Cap. 8 (parte 2/2)

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Miré el reloj y este apuntaba que eran las diez con treinta minutos. Pedí permiso para cambiarme en la casa y así para que jennie se quedara a dormir en mi casa, sus padres accedieron y después, ella y yo caminamos cuesta arriba para cambiarnos e irnos a mi casa para la fiesta de Jackson. La madre de jennie me dirigió a la habitación de huéspedes y me llevo toallas, yo le agradecí y ella me sonrió.

Tome un baño rápido pero lo suficientemente largo para pensar en todo lo que el padre de jennie me había dicho, todo era tan bizarro pero se sentía tan bien que me daban ganas de entrar al cuarto de mi chica y besarla, decirle que dejara a Bambam y que estuviera conmigo para siempre, sin embargo no lo hice; salí de la ducha y me fue a vestir, unos skinny jeans con  una camisa negra y un estampando al frente, una blazer y unas ballerinas. Alacíe mi pelo y puse un poco de maquillaje en mi cara y delineador en mis ojos.

Camine hasta el cuarto de jennie y toqué varias veces, cuando me abrió la puerta mi boca, literalmente, cayó al ver lo hermosa que estaba. Vestía un pequeño vestido color negro de tirantes súper entallado a su cuerpo resaltando sus hermosas curvas, unas zapatillas de tacón bajo, su pelo perfectamente acomodado con su ya tan característico moño y un maquillaje suave en su cara; parecía una princesa de Disney, se miraba tan hermosa.

— ¿Alguien puede ser más sexy y hermosa, que tú? — yo asentí — ¿Quién?

— Tú — contesté con una sonrisa media en mis labios.

Ambas sonreímos y bajamos las escaleras para encontrarnos con los padres de jennie. Su madre me dijo cuan hermosa me veía al igual que su padre, al mismo tiempo le hicieron el mismo cumplido a jennie. De pronto su madre nos juntó y sentimos un flash que nos cegaron, literalmente, nos volvimos a juntar y posamos para la cámara, la situación se parecía a la del baile de promoción, pero esto era más bizarro.

Después de que termino la sesión de fotos a cargo de los padres de jennie, nos despedimos de ambos y yo prometí ir a cenar más seguido a la casa, ellos se alegraron y dejaron irnos. Jennie me dio las llaves de uno de los carros de su padre, encendí el motor e hicimos el camino hacía mi casa, no dijimos mucho porque nuestras palabras eran nuestras miradas, estábamos hablando con las miradas. Una vez que estábamos para llegar a mi casa me detuve porque el semáforo estaba en rojo, vi como la pantalla de mi celular se iluminaba.

“¿Dónde están? Necesito que ya se vengan. Extraño a mi novia y a ti te esperan unas chicas y chicos por acá” - B

Leí el mensaje y sentí celos. Celos de Bambam, de todo el mundo. La plática con el padre de jennie me daba una esperanza pero al mismo tiempo, la actitud de jennie me daba una patada en el estómago. No le mostré el mensaje a jennie, sabía que se pondría celosa al ver lo que mi hermano había puesto sobre las chicas y chicos, simplemente le dije que era Bambam y que nos estaba esperando.

Minutos después llegamos a casa y la música estaba que podía romper todos los vidrios de las ventanas. Nos adentramos casa arriba para dejar mis cosas, una vez abajo en la sala, Bambam llegaba sonriendo abrazándome para después proseguir y besar los labios de jenniw, yo cerré los ojos y simplemente me fui de allí. Al entrar al jardín sonreía al ver todo decorado con globos y serpentinas, como si de una fiesta para un niño de cinco años se tratara. Busque con mi mirada al cumpleañero y camine a saludarlo.

— Feliz cumpleaños, grandote — él me sonrió y nos abrazamos — que cumplas muchos más.

— Gracias, ojitos — me invitó a sentarme junto a él y yo accedí — ¿Dónde estabas que no nos ayudaste?

Suspire y tome un sorbo de la bebida que Jackson me había dado — Estaba con jennie —sonrió

— Ummm ¿Una cita? — le golpeé el hombro — Eso dolió, Manoban.

Dos es mejor que uno | jenlisa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora