Alfa & Omega •Terminada•

Capítulo 4

Taehyung habia regresado a su habitación luego de sentirse mareado por el olor a la carne, asi que Seojoon lo llevo hasta el elevador, aun que no era muy noche se quedo dormido a penas y toco su cama, recuerda haberse topado con Namjoon cuando decidió volver al mar.

La verdad era que le había abrumado todo el alboroto pero no quería ser descortés con el pelinegro, pero su escape se vio interrumpido cuando el alto lo reprendió y lo llamo promiscuo, hubiera querido aquella reacción en el azabache. Namjoon le dijo que podría haber una oportunidad con Jeon, pero ya no estaba tan interesado como antes, solo se estaba cansando. Le dejo claro que lo que su jefe sintiera o que imaginara sentir ya no era más su asunto.

Namjoon le había dicho que tuviera cuidado con Seojoon, el castaño le grito que aquello no era su asunto, que si alguien coqueteaba con él, Namjoon debía aprobarlo ahora, ya era demasiado absurdo, y aun resuena aquella pregunta en él: "Tae, tu...¿Tú odias a Jungkook?". Claro que no lo odia, pero tan solo pensar en el le revuelve el estómago porque ni siquiera sentía odio, pero había algo más.

Le recordó una vez más que podía ser peligroso estar con alguien como Seojoon, pero se vieron interrumpidos por la presencia del azabache, sin el omega por lo que recuerda el castaño. Y ahí termino su conversación con el alto. Sin darse cuenta de la mirada embobada que le dio el azabache antes de irse.

El sol ni siquiera había salido, pero el dolor en su estomago termino por despertarlo, sentía unas nauseas terribles y un ardor en su estomago. Se levanto despacio hasta el baño, se arrodillo junto a la taza del inodoro y comenzó a vaciar su estomago, su cara de horror se vio reflejada en el liquido rojizo en el interior del inodoro, el poco liquido con sangre no era la primera vez que aprecia, así que se tranquilizo un poco, se levanto con dificultad para tirar de la cadena. Regreso a su cama, pensó en que si moría ahí mismo nadie se daría cuenta, supero toda la rabia, tristeza y miedo mientras miraba el techo de la habitación.

Se levanto lo más rápido que el dolor lo dejo para ir por otra ronda de vomito, termino y antes de tirarse sobre su cama llamo a Namjoon, al final era el único que podría ayudarlo, eran las 3:00 am aun. - ¿Hola?-. El alto sonaba ronco. Respiro profundo antes de hablar, estaba por ir por tercera vez a vaciar su estómago.

- Namjoon, ¿puedes venir un momento?, yo me siento... incomodo-. Sonó débil, por las fuerzas que estaba poniendo para no derrumbarse.

- ¿Qué paso?-.

Taehyung se sintió desfallecer, su cuerpo tembló por el dolor y ya tenia una capa de sudor sobre él. - Solo ven-. No pudo explicarle nada más, pues las náuseas ya eran imposibles de contener, corrió hasta el baño y vomito una vez más, manchando todo de sangre. Recordaba que había tenido problemas estomacales, incluso la sangre también había sido "normal", recordó la ultima visita a su medico y solo había recomendado tomárselo con calma, pues su estado era difícil de tratar, por el tiempo que ya tenia con el padecimiento.

Suspiro al recordar las veces en que había tomado algunas copas de vino, estaba molesto, solo quería salir y desahogarse por el divorcio y su cuerpo no soportaba algo así. Sus ojos vieron un destello, todo paso rápido y un viaje rápido de nueva cuenta a su cama luego de tan solo ver negro. No sabia como había llegado ahí con tan pocas fuerzas, pero al final solo escucho la voz de Namjoon mientras lo llamaba.

- Taehyung, ¿logras oírme?-. El castaño abrió sus ojos y lo miro, quería decirle que si y que se calmara, pero no tenia fuerzas para eso, había sido genial que el mayor arreglara todo para el viaje, ya que conocía el numero de habitación, así que tan solo pudo suspirar y girarse mientras se acurruco entre las sabanas.

Jungkook también sabia el numero de la habitación, porque a Namjoon lengua floja se le escapo decirle a su querido jefe cuando estaban en camino a la cena. Así fue como el azabache se dirigió a la recepción del hotel sin quitarse aun la ropa que tenia durante la cena. Llamaron a la habitación del castaño, pero nadie respondió, el hombre de la recepción lo acompaño hasta la habitación con la tarjeta para abrir, el hombre le hizo espacio, cuando abrieron la puerta. Jungkook vio la luz encendida de la cabecera. El castaño estaba aun acurrucado entre las sabanas con el cabello y la cara cubierta por el sudor. Jungkook se acerco a él rápidamente.