–¡Feliz navidad!–grito Saida-san, abrazándome y dándome un regalo.

–Ah, jaja, Saida-san, no grites, estoy frente a ti–dije con una gotita de sudor–y gracias, toma tu regalo también.

–Gracias, ___-chan, me alegra pasar navidad contigo, eres especial para mí.

–Nunca me lo habías dicho, quiero decir... Casi no eres tan expresiva–dije mirándola y ganandome una mala mirada.

–Cállate, harás que me arrepienta–decia cruzando los brazos mirando a otro lado con un pequeño sonrojo.

Estábamos en el suelo, al lado de la chimenea, hacia un frío horrible, el calor de la chimenea nos mantenía caliente.

–___-chan, ¿No crees que tu novio se está tardando? Dijo que ya vendría, ¿No?–interrogó la pelirroja.

–Tienes razón... Dijo que ya vendría... Eso fue hace una hora... Tal vez esté ocupado o algo, con sus hermanas o algo, no hay que preocuparse–decia Yuriko, aunque ella estaba preocupada.

–Bueno, si tú lo dices... Entonces esperemos un poco más.

La pelinegra solo asintió.

Así pasaron 5, 10, 15, 40 minutos y nada, ni señas de Mitsuya, a lo que las dos chicas se estaban preocupando.

–___-chan... Muero de hambre–decia Saida tocando su estómago.

–Yo igual, creo que a Taka-chan no le importará si comemos antes que el–dijo parándose del lugar mirando hacia la puerta.

Minutos después ___ y Salida se encontraban comiendo la comida que ___ había hecho, quería competir la comida con Mitsuya y Saida, pero no había posibilidad de hacer eso.

Al terminar de comer, ___ lavo los platos mientras pensaba en su novio, el siempre le avisaba cuando salía de su casa para verla, cuando estaba en camino y cuando estaba afuera de su casa, le era raro que no le respondiera incluso los mensajes. Eran máximo unos 58, sí, tantos, le preocupaba mucho el que le podría pasar a su pareja, además, ya era noche, aproximadamente las 11:20.

–___-chan, voy a pon–el grito de la pelinegra la interrumpió.

–¡SAIDA-SAN, ME ASUSTASTE, NO HAGAS ESO DE NUEVO–dijo ___ poniendo una mano en su pecho.

–¿De qué hablas? Yo solo hablé normal, estabas tan metida en tus pensamientos, quien sabe que pensamientos serán–dijo mirándola de mala manera.

–¡No, no es lo que piensas!–decia la menor con vergüenza sonrojandose.

–Lo sé, lo sé, aún eres pequeña, no dejes que nadie te perturbe tu mente–dijo sonriendo de lado ahora viéndola con ternura.

Para Saida, ___ era como una hermana pequeña a la quería y amaba cuidar, daría su vida por ella.

Después de la plática Saida puso una película, Barbie, ambas amaban esa película.

Todo era diversión hasta que escucharon que alguien golpeaba la puerta.

–¿Eh? ___-chan, alguien está golpeando la puerta–dijo su amiga tocándole el hombro, ya que la otra estaba metida en la película.

–¡Oh! Sí... Sí. ya voy–parandose del sillón, yendo a la puerta.

–Tal vez sea Taka-chan, se le abra hecho tarde.

–Sí, muy, pero muy tarde–dijo Saida sin despegar la vista del televisor.

Cuando ___ fue a abrir la puerta encontró un regalo, se le hizo muy extraño, más porque ya era súper tarde, la 1 de la madrugada, aún así lo tomo y llevo adentro.

–Saida-san, alguien dejo un regalo.

–¿Sí? Anda, no esperes y ábrelo ya–dijo volteando a verla, quería saber que era lo que contenía el regalo.

Al abrirlo se llevó una gran sorpresa, gritos y llanto se escuchaban de las dos, el regalo cayó al suelo revelando el contenido.

La cabeza de Mitsuya.

Alguien le había regalado la cabeza de su novio como regalo de navidad.

Al lado de la cabeza había una nota que decía:

"𝐻𝑜𝑙𝑎 𝑚𝑖 𝑝𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑎 ___, 𝑡𝑜𝑚𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑖, 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑦 𝑡𝑒 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑒.
¿𝑆𝑎𝑏𝑒𝑠...? 𝑌𝑜 ℎ𝑎𝑟𝑖𝑎 𝑐𝑢𝑎𝑙𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟 𝑐𝑜𝑠𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑖, 𝑚𝑎𝑡𝑎𝑟𝑖𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑖. 𝐶𝑜𝑚𝑜 𝑠𝑒𝑎, 𝑑𝑖𝑠𝑓𝑟𝑢𝑡𝑎 𝑡𝑢 𝑟𝑒𝑔𝑎𝑙𝑜, 𝑡𝑒 𝑎𝑚𝑜" 

___ al leer eso solo se quedó paralizada, llorando a mares y gritando. Por su lado Saida estaba llorando, reunió valor y marco a la policía, en un movimiento volteo a ver a la ventana y vio una figura, era una silueta(? Parada viéndolas fijamente, podía sentir su mirada tan intensa, al cerrar los ojos y volver a mirar a la ventana la extraña figura ya no estaba, las luces se apagaron.
Escucharon unos ruidos extraños, ambas se abrazaron, intentando no separarse, tenían miedo, alguien estaba dentro de la casa de ___.

Tenían a la figura frente a ellas...

"𝑀𝑖 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑖𝑜𝑠𝑎 ___"

Salió de los labios de la extraño figura en un tono ronco.

Se aproximaba a ellas, Saida fue golpeada con un fierro, cayendo al suelo inconsciente.









Se busca el paradero de ___.

Tiene 16 años, es pelinegra y ojos cafés oscuro, se le vio por última vez en su casa festejando navidad con su amiga. La misma se encontró tirada en suelo con un golpe en la cabeza, sangre saliendo de ella, también encontramos una cabeza, le pertenece a un joven llamando Mitsuya Takashi, novio de la desaparecida, el cuerpo aún no ha sido encontrado, estamos trabajando en ello.





"𝑇𝑟𝑎𝑛𝑞𝑢𝑖𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑟𝑖𝑛̃𝑜, 𝑎𝑞𝑢𝑖 𝑛𝑎𝑑𝑖𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟𝑎, 𝑎ℎ𝑜𝑟𝑎 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑠𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑡𝑢 𝑦 𝑦𝑜, 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒..."


¡Parte final! Sí, no quedo como quería, hacer historias ya no es como antes, ahora me aburre, no sé que hacer. Creo que dejaré las historias, no digo que para siempre, tal vez si, tal vez no, depende.

𝐘𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora