y el salir a despejar se le olvidó que aún estaba en la escuela y el tiempo corría nuevamente el timbre hacia de las suyas y tenía que correr. Doblaba la esquina en dirección hacia la clase de Química y tan maldito el destino que le hizo chocar con una muchacha, quien más que Mía la esbelta peli negra del equipo de porristas con ese cuerpo bien tallado, con sus ojos café que miraban impactados a un Drey que iba a 120km/h.
-¿Estas bien?Lo siento, lo siento mucho, no me fijé por donde iba es que llego tarde a Química -decía apenado y preocupado por Mía.
-Estoy bien , no pasa nada alguna vez en la vida todos hemos estado apurados -decía ella calmándole mientras sonreía.
-Prometo que hablamos bien al rato, ahora tengo que correr -gritaba Drey mientras corría escaleras arriba.
Que situación tan difícil en un día tan complicado, llegaba a clase de Química por los pelos.
Ya en la tarde esperando a que su padre le viniera a recoger estaba Dreyfus parado en la acera, cuando una mano se le posa en el hombro y una voz le habla.
-¿Te acuerdas de mi? -decía Mía casi que riendo.
-Por supuesto y perdona por lo de antes de verdad lo siento -se giraba Drey a su costado derecho diciendo esto.
-No pasa nada ya te dije, nadie salió herido es lo importante -le callaba ella de modo gentil.
-Aquí tienes mi número por si necesitas un favor o lo que sea -le extendía el brazo y le daba un papel con su número en el.
-Gracias -respondía amable y se iba.
Finalmente estaba en casa y se sentaba en un sillón en el patio donde quedaba dormido como si tuviese 80 años.Eran las 6 y algo y el atardecer florecía hermoso.Drey despertaba como si fuese un reloj programado y observaba unas de las cosas más hermosas del mundo.
-Debo textearle a Mía para que guarde mi número -pensó y seguido a esto le escribió.
Tarde en la noche mientras todos dormían sonaban las notificaciones del móvil de Drey y acompañado a esto estaba una inmensa sonrisa de tonto.
-Nos vemos mañana en la escuela -señalaba él.
-¿Ya te vas, tan temprano?, apenas son las 12 -añadía ella.
-Si, estoy algo cansando deberías hacer igual o tu novio te regañará.
-A mi nadie me domina, yo soy como soy y no estoy haciendo o diciendo algo que no deba ¿o si?
-No no, estamos simplemente charlando pero aún así no quita que sea tarde.
-Esta bien muchachon, anda con más cuidado en los pasillos de la escuela -terminaba ella el diálogo y ambos se iban a la cama.
Nuevamente acostado y con la mirada perdida en el techo Drey pensaba en lo hermosas que eran Amy y Mía. Habían pasado muchas cosas en ese día pero aún así Drey tenía en su mente a Amy.Mañana sería otro día y estaba dispuesto a pedirle el número de móvil a Amy cosa que había olvidado en su momento.
-No me quiero enamorar ni quiero perseguir el amor pero es que es difícil no hacerlo -se cruzaba las manos en la cabeza mientras se decía así mismo.
Era hora de dormir y Drey descansaba plácidamente.El sol asomaba y despertaba a todos en casa y Drey había descansado mejor que nunca ,pensaba que era hora de ir a la escuela y se dispuso a vestirse,todo marchaba bien cuando de pronto llegaba un SMS que decía "tenemos que hablar pequeño bastardo".Algo confundido y pensando tomó aquello como un chiste, había llegado a la escuela y le esperaba Buck en la escuela con muy mala cara, era un tipo de temer,estaba en el equipo de fútbol americano y era un rubio gigante con brazos que parecían rocas, era más buldócer que persona, realmente asustaba.
-¿Qué hacías hablando con mi chica? -gritaba Buck enojado a la vez que se acercaba a Drey.
-Amigo no es gran cosa solo hablábamos -recalcaba Drey con tono de nervios.
-No vuelvas a hablar con mi chica,¿¡ok!?,o tu cabeza formará parte de la basura -le agarraba por el cuello de la camisa y con la otra mano señalaba el latón de basura.
-Ok... -musitaba el pobre sin saber que hacer.
Y nuevamente volvían los problemas a la vida de Dreyfus.Caminando por el pasillo se encontraba con Mía y sin previo aviso le besaba un cachete y seguía su camino.
-Esta mujer me llevará a la muerte sin quererlo -lloraba Drey en su mente.
Después de todos los problemas que Mía había ocasionado, seguía jugando con él ,pareciera que el peligro era su droga.Ya en el aula y pasivo se hallaba él cuando llegaban SMS de Mía que iban a poner a girar su cabeza brucamente.
-Necesitamos hablar guapo.
-Creo que hoy no será posible,ni hoy, ni en estos días -cortaba él.
-Tienes miedo.
-No tengo miedo solo que quiero llegar de una pieza a la graduación.
-Si no tienes miedo entonces te estaré esperando -escribió ella dejándole intrigado.
Parece que el día iba a acabar siendo más largo de lo pensado.
Acabadas las clases y camino a casa se movía Dreyfus. Whoper sentado en el borde de la cera una cuadra más adelante le esperaba.
-Hey, ¿estás bien? -decía Drey al alicaído Whoper.
-Si supongo.
-Venga cuéntame ahora somos amigos, estoy para ayudar.
-Sucede que me gusta mucho Amy pero no se que decir y tengo miedo a que me rechace ella es tan perfecta y yo tan yo... -replicaba triste.
-Anímate hombre no digas eso, tu sólo se tu y lo más importante habla con ella y di lo que piensas -lo trataba de reconfortar y se marchaba.
-Antes de que te vayas... -le frenaba Bryan con las palabras.
-Si dime.
-Hoy voy a dar una fiesta y pienso invitar a algunas personas,va a ser divertido vente sobre las 10.
-Allí estaré -le ponía la mano sobre el hombro y se iba.
Al parecer las cosas volvían a estar un poco mejor pero no tanto, Mía sobre Drey , Buck sobre el también y por si fuera poco Bryan iba tras la que le gustaba a él.La verdad es que Whoper tenía las de ganar conocía por más tiempo a Amy y era apuesto también era de esas personas que caen bien a todos y sabía cómo tratar con mujeres, tan solo tenía 16 y parecía de la edad de Drey mentalmente aunque fuera un poco tonto, no era tan grande la diferencia de edades, pero si los rostros Whoper tenía un pelo muy llamativo color rojo fuego y unos ojos carmelitas chocolate, muy parecidos a los de Mía, tenía una nariz algo llamativa y un mentón fuerte, pero no quitaba que siguiera siendo atractivo.Aunque Whoper fuese como fuese la vida daba muchas vueltas y quizás el se quedaba con ella o quizás no, todo lo determinaba el tiempo. Ya en casa se encontraba Drey cerveza en mano y una buena película para hacer tiempo e irse hacia la fiesta de su amigo.Pasaba el tiempo y la película había finalizado hora de arreglarse y ponerse bien para la fiesta que se venía.El muchacho sube en dirección a su cuarto y entre ponerse aquello y lo otro se decidió por una sudadera oscura y holgada que hacían juego con sus ojos oscuros noche
,siguiente a eso se colocó unos vaqueros con las rodillas al descubierto que estaban a la moda, iba muy bien y sumado a esto unos zapatos oscuros para completar el outfit.Iba dispuesto a irse del lugar con alguna muchacha de agrado y lo cierto es que lo iba a hacer porque su físico era suficiente para eso,el espejo lo reflejaba y se veía realmente bien con ese 1.80 que tenía de persona , su pelo alocado pero no muy largo lo hacían ver despreocupado, sumado a esto , tenía unos labios gruesos casi perfectos y una sonrisa luninosa, no era de extrañar que Amy le mirase en ocasiones anteriores con ganas de besarlo, era muy blanco y los tatuajes en sus brazos resaltaban hermosos como la Luna en una noche tranquila.
-Ya es hora -pensaba Drey y el reloj daba las 10.
A pesar de ser vecinos había algunas casas de por medio era un vecindario amplio, habiendo recorrido lo que tenía que caminar , llegaba a casa de Whoper.Cansado de un día tan largo y sediento,entraba en casa de Bryan para relajarse y que comenzara la diversión.Eran las 10:10 de la noche y empezaba a llegar gente, Drey saludó a Whoper y empezaron a recibir a los demás.Llegó Amy,lo miró,le sonrió y siguió su camino, ¿significaría esto algo? debía resolver eso al rato, seguido a todo esto llegó Mía acompañada de Buck la cual ni siquiera le prestó atención, ni miradas cruzaron ni palabras se dijeron, Buck lo miro de forma psicópata, como si quisiera arrancarle la cabeza con una mano, pero esta vez no se dejó intimidar era hora de sacar su parte más problemática y demostrar que era más que un simple delgaducho pálido, sacudiendo su cabeza se olvidó de Buck, Mía y demás solo tenía en la cabeza disfrutar y ver que pasaba en la fiesta. Eran alrededor de las 11 y ya la fiesta había cogido color y parecía irse de las manos, pero no era cosa de Drey ni siquiera era su casa por lo cual no importaba mucho, solo beber y pasárselo genial.Vaso de cerveza en mano y con dos tragos caminaba por la casa Drey en dirección al patio buscando a Amy cuando de pronto una mano le jaló de la nada hacia el sótano, no era nada más y nada menos que la provocativa y seductora Mía adicta a lo difícil y peligroso, la que no demoró una milésima de segundo o palabra para besarle.Sorprendido,Drey reaccionó y colocó su mano alrededor de la cintura y la acogió hacia él, no era tonto, el también era un player y sabía que hacer.
-Dos personas también pueden jugar el mismo juego -dijo atrevido y seductor.
-¿A sí? -le susurraba al oído y provocaba ella.
La arremetió con fuerza hacia una mesa y le besó bruscamente, fue bajando poco a poco la intensidad del beso mientras la temperatura corporal subía y la mente solo quería acción.
-Aún no muchachón -sostenía sus labios de miel con un dedo.
Drey se quedó sin palabra por dos segundos mientras que Mía se iba dándole la espalda.
-Yo nunca me quedo con las ganas -le tomaba del brazo como ella había hecho anteriormente y la pegaba nuevamente a la mesa.
La besaba nuevamente pero esta ves más alargado el beso y todo volvía al clima un clima bastante mojado y cálido, se erizaba totalmente excitada cuando sus labios corrían por su cuello e iban bajando lentamente hacia sus senos prominentes y ahí comenzaba el juego con su lengua y sus manos grandes que sabían cómo tocar cada centímetro de su hermoso cuerpo, se perdían por debajo de la corta saya de Mía, al entrar en contacto estába húmeda, más temprano que tarde su cabeza estaba totalmente abajo y su lengua la hacia doblarse de una manera sensual, mientras sus dedos se enredaban en el pelo de él, sus piernas temblaban pero no tenía frío al contrario estaba muy caliente, lo disfrutaba y se notaba ,el también y le hacía feliz hacerla feliz.Con una velocidad increíble saco un condón de su bolsillo, siempre hay que estar preparado, el sabía lo que hacía, lentamente toda la ropa calló al suelo y comenzó la mejor parte, ella sobre la mesa, él al frente y no habían transcurrido dos segundos y se lo empezaba a hacer, su cabeza flotaba y Mía se veía muy sexy, no dejaba de penetrarla y seguía subiendo la intensidad, mientras que seguía enloqueciéndola con su ir y venir.
-Me toca a mí -susurro ella.
-Me gusta la idea -decía mientras cambiaban la posición.
Esta vez ella encima y el sentado, iba de arriba abajo y de abajo hacia arriba con su cintura relámpago. Gemía pero Drey le tapaba la boca, aún seguían en la fiesta aunque la verdadera diversión estaba en el sótano.Ambos se corrían como nunca habían hecho , era relajante.
-Eso estuvo genial -jadeaba Drey.
-Pronto tendremos que repetir, pero por ahora subamos ,nos hemos tardado bastante aquí, sospecharan en cualquier momento -respiraba aceleradamente ella también.
Y así se dividían sus caminos y nacía una nueva adicción pero no un sentimiento.Había sido una noche bastante atípica y repentina , pero para "mejorar" esto o empeorarlo al salir al patio Drey veía como Amy besaba a Whoper, su cabeza en ese instante se detuvo ,su respiración aumentó y su corazón palpitaba a tal velocidad que parecía que le iba a reventar el pecho, seguido a esto simplemente se quedó sin habla y lentamente retrocedió hacia la sala y se sentó al lado del barril de cerveza hasta cercarlo el solo, de ser la noche más caliente de su vida a estar totalmente desecho y deprimido.¿Como podía haber nacido un sentimiento hacia alguien que solo había visto pocas veces y habían hablado solo 2 o 3 veces como mucho? Se preguntaba Drey.Aunque todo era cuestión de tiempo y quizás le olvidaba en dos días o en dos años, uno nunca sabe que pueda pasar.La fiesta estaba a un tono extremadamente alto y como era de esperar la policía apareció y para suerte o casualidad estaba Drey en mala hora en mal lugar, la policía entró a la casa y él les recibió borracho con sus 17 años, estaba en problemas.
-Todos a casa la fiesta terminó -decía un policía.
-La fiesta no acaba hasta que yo lo diga -Se levantó tambaleándose y la lengua le trastabillaba.
-Muchacho , estas en problemas -decía el hombre con tono serio mientras se le acercaba para esposarle.
-No me toque, bastardo del gobierno -le lanzaba un golpe y caía al suelo perdiendo el equilibrio.
Metían a Drey al auto y lo conducían a comisaría.Llegado allí llamaban a su padre el cuál también era policía y Comisario por sobre todo.
-¿En serio te detuvieron por beber? -le decía el padre de Drey, Jones Mackenzie.
-Creo que se me pasó la mano con la diversión, quítame las esposas ni siquiera represento un peligro -hablaba burlón y sarcástico aún medio borracho.
-Voy a hacer de cuenta que como estas borracho estás tonto por igual -le quitaba las esposas y lo sacaba a empujones de comisaría hacia el auto.
-Tranquilo, no volverá a pasar señor -le hacía un saludo militar y se ría a modo de burla.
-Te voy a dar por incorregible, tu madre se encargará -llegaban a la casa.
Entraban en casa y todos se iban a dormir como si nada hubiese pasado y al día siguiente todo comenzaba nuevamente.
-Fuf que resaca -Decía Drey y se tocaba la cabeza.
-Claro que te tiene que doler la cabeza si cojiste una borrachera como nunca -le protestaba su madre.
-Si...
-Tuviste suerte que tu padre te ayudó en comisaría no me hace gracia ninguna que te metas en problemas -le miraba seria y regañaba.
-No pasó nada ni pasará, estoy bien mamá, relájate.
-Espero que siga así.
Luego de haber tenido dicha conversación Drey caminaba a la escuela cabizbajo y pensando en todo lo que había sucedido y lo raro que se sentía, era una felicidad con tristeza, era simplemente absurdo y doloroso.
Como me puedo haber enamorado de solo verla -pensaba Drey y se torturaba a si mismo mentalmente.
En el camino se encontraba con Whoper y la situación se tornaba incómoda.
—Hey amigo —saludaba alegre Bryan
—Hey
—¿Todo bien? —preguntaba preocupado.
—Si, si todo bien, te vi con Amy hacen buena pareja —decía hipócritamente Drey mientras se martilaba la mente.
—Si, la verdad es que estuvimos hablando y conectamos bastante, espero y dure.
—Si si si si —murmuraba tan bajo que no se el entendía molesto y triste....se hacía un silencio incómodo...
—Me voy —Decía Dreyfus.
Llegaba a la escuela, con la canción más triste en sus oídos y mentes y no hacía otra cosa que estar quieto e inmóvil en las clases.
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Por qué yo?
Teen FictionPor favor vota si te gusta mi historia y sígueme, es gratis... Contenido(+18) Dreyfus Mackenzie es un muchacho de 17 años de muy mala suerte pero que tiene muchas cosas por delante...