LOANY
No acostumbraba estar acompañada.
El bus estaba medio vacío, al parecer éramos de los últimos en estar en aquella ruta.
- Se nota que es tarde, hasta siento frío -comento sonriente cerca de la ventana-
Lo mire con total calma, parecía un niño tembloroso por el frío de la noche. El típico frío nocturno que puede entrar a través de tus huesos.
- No estas acostumbrado a estar a estas horas fuera, ¿cierto? -pregunté muy calmada-
Ray negó con total ternura, para luego volver a mirar por la ventana. Parecía disfrutar cada segundo del camino, aunque por momentos soltaba breves relatos de haber visto una y otra vez la ruta y aun así jamás cansarse de ella.
- Siempre hay algo mágico en el camino, algo que muchos dicen aburrido... -termino susurrando-
- Creo que miras al mundo con otros ojos -mire totalmente tranquila-
La ruta continuaba su camino o el bus continuaba sobre la ruta. A estas horas no logro pensar muy bien. Solo sabía que, Ray apreciaba con ojos deseosos de aventuras todas las calles que íbamos recorriendo.
Levante la vista para notar que estaba llegando al paradero donde debía bajar.
- Bajare en la siguiente -dije medianamente alegre-
Ray se levantó inmediatamente para mirar de frente, tomando su mochila me obligo a ir a la puerta del bus y pedir que parara en el siguiente paradero.
- Yo también -susurro sonriente-
-Ray, ¿en serio? -dije algo incomoda-
- Si, yo vivo cruzando la vía -respondió sonriente- ¿Y tú?
- La segunda casa a lado del paradero...
Era demasiada coincidencia, vivíamos en la misma zona, y jamás me percate de que fuera de aquí. Nerviosa tal vez, pero una cosa que había aprendido es a no hacerme ver desprotegida, bueno... aunque en verdad ya había dejado notar mi lado más débil hace unas horas. Y sobre todo... aquel beso.
Bajamos del bus, el paradero estaba abandonado. Solo éramos él y yo.
- Descansa, yo debo caminar aun un poco -dijo algo temeroso- Estaré bien, espero...
- Cuídate Ray, gracias... por lo de hoy
Agite la mano esperando que cruzara la calle, para luego girarme y encontrar la mirada de... Laira.
- ¿Se supone que debas estar llegando? -comento ella tranquila-
No quería responder, pero era mi compañera de piso, así que tenía las llaves del apartamento. Si era capaz de dejarme fuera toda la noche.
RAY
El camino era desolado, solo había perros de mediana edad rondando y solo escuchaba mis pasos sobre la pista.
Respiraba cada vez más lento, a mi mente regresaban los días en los cuales estaba acompañado por mi hermano mayor. Todo había sucedido rápido y me había quedado solo con la casa que él había comprado siendo aún muy joven.
Camine hasta la reja principal y luego de un ligero clic cediera y me dejara entrar. Estaba todo muy silencioso, las luces apagadas, con el gras rodeando el pequeño camino hecho de piedras que nos había costado meses en hacer que quedara como nos gustara. Deslice la puerta de la vivienda con total tranquilidad dejando mis zapatos en la puerta y también mi mochila.
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UN ÚNICO DESEO
RomanceRay: Aun siento como su partida dejo un gran vacío. A diario voy recordando como dejo de estar a mi lado para abandonarme a mi suerte en un mundo que apenas y quería conocer. Loany: No hay nada mejor que arrancar las sonrisas de otras personas que...