『𝓒𝓪𝓬𝓱𝓸𝓼』 【𝑸𝒖𝒂𝒄𝒌𝑯𝒂𝒍𝒐】

𝓔𝓷𝓽𝓲𝓮𝓻, 𝓿𝓲𝓿𝓪𝓷𝓽

❬ CW: scent kink ❭

Puede que tengas algunos malos hábitos, pequeñas cosas que no se pueden enviar al ser un demonio, para ti, más específicamente, es hurtar, lo haces sin pensar. ¡En serio! Tomando pequeñas cosas a las que no le tomen real importancia, no puedes estar muy seguro pero crees que va más allá del objeto, es el tener algo de alguien más en tu posesión y aunque no lo sepan, volverlo a reclamarlo como tuyo.

Así que cuando sin pensar tomas el gorro de Quackity cuando él está distraído, realmente no lo notas, no hasta que revisando tu inventario te topas con la prenda, llamando tan estrepitosamente tu atención, azul marino, fuerte y estridente, casi es tonto como paso tan desapercibido.

Es un hábito terrible, lo sabes, intentas crecer más allá de tus viejas costumbres, así que realmente tenías la intención de devolverlo, pero que tú de todas las personas tengas el gorro del híbrido, tu y solo tú, bajo tu total posesión, es una sensación burbujeante, tan solo quieres prolongarla un poquito más.

Eso no lo hace correcto, así que la próxima vez que lo veas se lo darás.

El problema es que la siguiente vez que lo ves no se lo das.

Trae un gorro diferente, uno que le habías visto con anterioridad, pero no tanto como el que resguardabas celosamente en un baúl protegido, sólo puedes asumir que el que tienes es su favorito, sonríes por dentro, tienes su favorito, lo tienes, lo tienes.

Entre esto y aquello no tienes la oportunidad de devolverlo, pero si tienes la oportunidad de tomar el gorro que trae en ese momento.

Eso hará un poco más difícil devolver el primer gorro, y el segundo para el caso, tal vez deberías hornear unos muffins de disculpa.

O mejor aún, piensas mientras guardas el segundo gorro junto al primero en las profundidades de un cofre bien escondido, este sería el troll perfecto.

Esperaras y verás cuánto tarda el híbrido en darse cuenta de que eres tú quien tomó sus icónicos gorros. Se pondría todo irritado y sonrojado, sería hilarante. Tal vez si tengas que hornear los muffins al final.

Así que la siguiente vez que lo ves le pregunta por sus otros gorros, casi no puedes aguantar la risa, pero él solo te dice que lo más probable es que los haya perdido (lo cual es técnicamente cierto, pero no realmente), pero aún así realmente no le importaban. No sonaba correcto, claro que no, el híbrido parecía que nunca se quitaba su gorro, el gorro que tú tenías, poseías.

Entonces, toda esta situación era un poco peculiar, los demonios solo tomaban cosas que no dejaban más que una sensación difusa de que algo faltaba, pero esto no era otro pequeño desliz tuyo, esto era, ¿Qué era? ¡Una broma! Si, una broma, tomaste algo realmente importante del otro, una característica, no una sino dos veces.

Así que lo haces tres veces más.

En este punto ya era un poco vergonzoso aceptar el bulto de gorros que se acumulaban en tu baúl, pero a mitad de camino conseguiste una nueva motivación, una pequeña curiosidad que se había convertido en una gigante ¿Cómo lucía realmente el cabello de Quackity?

Por un tiempo pensaste que realmente era calvo, no es haya nada de malo con ser calvo, pero al robar, tomar prestados sus gorros, te corriges, notaste que en realidad tenía cabello, pero no es como que pudieras apreciarlo, si no querías ser atrapado en el acto tenías que irte del lugar tan rápido como los tomabas.

Así que en las noches te quedabas pensando en cómo sería su cabello, parecía oscuro y largo, pero sería ondulado o completamente lacio, sería suave o crespo, definitivamente tenía que ser suave, piensas, suave en tus manos mientras lo peinas suavemente con tus dedos, gruesos mechones entre estos, y si los cerrabas podrías tomar un buen puñado para...