Segundas oportunidades

Capítulo 18

Harry se movió cansado cuando se dio cuenta de un llanto proveniente del final de su cama. Cuando sintió que la cama se movía, miró hacia un lado y vio a Tom levantándose de la cama, su pecho pálido y desnudo destacando contra el negro oscuro de sus pantalones de dormir. Vio como Tom se tambaleaba hacia el catre que estaba sentado al final de la cama, se agachaba gentilmente y sacaba a su hijo que lloraba de sus mantas. Harry sonrió mientras veía las pequeñas extremidades pateando y golpeando con disgusto incluso cuando los gritos hambrientos llenaban la habitación.

Su corazón se calentó y dio un latido cuando pudo captar la expresión en el rostro de Tom mientras le sonreía a su bebé, la sonrisa en su rostro todavía tenía el mismo rastro de incredulidad cada vez que lo veía, aunque ya había sido. una semana desde el nacimiento. Sus ojos rojos apenas dejaron la cara de su hijo cuando se inclinó para tomar la botella con la que apareció Missy, moviéndose para sentarse en el sillón que habían colocado junto a la chimenea. En el momento en que Tom estaba haciendo la mayoría de las tomas nocturnas, considerando que Harry todavía estaba cansado por el nacimiento, su magia rejuvenecía a lo que Burns les aseguró que era una velocidad impresionante para un nacimiento masculino, pero aún se estaba tomando su tiempo.

Harry movió la cabeza tan silenciosamente como pudo para poder ver a su amante y a su hijo donde estaban sentados, los sonidos de la succión ansiosa ya provenían del frente de la chimenea, los gritos terminaron tan pronto como Tom rozó el pezón del botella sobre labios diminutos. Su hijo era un buen bebé en realidad, solo lloraba cuando tenía hambre o cuando necesitaba cambiarse, había preocupado a Harry durante los primeros cinco días, haciéndolo llegar constantemente para verificar que su bebé estaba bien, solo para encontrarlo acostado bastante felizmente.

Tom sonreía y tarareaba suavemente mientras veía a su hijo alimentarse, haciendo sonreír a Harry mientras acurrucaba las mantas un poco más sobre sí mismo. Al ver el movimiento por el rabillo del ojo, Tom miró hacia arriba para encontrar ojos verdes abiertos y mirándolo con una expresión que le cortó el aliento. Nadie jamás lo había mirado con tan puro amor y felicidad en toda su vida, había visto admiración y lealtad eterna y había pensado que podría estar contento con eso y los destellos de amistad que a veces veía. Pero al ver esto, al ver la sonrisa cansada de Harry para él, no sabía cómo había vivido sin ella, pero estaba seguro de que no podría volver a vivir sin ella.

Harry, al ver que lo habían atrapado, sonrió a Tom mientras se sentaba y se deslizaba de la cama con una pequeña mueca de dolor, todavía sintiéndose tierno y un poco adolorido. Caminando suavemente por la habitación, se sentó en el brazo del sofá y pasó una mano por la cabeza de su hijo antes de estirar la mano para acariciar con el pulgar la mejilla de Tom antes de inclinarse para darle un suave beso.

"Se supone que debes estar descansando", dijo Tom en voz baja.

"Quería unirme a mis chicos," Harry se encogió de hombros, retorciéndose un poco para poder descansar su cabeza en el hombro de Tom, mirando a su pequeño hijo alimentándose felizmente.

"No he sido un niño en un buen tiempo Harry", resopló Tom divertido.

"Bien, quería unirme a mi familia," Harry sonrió con alegría ante la palabra, obteniendo una sonrisa de respuesta de Tom.

"¿Cómo te sientes?" Tom preguntó preocupado rozando sus labios sobre la sien de Harry.

"Está bien, todavía un poco tierno," Harry se encogió de hombros.

"¿Estas listo para mañana?" Preguntó Tom.

"Casi," resopló Harry. "Aunque creo que si no sucede pronto, Draco se va a desmayar de la emoción", se rió Harry.

"De hecho, aunque creo que puede disminuir nuestra autoridad cuando tenemos que luchar potencialmente contra Severus, Draco, Fenrir, Hermione, tu colección de Gryffindor y Lucius para mantener a nuestro hijo en brazos", sonrió Tom.