El lado oscuro del porno

Idealizar el sexo

En el mundo porno, todo es perfecto. No se ve lo malo de las prácticas. Por ejemplo, las escenas anales muchas veces se cortan porque la actriz o el actor terminan ensuciándose.

Además, hay una implícita aceptación de todo. Es como esas escenas de violación del hentai donde la violada acaba disfrutándolo. El mensaje es que se pueden superar todos los límites y va a estar bien. Si la actriz dice que no quiere anal, el hombre le mete un dedo sin permiso y, calentita, ella se deja. O bien se está retorciendo del dolor y mordiendo la almohada pero no por eso se retira.

Lo que debes entender es que eso es todo actuado y que las actrices no harían muchas de las cosas que hacen si no les pagaran. Aparte, las mujeres en conjunto no estarían dispuestas a todas estas cosas ni aunque se les pague. Cada persona tiene sus límites y sus preferencias y en la vida real no le va a gustar todo lo que te guste a ti. Piensa en el porno como en el romance perfecto de las películas: no es realista. Algo así no existe; pensarían que estás loco si te comportaras en el mundo real como un actor enamorado. Hasta las canciones de amor más escuchadas son bastante patológicas. Entonces, lo que vende no es sano. Aplicalo a lo que ves en la pornografía.