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Es una sensación horrible. ¿Saben cuál? La presión.

Estar presionado a hacer algo sin tu consentimiento o forzarte a hacer algo con lo que no estas a gusto es un horror. Es como que no tienes poder sobre ti mismo, no tienes decisión propia, no puedes decir algo tan simple como "no". Tienes que hacer todo al pie de la letra porque sino quien te presiona se decepciona y paga las consecuencias contigo.

Eso, pasa con Riley todos los días de su vida.

Su familia es de alta clase, de mucha vanidad y ambición. Pero Riley es todo lo contrario, y eso es lo que hace que su familia la presione a ser de una forma que ella no quiere ser.

La obligan a tener excelentes notas en la escuela, a siempre caminar derecha, a no hablar con todo tipo de persona y muchas situaciones que no son de su contento pero que igual tiene que hacer.

Desde pequeña fue criada y moldeada a la forma, figura y semejanza de sus padres. Pero lo que ellos no saben es que a veces si y a veces no ella saca otra personalidad que no es la que ellos le inculcaron.

Por eso es que ella todas las noches llora. No hay un día en sus padres no le recriminen algo o les moleste cada cosa que ella haga. Y un pequeño sentimiento de odio y rencor estar naciendo en su interior pero que en la escuela lo camufla cada día como una persona fresa que es super dulce y amigable con todos, cosa que, si sus padres llegan a saber algún día, ella estaría en graves problemas. Porque a ellos no les gustan las personas, no les gusta la sociabilidad, siempre se mantienen alejados de las personas, solo se reúnen con personas de su misma clase o mejor.

— Espero que hoy seas la mejor en la clase y estudies un montón. Ya sabes que cosas tienes que hacer y que no. No tengo que repetírtelo. Termina de arreglarte y Isa te llevará a la escuela hoy porque Tine está enfermo. — comenta su padre en la entrada de la habitación de Riley.

— De acuerdo papá. — Responde, no mirándole a los ojos y con una muy leve reverencia hacia él.

Cuando ella termina de arreglarse se dirige a la cocina para desayunarse, con el mismo semblante serio. Ni bien amanece y ya le están dando órdenes, que patética vida. Iba a saludar a su cocinera, pero su madre estaba ahí, y a ella no le gusta el contacto de su hija con sus subordinados.

Toma asiento en el taburete para tomar su desayuno, pero no se percató de que al sentarse no se acomodó la falda correctamente, y es algo que su mamá estaba observando.

— Riley Emiliana, párate en este instante. — Le dice su mamá notablemente molesta. — ¿Cómo te he enseñado yo a ti que debes hacerles a las faldas cuando te sientas en una silla? — Pregunta su madre con un tono de reproche. Riley esta parada de frente sin dirigirle la mirada.

— A-así... — Responde Riley haciendo el ademán de que tiene que acomodar la falda con su brazo antes de sentarse.

— ¿Y entonces porqué no lo hiciste? Cada día más aprendes menos, no lo entiendo. Cámbiate esa falda y ponte un pantalón, que seguro, así como lo hiciste aquí lo harás en cualquier otro lugar.

Y Riley solo pude asentir y dirigirse de nuevo a su habitación para cambiarse la falda, no haciendo ningún gesto frente a su mamá pero que inmediatamente puso un pie en su habitación, hizo todas las rabietas posibles en mute descargando su enojo en la falda que se quitaba. Se colocó un pantalón deportivo y le dio un toque a Isa para que sepa que ella estaba lista para ya irse a la escuela.

Sale de su casa, y se sube a la parte de atrás del auto con Isa conduciendo delante. — ¿Te gustaría algo de música? — Le dice Isa muy amablemente viéndole su expresión triste. Isa es uno de los choferes más jóvenes y se podría decir que es el que mas simpatiza con Riley a escondidas de sus padres, por eso cuando a el le toca llevarla y que siempre la ve con su ánimo por el suelo, trata de animarla, aunque sea un poco.

•𝒥𝓊𝓃𝓉𝑜 𝒶 𝒯𝒾 • 𝚃𝚊𝚎𝙺𝚘𝚘𝚔 'TK'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora