✨Dejé música✨
Althea
Nunca pensé ver a mi mamá tan enojada cómo lo está en este momento. Su cara, antes con una sonrisa, se convirtió en una con las cejas fruncidas y expresión de enojo.
-Mamá- le hablo para que se tranquilice-. Lamento no haberles contado antes, fue mi error, pero ya estoy viviendo con los chicos, son muy educados.
Mi yo de adentro se muere de risa al describirlos de esa manera.
-Althea- pronuncia mi nombre como si fuera advertencia-. Quiero que ya mismo me digas dónde está ese lugar y vamos a mandar ahora mismo a unas pers on as para Que vayan a buscar tus pertenencias.
-Mamá...
-¡Nada de eso!- exclama-. Estuvimos de viaje de negocios por muchos días pensando que estabas en casa a salvo, y estabas con unos tipos a los que apenas conoces!
-Los conozco hace mucho- le digo cruzándome de brazos-. No son unos extraños.
-¡Vas a volver a vivir en esta y punto!- grita más enojada que antes.
-No pienso volver a casa, ya te dije que encontré un lugar seguro en el que podré quedarme mientras esté en la universidad, además está cerca- me justifico con decisión.
-Ya he hablado- declara-. No puedo creer la decepción que me has causado, traicionaste mi confianza. Me equivoqué contigo.
Auch. ¿Escucharon eso? Eso fue una parte de mi corazón cayéndose al suelo. Que tu propia madre te diga que está decepcionada de ti es una cosa que se quedará marcada en ti, o por lo menos a mi me dejará marca por mucho tiempo.
Me reúno de valor sacando a la vista mi máscara fría y dejando de lado la de la niña a la que le han dolido las palabras de su madre.
-No pienso volver a casa, mamá- declaró lo más segura de mi misma que puedo estar-. Ya he tomado la decisión de vivir en esa casa, y no cambiaré de opinión.
-Si no piensas volver a esta casa- comienza-. Olvídate de que te mantengamos económicamente, tendrás que darnos todas tus tarjetas.
-¿Mamá?- musito frunciendo el ceño.
-Marine- dice mi papá apoyando su mano en el hombro de mi mamá- ¿No piensas que estás yendo muy lejos? Hablemos esto con tranquilidad...
-Rafhael, nuestra hija nos ha estado mintiendo sobre en donde estaba en todos estos días en los que no estuvimos- le dice-. No pienso dejar que se salga con la suya, si no quiere vivir en esta casa que no lo haga, pero no voy a mantenerla económicamente cuando ella no me está obedeciendo.
-¿Por qué haces esto?- le pregunto sin sacar mi máscara sin sentimientos-. No tienes que quitarme mis tarjetas.
-¿Hablas de las tarjetas que yo y tu padre te dimos?- inquiere-. Si ya no tienes otra cosa que decir más que excusas, hazme el favor de dejar tus tarjetas en mi mano.
-Me estás tratando como si no fuera tu hija- digo negando con la cabeza.
¿En que momento cambió todo en ella y se volvió así de fría?
-¡Mi hija se comportaría y no me hubiera mentido por todos estos malditos días!- grita y cierro los ojos por el susto-. Que pensarán las demás personas, sabiendo que tú, siendo mi hija estabas por la calle haciendo cosa que se te de la gana. No tengo idea que otras cosas habrás estado haciendo por ahí.
-¿Qué insinúas?- inquiero.
-Estando sola con 6 hombres en esa casa- dice con repugnancia-. Pensé que crié a buena chica.
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Siempre tú, Killian
Novela JuvenilAlthea Rosé. Esa soy yo. Lectora de 17 años obsesionada desde los 10 con el romance, misterio, asesinatos, fantasía, con todo. Mi mejor amigo es el único con el que hablo y me junto, a diferencia de mi, el si tiene vida social. Yo me dedico a estar...