Alfa & Omega •Terminada•

Capítulo 8

4 años después

La risa del pequeño Kim se escuchaba por todo el edificio, SeokJin se convirtió en la niñera oficial del pequeño castaño cuando Taehyung lo llevaba a la oficina, era la viva imagen de Taehyung, tenía unos ojos color avellana y tan brillantes, era tan tierno. La madre de Seojoon lo visitaba con frecuencia y es que para ambos fue difícil aceptar la partida del pelinegro, además de su padre; Taehyung conversó con ella durante su visita semanal al pequeño en la nueva casa del castaño, desde aquel día la idea de reencontrarse con el amor no abandona la mente de Taehyung, claro que la pelinegra tenía razón, pero no era fácil tan sólo comenzar alguna relación, si fuera por él solo se enfocaria en el trabajo y su pequeño hijo.

Que la mujer se muestre tan abierta al tema le agrada, funcionarían mejor las cosas si decide hacer su vida amorosa nuevamente, le sorprendió aún más cuando la mujer le sugirió a una persona en especial: “- Siempre te digo lo mismo Taehyung, pero, debes buscar de nuevo a Jeon. Aún no puedo olvidar su cara devastada antes de salir del hospital-.“ dijo aquella vez antes de salir de su casa.

Aquella sensación de calor entre los brazos del azabache aquel día aún embriagan sus recuerdos, pero debía enfocarse en su hijo por ahora, ya habrá tiempo de volver y echarle un vistazo a su vida amorosa. El tiempo sólo logra que la gente aprenda de sus propios errores, debía admitir que su vida aún con todos esos pasos en falso, la hacen lucir más interesante, ha pasado algunas noches pensando cómo contarle algunas cosas a su pequeño hijo, pero ya llegará el momento.

Taehyung disfruta los días de trabajo, el pequeño de dos añitos corría alrededor de la oficina del castaño mientras el rubio revisaba algunos documentos antes de fijar toda su atención en el pequeño, Taehyung solía verlos en su pequeño mundo, la risa del pequeño Kim lograba calentar su pecho sin duda.

El rubio tomó al pequeño entre sus brazos y lo cargo mientras le mostraba su peluche favorito, regalo de su abuela, era un pequeño oso de felpa que guardo con cariño para su nieto, siempre le contaba al castaño que era el favorito de Seojoon cuando era pequeño y sin duda también de su  hijo.

- ¿Quieres salir al parque Su? -. SeokJin fue flechado al corazón al ver esa hermosa carita por primera vez, pasaba todo el tiempo posible cerca de él y del castaño.

Llevaban una gran racha de crecimiento entre la empresa, la apertura en Milán fue un éxito y les trajo accionistas millonarios. Taehyung logro seguir con su vida luego de ser dado de alta tras el secuestro y la muerte del pelinegro para su propia curación y esperar el nacimiento de su bebé, esta agradecido con el rubio por ayudarlo dentro de sus posibilidades y Namjoon que no lo dejo solo. Había noches en las que aun soñaba con el día en que el azabache lo rescato y aquella sonrisa que le mostro, ya no lo vivió a ver y por suerte el alto no hablaba de él, lo cual agradecía sin duda. Vivía el hoy y se juro hacer lo más feliz posible a su hijo así fuera hacerlo sin alguien junto a él.

Jin había sido un gran soporte para no dejar de lado su trabajo y tirarlo todo de una vez, ver como su hijo reía por las caras graciosas que le mostraba el rubio serian sin duda algo que no cambiaria por nada. - ¿Quieres acompañarnos Tae?-. Jin colgó la pequeña bolsa en su mano libre, donde había lo necesario para entretenerlo y brindarle alimentos.

- Esta vez no hyung, tengo algo que hacer-. El castaño salio de su lugar y camino con ellos hasta la puerta principal del edificio, le dio un beso de despedida al pequeño y subió a su auto. Sabia que Jung Su estaría a salvo con el rubio cerca, condujo a una florería que quedaba cerca del cementerio nacional de Seúl donde descansaba Seojoon, su padre y el abuelo Jeon. Había visitado la tumba de su ex esposo desde hace un mes, hace mucho no visitaba al abuelo Jeon. Pero se había decidió ahora.