Capítulo 3: sentimientos

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Sí, Chuuya había estado enamorado, pero ese poema no tenía nada que ver con eso. Ese poema no era de amor, para nada.

Si lo obligaran a confesar, Chuuya diría que lo escribió recordando su amistad con Dazai, los buenos recuerdos que tenía de esos años que estuvieron juntos. Pero para nada era amor.

Cuando escribió el poema simplemente sintió la inspiración y salió tan fácilmente que Chuuya no podía creerlo.

Pero Chuuya no podía contar la verdad. Todo el mundo creía que el poema era de amor y todos quieren ser la persona que le gusta a Chuuya.

-Chuuya-san.- dijo una de sus compañeras.- Alguien lo busca.

Chuuya miró hacia la puerta del aula y vio a una chica de segundo que se escondió detrás de su amiga en cuanto se dio cuenta de la mirada de Chuuya.

-¿Otra declaración?- preguntó John, su compañero de clases.

-Cállate.- respondió Chuuya.

Toda la semana había sido lo mismo. Las chicas venían a ver a Chuuya, le llegaban cartas de amor, y muchas otras le pedían verlo detrás de la escuela, todas querían confesarse.

Había chicas que ni siquiera conocían a Chuuya, pero les gustaba pensar en la posibilidad de gustarle a un chico como él y entonces lo buscaban para confesarse.

Chuuya estaba harto.

-Mi amiga quiere hablar contigo después de clases.- dijo la amiga de la chica.

-No puedo, veré a alguien más. - contestó Chuuya.

-¿Alguien llegó antes que nosotras?- preguntó la chica.- ¿Qué tal durante el almuerzo?

-También veré a alguien.

La chica suspiró.

-¿Qué tal mañana temprano?

-Tu amiga no es la persona que me gusta.

Las dos chicas lo miraron asombradas. Así como corría el rumor de que Chuuya estaba enamorado, también se decía que él las rechazaba a todas amablemente, se tomaba su tiempo para oírlas y se disculpaba. Su respuesta ahora había sido grosera.

-Oye,- comenzó a decir la amiga de la chica que pensaba confesarse.- eso fue grosero. Al menos dale la oportunidad de confesarse adecuadamente.

-No tengo tiempo.- dijo Chuuya.- No es ella, no eres tú, no es ninguna de las chicas que se han confesado antes.

La chica miró molesta a Chuuya y se dio la vuelta.

-Tal vez le gustan los hombres.- murmuró y se fue, junto a su amiga que aún quería buscar una oportunidad para hablar con Chuuya.

-Eso fue desastroso.- dijo alguien detrás de él.

-Cállate, bastardo.- dijo Chuuya. Sabía perfectamente que se trataba de Dazai.

-Bueno, al menos te ahorraste dos confesiones.- dijo Dazai.- Con esas dos ya van... ¿veinte?

-Veinticinco.- dijo Chuuya.- Veré a dos chicas más tarde, y recibí tres cartas más esta mañana.

-¿También vas a rechazar a las chicas que verás después?- preguntó Dazai mientras seguía a Chuuya que caminaba a su lugar.

-No te incumben mis asuntos.

-Tienes razón.- dijo Dazai, y después fue a sentarse a su lugar, donde sacó un cuaderno.- Pero debo saber si planeas rechazar a todas las chicas de nuestra escuela.

(•••)

-Él es Akutagawa.- dijo Atsushi mientras comía con Tanizaki y miraban por la ventana a un chico que no dejaba de escribir.

Guía Para Ser Un Escritor Y No Fracasar En El Intento (Por Akutagawa Ryunosuke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora