𝗿𝘂𝗱𝗲 𝗯𝗼𝘆. ᘏ ' ❪ johnyong. ❫

𓏲𒄬 ̳ 'ﾞʾ two.

—Adentro —Es la demanda del mayor cuando lo empuja hacia el cubículo más cercano, cayendo Taeyong sobre la tapa. Johnny lo mira desde arriba, superior y sensual, cuando se saca la chaqueta y la deja caer al suelo.

— ¿Qué haces?

—Cállate —Johnny no tiene vergüenza en que el contrario se de cuenta de la reacción de su cuerpo, incluso un poco orgulloso Taeyong de haber provocado una erección en el contrario, obteniendo el comienzo de la propia al sentarse Johnny sobre sus piernas.

Se besan, tanto y tan fuerte, tan húmedo y prohibido que el pensar en lo que hacen les sube el lívido por los cielos, chocando sus labios, sus caderas buscando la fricción ajena y gimen, sin freno ni pudor. Johnny le besa el cuello, le pasa las manos por el pecho y la espalda, le araña la piel y le muerde las clavículas, marcando a su gusto la nívea piel del menor, quien echa la cabeza hacia atrás, preso del placer y lleva sus dedos al pantalón del mayor.

Un gemido ronco es su respuesta, un sí implícito que hace a Taeyong sacar el botón del ojal y bajar el cierre, antes de seguir con el propio. Johnny se entretiene en su cuello, en sus hombros, le saca la camiseta y sigue con la suya, después de susurrarle un "nos vamos a ensuciar" a Taeyong que le sabe a gloria.

Johnny se pone de pie, sus pantalones a mitad de sus glúteos y la firme y húmeda erección aprisionada bajo la tela blanca, reclamando atención al ser liberada, la rosada punta bañada del preseminal, Johnny ondeando sus caderas hacia delante y atrás rodeando su miembro.

Taeyong traga saliva, se levanta apenas lo suficiente y baja con cuidado el elástico, ante la mirada fija de Johnny en sus movimientos. De pronto demasiado cohibido, se detiene antes de bajarlo por completo.

—No es un buen momento, Lee —Johnny no detiene el suave vaivén sobre su cuerpo.

—Lo sé, es sólo que... nunca, yo...

—Entiendo —Johnny se acerca, con cuidado y sus ojos fijos en los ajenos, brillantes. Rodea la cadera del menor con sus piernas, erguido sobre su pecho mientras libera de a poco el miembro erecto de Taeyong—. Yo tampoco.

Taeyong gime al sentir la mano de Seo rodear ambas erecciones, una dulce y caliente fricción que los embriaga y sabe tan bien, se siente tan bien. Es el mayor quien se mueve primero, empujando hacia arriba, rozando deliciosamente contra Taeyong quien le muerde los labios y afianza de los costados del cubículo. Cuando el mayor de ambos le sujeta el cabello desde atrás, es el delirio, el infierno mismo revestido de ardiente tentación, nuevas sensaciones abrumadoras que lo atascan por completo nublando sus sentidos.

— ¿Tae? —Llama alguien desde el otro lado de la puerta, dando toquesitos insistentes que le disparan la migraña a un frustrado Johnny. El azabache suelta un quejido ronco, levantándose de golpe y dejando a Taeyong completamente descolocado y todavía en el limbo—. ¿Está todo bien ahí?