02. ❝LOVE HANGOVER❞

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El profesor Kingston sacó un cinturón del primer cajón de su mesa de luz

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El profesor Kingston sacó un cinturón del primer cajón de su mesa de luz. Con este ató las manos de su alumno estrella, Remus Lupin. No estaba fuerte, pero tampoco se podía salir con facilidad. El mayor hizo que Remus se ponga en cuatro y con unas cadenas ató las esposas improvisadas al respaldo de la cama.

silencius —Kingston se encargó de que nadie escuchara los gemidos del menor. Sin embargo, agarró otro cinturón y se lo puso en la boca.

Se acomodó por detrás de Lupin y justó cuando estaba por entrar en él, se escuchó una voz...

—Remus, Remus —alguien lo llamaba y lo movía—. Lunático, despierta.

En ese momento todo volvió a cobrar sentido. James, Sirius y Peter se encontraban alrededor del chico mirándolo fijamente.

—Estabas gimiendo...—contestó Sirius con un tono bajito y la voz quebrada de la vergüenza. Lupin se limitó a taparse la cara con las frazadas. Estaba roja de la vergüenza.

Era lunes otra vez. La fiesta había sido un viernes y no quiso salir de la sala común de Gryffindor para no tener que encontrarse con su profesor, Jacob Kingston. El adulto lo había flechado, pero su relación no se sentía correcta. Remus se encargó de echar a sus tres amigos.

Cuando levantó las sábanas se encontró con una gran erección. No iba a tocarse, estaba llegando tarde a sus clases, por lo que decidió darse una ducha con agua helada. Con mucha suerte eso iba a calmar las aguas.

Para su mala o buena suerte, le tocaba clase de pociones a primera hora. No quería entrar, pero tampoco quería levantar sospechas entre sus amigos, y mucho menos que le pareciera a Kingston que le importara lo que había pasado. Aunque sí era verdad, le había importado y ahora no se sacaba al hermano mayor de su mejor amiga de la cabeza. Negó con la cabeza. Iba a entrar a esa aula, definitivamente.

Ni se molestó en sentarse al frente. Eligió el asiento más al fondo. Quería estar tranquilo. Aunque la sensación de tranquilidad se esfumó al cabo de unos minutos.

—No te vi en todo el fin de semana, Rems —Liv se sentó a su lado en cuanto entró al salón de clases—. ¿Pasó algo?

—No, tranquila, sólo estuve con mucha resaca —Remus intentó sacar a su mejor amiga de encima. Cuantas menos preguntas mejor. Nunca iba a admitir que se acostó con su hermano.

Si bien el profesor le llevaba a Olivia muchos años, ambos eran muy unidos. Liv lo tomaba como un padre y un ejemplo a seguir dado a que Henry, padre de ambos, los había abandonado desde muy joven. Su madre, por otro lado, murió en el parto de Olivia. Ella no se perdona. Creció sintiéndose la culpable de la muerte de su amada madre. Sin embargo, Jacob se encargó de cuidarla y de que nunca le falte nada. Se había comportado como un gran hermano con ella.

CALL ME, DADDY ───remus lupinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora