Un actor porno retirado explicaba que no se sentía a gusto con su trabajo. Le estaba molestando eso de tener que obligarse a ver a otros seres humanos como si fuesen una cosa. Lo hacía porque esto le permitía "desconectarse" y cumplir con su obligación aunque no estuviese a gusto. En el fondo, añoraba volver a unos ideales románticos que había enterrado hace mucho tiempo, cuando empezó su carrera como actor porno.
Él se inició en la industria pornográfica porque estaba pasando hambre. Había una depresión económica general en su área y mucha gente lo pasó mal. Aunque sabía que así iba a acabar con du carrera, lo hizo de todas maneras porque tenía que comer.
Después, él vio muchas cosas desagradables como actor porno pero se acostumbró a hacer la vista gorda y seguir cumpliendo con su trabajo. Hasta el día en que, después de hacer una grabación, detuvo el auto y se replanteó su vida entera.
En un video, dos actores y dos actrices del cine para adultos respondían a las preguntas del público. Uno de los hombres, de raza negra, demostró tener esa faceta de orgullo inflado que describió el actor retirado, como si quisiera engañarse y creer que su vida era perfecta pero sin creerlo en el fondo. La idea de que el sexo lo es todo y que te debe hacer feliz y exitoso aunque no lo haga.
Creo que, al mirar porno, también absorbemos estas creencias. Vamos obsesionándonos con nuestra sexualidad, con nuestro cuerpo y con la vida amorosa que llevamos. Y puede pasar que nos sintamos como un objeto de placer que tiene valor sólo porque sirve para complacer a otros físicamente o que nos sintamos descartados porque no cumplimos los estándares mínimos.
En el porno, se desvincula el acto sexual de lo que lleva a que llegues a estar con una persona en la cama. No hay un camino de amor, ni de respeto; no, nada de eso. La industria pornográfica se esfuerza en destruir todo rastro de la dignidad humana: cuanto más extremo, cuanto más tabú, mejor. Da la sensación de que todo se puede, de que nada tiene que quedar prohibido. Inclusive, se destruye el cuerpo de las personas y está bien hacerlo en el rubro. No quiero describir, pero muchas veces el daño es para toda la vida y esto te lo presentan como si fuese normal, con las actrices riéndose y fingiendo placer mientras destrozan de manera exagerada e irreversible sus zonas asociadas al erotismo.
La pornografia nos atrae porque el sexo es importante para que la especie siga existiendo, pero no te confundas: lo que ves en la pantalla no es lo normal, ni siquiera es algo para lo que estamos preparados porque nunca antes hubo este tipo de estímulo de tan alto nivel al alcance de nuestra mano. Ésa es la razón por la que puede hacerte mal: porque, aunque el sexo sea natural, la pornografía no. Y sin embargo, está tan extendido que lo empiezan a mirar chicos y chicas de entre 9 y 12 años, asimilando como correcto lo que ven en esas películas.
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El lado oscuro del porno
SonstigesEsto es lo que deberías saber sobre la industria pornográfica. La decisión de consumir ese contenido o no hacerlo siempre será tuya pero que sea una decisión informada.