Nihonkoku Shoukan: Advenimiento del Señor Demonio (Gaiden Volumen 1)

Capitulo 4 - Reuniones y despedidas

Tierra de Topa

"¡Ogro rojo! ¡Ogro amarillo! ¡Ah, también Malastras!"

"¡Gran Señor Demonio! ¡Apurarse!"

"¡Los emisarios nos persiguen!"

Montado a lomos del Dragón Rojo, el Señor Demonio y sus subcomandantes corrieron a la tierra de Topa con la 2° División pisándoles los talones. A partir de hace más de una semana, los barcos voladores de los emisarios los han investigado a un ritmo frecuente, lo que les ha hecho sentir que pronto comenzarían un ataque total. Dado que los emisarios también parecen querer que vayan a la tierra de Topa, Nosgorath, que ya había decidido retirarse a Grameus, lo encontró conveniente.

Sin embargo, fue en la tierra de Topa donde los emisarios comenzarían su ataque total.

Innumerables explosiones intensas estallaron desde el norte y el sur, haciendo que pareciera que el mundo mismo estaba cambiando. Detrás de ellos, los dragones terrestres de hierro y sus explosivas fuerzas mágicas portadoras de magia finalmente aparecieron de nuevo, bañándolos en una lluvia de explosiones, ondas de choque y llamas cuya intensidad no habían visto en 2 años. Desde el cielo, trozos de metal que contenían magia explosiva cayeron implacablemente sobre ellos, acabando con los trasgos y orcos supervivientes en un abrir y cerrar de ojos.

"¡¿E-es este ... el verdadero poder del Dios Sol?! ... ¡Es inútil! Sin el Emperador Demonio, no podemos ... "

En este punto, el Dragón Rojo solo podía proyectar su protección hasta su cabeza. Nosgorath, traumatizado por su cercanía con un proyectil de 14 cm, no tenía ninguna intención de luchar en primer lugar. El rugido de los motores que venían del cielo se hizo irremediablemente más fuerte a medida que se acercaban. El sonido se grabó profundamente en las profundidades de los corazones de Nosgorath y los ogros.

* * *

"Parece que no pudimos golpearlos después de todo. A menos que el Dragón Rojo se quede sin magia, eso es ... "

Galeos, sentado en la parte trasera de un coche de mando, dijo. Junto a él estaba Matsushita.

Habiendo esperado a la 2° División en el sur de la tierra de Topa, Matsushita y los demás unificaron apresuradamente sus fuerzas una vez más. Por última vez, Matsushita, Kasai, Tanaka y los demás tomaron el mando de sus respectivos frentes en la operación. Originalmente había una sugerencia para que Luca neutralizara el campo gravitacional alrededor del Dragón Rojo, pero requería que Luca estuviera cerca para que ella lo lograra. Tener un grupo de magos, y mucho menos una mujer solitaria, se acercó a un lugar donde concentraron su bombardeo fue algo imposible para los japoneses. En cambio, como sugirió Galeos, optaron por agotar sus municiones para que el Dragón Rojo agotara su magia restante, pero pronto, terminaron escapando.

"Si lo dejamos escapar y correr libremente, será problemático ... La velocidad del Dragón Rojo es inesperadamente rápida, así que a este ritmo, es posible que tengamos que perseguirlo hasta Grameus ..."

"No es necesario que hagamos eso".

"¿Perdón?"

* * *

Al final de la tierra de Topa había un istmo que conectaba Filades y Grameus. Allí, las mitades de la Alianza y los japoneses finalmente pudieron volver a verse después de 2 años y sus comandantes se reunieron una vez más. Después de haber luchado sin cesar durante 2 años, los soldados de ambos bandos, a pesar de poder descansar, se encontraban en un estado de agotamiento total. 5 días después del inicio de la reunión, decidieron tener un día de descanso.

"Cuánto tiempo sin verte, Tanaka".

"Ah, yo también estoy aliviado de ver que te está yendo bien".