Amor eterno♡

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《{1}》

[12 de Octubre de 2027]

Y ahí lo ven, sentado en una esquina mientras bebía de una botella de ron. Un joven de 20 años, casi 21, llorando bajo las estrellas de la hermosa ciudad de Marbella. ¿Cómo llego a estar en estas condiciones tan deplorables? ¿Por qué su pecho se siente vacío sabiendo que le falta algo o alguien? O ¿desde cuándo sus ojos dejaron de brillar y su sonrisa se borró en solo un santiamén? 

Les contaré lo ocurrido. 

[10 de Febrero de 2026] 

La sonrisa plasmada en su rostro, mientras observaba a su novia estudiar con gran afán para su último examen del año.
Él ya había terminado sus semestres en España así que se vino a Estados Unidos para estar con su amada novia. 

Llevaban 4 años de relación, un amor de red social y a distancia pudieron soportar en su adolescencia, con algunos altos y bajos pero al fin de acabo estaban juntos. Hace un año ambos empezaron sus carreras universitarias, ella leyes y él Bellas Artes, y ambos lograron establecer una mejor relación a distancia. Lo que el joven no sabía eran los problemas que aún cargaba su novia y los cuales pensaba ya habían sanado.

-Deberías descansar un poco bebé-dijo nuestro protagonista mientras se acercaba a su novia y la abrazaba por detrás. Sin pensar que la respuesta generaría otra acción más tarde

-Jackie, debo terminar de estudiar y luego podremos hacer lo que quieras en vacaciones

El muchacho sonrió nuevamente, es algo habitual en él. Estando con su novia su sonrisa nunca se iba, permanecía ahí incluso cuando dormía.

Retirándose del cuarto, luego de despedirse con un beso y abrazo, se dirigió a la salida para ir a comprar algo para la cena. La suerte que tenía al saber inglés fluido y conocer la ciudad a la perfección, sino ya se imaginaba cuantas veces lo estarían.

(Escuchar Chord Overstreet-Hold On luego escuche Seafret-Atlantis)

Dos horas, eso solamente había tardado en conseguir algo para cenar con su amada. En dos horas estuvo pensando en que podría hacer con ella en las vacaciones, tal vez visitar su país natal así visitar a sus suegros o ir a España a pasar las vacaciones con los amigos que tenían en común. En dos horas había pensado tanto en lo que podrían hacer que al llegar a la casa, y no escuchar nada, no se percató de lo que podría haber sucedido con su gran amor. Pero qué iluso que fue.

Dejó todo en la sala y fue al cuarto de su novia, sin pensar que podría llegar a sus ojos una imagen tan dolorosa. Todo estaba oscuro, solo la luz tenue de la luna alumbraba el lugar, gracias a eso pudo ver dos botes de pastillas vacíos en el suelo, "antidepresivos" "pastillas para dormir" eso decían en los botes. Sabía que su novia tenía diagnosticado el consumo de esas pastillas, ya que sus problemas pasados la llevaron a intentar sanar de adulta con un psicólogo, pero una frialdad en su espalda y como su respiración se frenaba le indicaba que algo no estaba bien. 

La buscó por el departamento, llamándola por su nombre, sintiendo como los nervios lo consumían. Una puerta faltaba abrir, el baño estaba cerrado, forcejeó un poco y golpeó varias veces mientras la llamaba. Nada, eso escuchó, nada, ni un solo ruido. Tumbó la puerta de una patada, primero vio el lavatorio lleno de más botes vacíos y una navaja, suya, de afeitar con gotas de sangre, la respiración le fallaba pero su mundo se vino abajo cuando miro a la derecha y hacia abajo…

Ahí estaba su novia, su niña, su princesa y su amor, tirada en el suelo inconsciente. Se agachó a su lado tomándola en brazos mientras lágrimas caían poco a poco de sus ojos. Ver su piel morena casi en un todo blanco, labios sangrados y sus brazos cortados lo destruyó.

-Por favor… por favor no… 

Era lo poco que podía formular en su boca, un nudo se le formó en la garganta al notar que su novia abría un poco los ojos. Sacó su celular marcando al 911 con desesperación.

-Tranquila… estarás bien ya vendrán por ti, ¿si? 

Le sonrió entre lágrimas mientras rogaba por una ambulancia durante la llamada. Al colgar la acurrucó en su regazo abrazándola sin dejar de ver su rostro. Pero ella no estaba resistiendo, estaba más en otro lado que consciente, solo logró tener fuerzas para acariciar sus mejillas y sonreirle. 

-Lo siento…te amo mi Jackie…-susurro con dificultad mientras le brindaba una última sonrisa y sus ojos se cerraban. 

-No, no, no… por favor no…-exclamó mientras negaba entre lágrimas- ¡Por favor no me dejes!

Cargándola como pudo corrió hacia afuera del departamento, los paramédicos ya estaban llegando y él la dejó en la camilla. Corrió aún lado rogando que se quedara, dentro de la ambulancia lo único que logró hacer fue tomar la mano de su amada mientras los paramédicos la intentaban reanimar. Lloró de desconsuelo una hora dentro del hospital, hasta que una enfermera se apiadó de él diciéndole que no había nada más que hacer. 

Su mundo se vino abajo, no sabe cuántas veces se había quedado sin aire. No sabe cuántas veces había golpeado la pared del dolor que sentía en su pecho. No se dio cuenta de las horas que pasaron cuando le entregaron las pertenencias de su novia y una urna con sus cenizas. Dejó de ser él en ese momento, dejó que las horas pasen mientras empacaba sus cosas y la de su novia en valijas para así volver a España. No tenía nada, el amor de su vida se quitó la existencia en solo 2 horas de ausencia. 

Pasaron los meses, se encerró en su casa sin ver a nadie, sin salir, solo se la pasó contemplando cada regalo que le había hecho, el anillo de promesa, los osos de peluche, los dijes, las cartas. Todo lo tenía en un altar junto a la urna. 

Así pasó un año de la muerte, entre alcohol, la Universidad y lamentaciones. 

Ya no tenía lágrimas para llorar, su único consuelo era escuchar canciones de pérdida y desamor, y pintar cuadros de su amada. Pero al pasar los meses la imagen que tenía se fue distorsionando, ya no recordaba bien su imagen o sonrisa, no recordaba su voz diciendo "amor", tampoco se atrevería a usar su teléfono y ver las fotos y los audios. Sería un arma de doble filo en su pecho si lo hiciese. 

(...)

Volviendo al comienzo. 

Ahora ya saben porque nuestro joven artista está así. El como un chico enamorado hasta los codos quedó sin nada. No tenía familia, sus amigos ya no sabían qué hacer por él y su luz de cada día se había apagado. Su hermosa sonrisa ya no volvió a aparecer desde esa noche y sus ganas de seguir también se estaban agotando.

Se lamentaba una y otra vez el como no se había dado cuenta de la situación de ella, el como no pudo salvarles a ambos del dolor. 

Lo único que lo consolaba era ver el atardecer y las noches estrelladas. Pensaba que solo tal vez, tal vez alguna de esas millones de estrellas era de su lucecita, de su pequeña niña que lo estaba mirando, que tal vez estaba decepcionado de su condición pero al final de todo, cuidándolo con amor. 

Al final de todo, lo único que le quedaba claro es que, todos los días restantes de su vida seguirá teniendo en un pedestal tan alto como el Everest a la única mujer que amo con locura, a la única mujer de su, ahora, miserable vida. 

One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora