Miradas de odio
— Resulta que sufro de discriminación al igual que tú y todos los extranjeros que vienen a estudiar aquí. -dice Nayeon sonriendo forzado-
— Bueno. Que eso no te importe. ¿Sabes porque? Entre todos podemos apoyarnos ¿No crees? -dice Jaemin sonriendo- Somos todos seres humanos, tenemos la misma sangre corriéndonos por todo el cuerpo. ¿Cuál es el problema? ¿Que hablamos otro idioma y tenemos los ojos achinados?
— Hmm. Es mucho más que los ojos achinados. ¿Acaso haz visto mi cuerpo por un segundo? -dice Nayeon comenzando a llorar-
— Oye no llores. -dice Jaemin preocupándose y limpia tiernamente sus mejillas llenas de lágrimas- Podrás insultar tu cuerpo todo lo que quieras pero para mi eres hermosa.
Quedó totalmente encantada con mis palabras. Nayeon era una persona pálida, de poca grasa corporal y pocos senos. ¿Pero a quien le importa? A la mierda los estereotipos de esta generación.
Hablé con ella un rato. Llegó la noche y me acomodé en mi cálida habitación sonriendo. Mi compañero de cuarto era un pendejo pero sabía que mañana sería un excelente día. Siempre puse mis sueños por delante y a mi novio igualmente. Durante la noche tuve un sueño húmedo. Soñé que un hombre de manos suaves, piel pálida y voz gruesa me embestía como un animal. Yo gemía como si me fascinara el acto. Jamás me a gustado el sexo. Es una droga y es la peor de todas. Una vez lo pruebas no puedes parar de hacerlo. Pero... ¿Quien era ese hombre que tomaba mis caderas con fuerza y me embestía tan placenteramente? Desperté con mi miembro erecto y espere que se bajara solo. Como ya dije, el sexo es una droga, la cual nunca quise consumir.
Cuando llego el amanecer me duche me vestí y salí temprano a desayunar a la cafetería. Hacía mucho frío, estábamos en temporada de otoño y la ciudad de Manhattan comenzaba a sentir el frío de la navidad. La cafeterias llenas de personas que irían a sus trabajos y yo era el único estudiante en la fila. RenJun tenía razón. Habían chicos apuestos en Nueva York, pero ninguno se asimilaba a la belleza de mi novio. Compré un latte delicioso con algo de crema y un una dona glaseada. Los dulces coreanos eran mil veces mejor pero debía acostumbrarme al cambio.
— ¿Que comes? ¿Me compraste uno? -dice Nayeon parándose a su lado- Buenos días cabeza de moras.
— ¿Ca-Cabeza de moras? -dice Jaemin sin entender el apodo-
— Tu cabello huele a moras. -dice Nayeon sonriendo y le muerde la dona-
— ¡No- ¡Tramposa! -dice Jaemin riendo-
Sentía una extraña mirada y volteé a ver a todos lados disimuladamente y vi a un Hyung apuesto de perfil muy varonil de brazos cruzados viéndome junto a Nayeon desde adentro de la cafetería.
— ¿Quiere que la mate? -dice Yeosang muy serio-
— Por su puesto que no. Solo es una mocosa fastidiosa Yeo. Por ahora. -dice Jeno viendo su tableta y tomando a sorbos su café siendo escoltado-
— De acuerdo mi joven amo. -dice Yeosang y se retira-
El director nos vio por la ventana bastante serio como de costumbre. ¿Acaso me odiaba? Voltee buscar las miradas y la encontré. Era el. Me miraba fijamente a los ojos con odio reflejado y un aura oscuro.
— ¿Quien eres tú? -susurra Jeno mirándolo desde lejos-
Sentía miedo y decidí irme con Nayeon a otro lado. Fuimos a clases, nos ayudamos mutuamente en las tareas, hicimos muchas anotaciones en especial de Química y fuimos a almorzar.

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AT YOUR SIDE: lust
Fiksi PenggemarEl amor y la obsesión, son como dos imanes. Si ambos están en sus polos correctos pegan a la perfección. Pero si uno de los imanes se voltea, los polos se contradicen. Segunda temporada confirmada