Es ahora o nunca

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Hermanas, yo no puedo creer que hace menos de una semana subí este que es mi primer fic acá y ya tenga tantas vistas, votos y comentarios. Estoy más que agradecida por el feedback. Leo todos y cada uno de sus comentarios y les súper agradezco a cada uno de ustedes <3

Por eso, visto y considerando que esto parece haberles gustado, y siendo que mañana subo el último capítulo de este fic (ya avisé que iba a ser corto como para arrancar con algo tranqui, libre de drama y lindo), ¡el lunes empiezo a subir otro fic nuevo!

Ps: me hice cuenta en Twitter, por si me quieren seguir. Pueden buscarme como Janedoevey https://twitter.com/janedoevey (igual que mi usuario de Wattpad), sino en Facebook estoy como Jane Doevey.


Capítulo 4


Keiuske le entregó las pipetas y los antiparasitarios caninos a la mujer y le sonrió.

–Muchas gracias, señora. Que tenga un excelente día.

La mujer le agradeció y se fue con una sonrisa.

Cuando Keisuke volteó para mirar a Chifuyu, que estaba asomándose viniendo del pasillo que daba al cuarto de stock, se lo quedó mirando seriamente, perdiendo su sonrisa de inmediato.

Vio cómo el rubio corrió la mirada para evitar verlo, y Keisuke hizo un esfuerzo sobrehumano para actuar igual de indiferente.

No es que estuviera enojado, sino que no quería volver a ponerse duro en horario laboral. Iba a ser muy incómodo si entraba un cliente y veía cómo una no tan pequeña tienda de acampar se levantaba en su zona baja. Con delantal y todo, poco se disimulaba.

Necesitaba ir a caminar descalzo y tocar un poco de pasto para relajarse, y a juzgar por la cara roja de Chifuyu, él estaba pasando por algo similar.

Después de vacunar a dos gatos y tratar a un perro por una herida menor por mordedura, Keisuke quedó libre de citas veterinarias. Aun así, faltaba una hora para cerrar la tienda. Sacó su celular y fue directo a Instagram.

Ya no tenía sentido pretender que no le importaba, y sin pensarlo buscó la cuenta de Chifuyu para ver si, en efecto, había subido la bendita foto.

Y sí, ahí estaba. Con un pie de página sencillo, simple, claro: un corazón rojo.

Carraspeó para que una repentina sonrisa no se apoderase de su cara.

La foto ya tenía unos 50 likes, y había varios comentarios. Muchos de ellos eran de conocidos de Chifuyu y de algunas chicas que frecuentaban el gimnasio con los dos.

"Inviten si hay boda"

"Al fiiiiiiin"

"Ya era hora"

"La tensión se olía desde el otro lado del gym"

"Me la veía venir! Los amo fuerte bbs"

Keisuke releyó los comentarios y le fue inevitable pensar en lo que prácticamente todos sugerían. Mierda, ¿tan evidentes eran? ¿Por qué todos parecían haber previsto esto menos él? ¿Tan negado estaba? ¿Chifuyu estaría igual, o el rubio sí tenía en claro las cosas que le pasaban con él?

Saliendo de sus pensamientos, siguió buscando entre los comentarios. Buscó uno específico, de alguien en particular. De un idiota en particular...

Pero no halló nada.

Mejor así.

Sólo por si acaso, decidió comentar la foto.

Él es... ¿mi novia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora