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Ha pasado un mes desde lo sucedido, nadie dice nada sobre el tema, ya que era mejor olvidarlo, no queríamos más problemas y las personas metían mucha presión para saber lo que sucedió, me tenían tan cansada.

Es extraño, después de eso, una semana después sentía que me miraban por mi ventana. Son las 4 de la mañana y siento una intensa mirada, no se despega de mi, puedo ver esos ojos tan brillantes, pareciera que tiene fuego en ellos, no me deja dormir mucho, porque siento que susurran y dicen mi nombre, la verdad ya no se qué pensar.

7 AM.

Estoy caminando para tomar aire, me está afectando estar en la casa todo el día, pero ahora siento que alguien me sigue, pero cuando volteo no veo nada ni a nadie, suponía que era mi imaginación, pero no era así, oigo pasos detrás de mi, no me estoy volviendo loca, lo sé, lo sé, no soy yo, claramente oigo una risita y murmuros. Acelerando mi paso entro a una cafetería, esperando a que esa persona se cansé de esperar a que salga.

-Buenos días, ¿Qué se le ofrece? Tenemos de todo-dijo una señorita, era muy linda.

-Ah... Sí, esto... Quiero un café de chocolate.

-Claro, ya mismo se lo traigo-dijo apuntando mi pedido y yendo a prepararlo.

Estaba muy nerviosa, tenía miedo de que algo me pasará, no le avisé a nadie sobre que salí, mamá no estaba, papá había ido a trabajar temprano, mi hermana estaba durmiendo en casa de su amiga.

Estaba tan metida en mis pensamientos que me asusté cuando la señorita me tocó el hombro para decirme que mi café estaba listo.

Así pasaron 45 minutos hasta que decidí salir de la cafetería y regresar a mi casa.

-¿Cuánto es?-pregunte sacando el dinero de mi pantalón.

-30 pesos-dijo sonriendo, al parecer era muy amable y sonriente.

-¡Gracias por venir, espero y vuelva pronto, buen día!-dijo la chica que me atendió y salí del lugar.

Sentí la brisa, estaba fresco, claro, era diciembre, estaba muy frío y no traje conmigo nada, más que una blusa de manga larga y un suéter azul largo con un pans negro.

Maldita sea, porque camine tanto, estoy un poco lejos de casa.

Otra vez esos pasos y esa risa que me pone los pelos de punta, tengo tanto miedo.

"𝑃𝑜𝑟 𝑓𝑖𝑛 𝑠𝑒 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑣𝑖𝑣𝑒𝑠, 𝑚𝑖 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎 ___"

Al escuchar eso me entró un miedo horrible, tuve que volver a correr, solo podía correr y llorar, el miedo me invadió pero aún así saque fuerzas para correr, manteniendo la calma.

Corri sin fijarme en nada más, tropecé, una cinta se había desamarrado, podía sentir a la persona detrás de mi, cuando tocaron mi hombro solté un grito.

Para mi suerte era Mitsuya.

-¿Estás bien? ¿Te lastimaste? ¿Dónde te duele? ¿Por qué corrías? ¿Por qué lloras?-pregunto limpiando una lágrima que iba a caer de mi ojo derecho, tenia un tono de preocupación.

-Agh, Taka, sí, estoy bien, solo me duele un poco la rodilla y pierna, también la mano, pero está me duele más-dije intentando pararme pero fallando.

-No lo creo, déjame ver tu mano-dijo tomando de esta.

-¿Cómo vas a estar bien? Estás sangrando de la mano, vamos a tu casa y te curo, también quiero que me cuentes porque estabas corriendo, vamos, sube a mi espalda.

-Esta bien, pero no me regañes, papá-dije bromeando, ya que el era muy protector conmigo.

Solo pude obedecer, era mejor que desafiarlo, no esque no quiera, pero me dolía la mitad del cuerpo. Al subir a su espalda empezó a caminar hacia mi casa.

Al llegar me dejó en una silla y fue por lo necesario para curarme, el ya sabía dónde estaba todo, conocía a la perfección la casa.

Tardo solamente 2 minutos en ir por las cosas.

-Bien, mientras te curo, ¿Podrías decirme que fue lo que pasó?

-Bueno... Esque... Todo empezó así...

-Solo ve al grano, no te diré nada, no te criticare, ni juzgare, soy tu novio y como tal estoy para ti, para apoyarte y cuidarte, confía en mi-decia limpiando mi herida.

-Agh, bueno... Salí a tomar aire, me sentía tan estresada de estar siempre en la casa, iba todo bien, pero esuche pasos, risas y murmuros detrás de mi, pensé que era alguien x, no le tome importancia, pero se hacían más rápidos los pasos, también escuché mi nombre, al darme la vuelta no había nada, intenté convencerme de que no era nada, pero volvió a pasar, con miedo corrí hasta encontrar una cafetería, me senté en una mesa y pedí un café, así pasaron los minutos y pague para irme, pensando que esa persona tal vez se había cansado de seguirme, pero no, seguía persiguendome, ya no sabía que hacer, solo correr y llorar por el miedo, hasta que una estúpida cinta se le ocurrió desamarrarse y caí, lo demás ya lo sabes-dije recargandome en la silla, tenía ganas de llorar, incluso con mi mano libre me cubri los ojos y apretaba mis labios.

Mitsuya no decía nada, lo más probable era que estuviera pensando en que decirme para tranquilizarme.

Solo pude sentir unos brazos rodeandome, a lo que abrí los ojos.

-Perdón...-solo eso salió de sus labios.

-Perdóname, perdóname por no estar ahí cuando me necesitabas, pero debiste avisarme que saldrías, pero ya no te preocupes, a partir de ahora no te dejare sola en ningún momento, claro, te daré tu espacio, solo pídelo y te lo daré, no quiero atosigarte, suficiente tienes.

-T-taka...shi...-dije con la voz entrecortada, no podía hablar.

Las ganas de llorar se apoderaron de mi, llore en el hombro de Mitsuya, mis lágrimas corrían por mis mejillas, no podía parar, lo único que hacía el era abrázame más fuerte y sobar mi cabeza, yo me aferraba más a él, como si mi vida dependiera de eso. Después de unos minutos mi llanto paro, me separé de él y me miró a los ojos.

-Eres muy linda, ¿Lo sabías?-dijo soltando una risita, amaba escucharlo reír.

-Ya, basta, me sonrojas, además es mentira-dije riendo por los nervios mientras me iba poniendo roja y miraba a otro lado.

-No, claro que no es mentira, eres muy linda, y lo eres más cuando te pones rojita, eres tan dulce-decia dándome besos en la cara.

De alguna manera, el me hacía sentir bien, mis miedos se iban si estaba con el, podía poner mi pensamiento más negativo al más positivo con tan solo su presencia, me alegra tenerlo conmigo, me siento tan afortunada.

Pero...
















Podía sentir su mirada, esa persona tenía la mirada sobre nosotros, era tan intensa, podía sentir los celos y la envidia en ella.










Lmao, odio esto, quería hacer capitulos sobre "Chifuyu Yandere, Mikey yandere, Smiley yandere" etc, pero la historia ya se centro en Tora.

También solo haré dos capítulos más, tal vez solo dos, porque el nuevo que sacaré lo más probable esque sea el último. En este capítulo no pude pensar en nada, no tenía ninguna idea por hacer, mi mente está en blanco.

𝐘𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora