𝖬𝗂 𝖭𝗎𝖾𝗏𝖺 𝖠𝖽𝗂𝖼𝖼𝗂𝗈́𝗇

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖨

Acordando

  
— ¿Que te ha dicho Deidara? —Preguntó Mikoto al mayor de sus hijos mientras Sasuke tomaba asiento al lado de este.

— Nada bueno, mamá, Jiraiya-sama sigue igual —Respondió y comenzó a comer su desayuno.

Al azabache le llamo la atención rápidamente la respuesta de su hermano mayor, ¿a qué se refería con que Jiraiya sigue igual?

— ¿Por qué preguntas eso?, ¿le sucedió algo? —Pregunto con poco interés, aunque por dentro tenía curiosidad por saber.

— ¿Cómo que por qué pregunto eso? —Replico su progenitora dejando de lado un momento su desayuno y mirando al azabache— ¿No recuerdas que hace como tres meses tuvo un paro cardíaco y desde entonces no despierta? —El Uchiha ocultó su reacción de sorpresa ante lo dicho por la pelinegra y lo invadió la intriga por saber que había sucedido.

— ¿Cómo--

— ¿Naruto no te lo contó antes de irse con su familia a Alemania para estar con Tsunade-sama? —Lo corto su madre

— No, no me dijo nada —Hablo con un tono serio mientras comía y mantenía la mirada en ello, tratando así de demostrar que no le importaba mucho lo que el susodicho le ocultó, aunque claramente no era así y estaba más que molesto por ello.

Todos en la mesa quedaron en silencio tras su respuesta. A los tres se les hizo extraño por igual que el Namikaze no le haya informado sobre esto a al que era su mejor amigo, siendo además algo tan importante como la vida de su abuelo.

Desde muy pequeños que son muy unidos y era muy fácil notar que últimamente estaban distanciados, como si estuvieran peleados. Omitiendo el hecho de que Naruto estuvo en Alemania por durante dos meses y por eso no se pudieron ver, al regresar se habían juntado una sola vez, y anteriormente era igual; no solían juntarse por su cuenta, sino cuando la familia Namikaze y Uchiha acordaban cenar o almorzar.

Sasuke, manteniendo su ceño fruncido, se dispuso a acabar su desayuno lo antes posible para dirigirse a la escuela y así hablar seriamente con el rubio sobre esto cuando lo encontrará; le había mentido diciéndole que se iría de vacaciones y le había ocultado la razón por la cual se iba realmente.

[...]

— ¡Naruto! —Grito una pelirosa golpeando la mesa con la intención de llamar la atención del mencionado.

— ¿Mh? —Giro su cabeza mientras la tenía apoyada en su mano y miro a su grupo de amigos que estaba enfrente de él con tranquilidad e indiferencia, extraña a su personalidad.

— Al fin te decidiste bajar al planeta Tierra —Comento fastidiado un castaño con dos peculiares triángulos invertidos de color rojo en cada una de sus mejillas— Llevas en la Luna desde que comenzó la clase, ¿que te pasa? —Se sentó a su lado, en el lugar que ocupaba Shikamaru desde que Naruto y Sasuke dejaron de sentarse juntos.

— Nada, salgamos afuera —Esquivo su pregunta levantándose de su asiento y caminando hacia afuera del salón.

Shikamaru, Kiba, Sai y Sakura no dudaron en seguirlo por los pasillos del edificio con la intención de saber que le ocurría a su rubio amigo.

— Ya dejen de susurrar entre ustedes, los estoy escuchando —Decidió enfrentarlos cuando llego a la sombra de un gran árbol que desde hacia muchos años se hallaba en el patio de esa prestigiosa escuela.

— Shikamaru nos dijo que hiciéramos eso durante el camino para llamar tu atención —Confeso el pelinegro con despreocupación y rápidamente todos se giraron a mirarlo con el ceño fruncido, sonrió abiertamente en respuesta.