▪︎Poco común▪︎[Renga]

~Capítulo 1~

Después de un día de clases inusual para el pelirrojo, tomó su skate rumbo a casa pero ahí va de nuevo, un grupo de tres chicos alfas lo rodearon a la salida empujándolo a un callejón cercano, y Reki bueno, que más daba ya estas cosas eran parte de su día a día, si tenía algo de suerte solo le pedirían dinero o lo insultarían un poco para luego dejarlo ir.

Esto no fue siempre así, en algún momento cuando recién inició la escuela preparatoria el era una persona completamente diferente, siempre se defendía y mostraba ante los demás el genial alfa que era, pero llegó a un punto donde ya ni siquiera le importaba, habia pasada un tiempo de lo mismo que se repetía una y otra vez, que incluso llegó a pensar que era alguien insignificante.

《¿Y si tienen razón?, ¿Y si de verdad no soy bueno en nada?, ¿ Y si no valgo nada? ¿ Y si solo soy solo un intento mal hecho de alfa? ¿Y si todo el tiempo estaré solo? ¿ Y si esto no se detiene?》

La cabeza de Reki era un caos completo y su tiempo en casa no ayudaba demasiado, su madre estaba muy ocupada en el trabajo después de que su padre los dejara, y Reki se dedicaba a cuidar de sus hermanas, que el poco tiempo que tenía para él y el único momento en el cual se sentía libre y feliz era patinando, esto realmente le hacía olvidarse del mundo entero y concentrarse en lo bien que se siente hacer lo que le gusta.

Ahora se encuentra con la insistente sensación de ahogo de todos los días, el realmente no se podía acostumbrar pero tenía que ser fuerte si no quería ser humillado aún más de lo normal

-Y dime lindo alfita, ¿qué te trae el día de hoy tan distraído? Que incluso nos dejaste a un lado, me sentí bastante herido ¿sabes?- mencionó con voz de burla el chico que lo acorralaba por el frente.

-Nada en especial, me encontraba pensando en ¿cómo puedo ayudarles hoy?- respondió Reki tratando de sonar lo más tranquilo posible.

-Me halagas, pero ¿qué crees? Te conozco muy bien mi amigo y sé que mientes, no quiero ser cruel con alguien que me importa.- Esto lo mencionó mientras tomaba en sus manos la mandíbula del pelirrojo para luego empujarlo con fuerza hacia la pared, provocando un fuerte golpe en la cabeza del contrario quien se tragó el dolor y solo cerró los ojos en respuesta

-Ya sé- gritó uno de los chicos molestos, -El canadiense, ¿Acaso te gusta? No nos hagas reír eres umm como decirlo sin sonar tan brusco, algo insignificante para un extranjero, y bueno es que realmente no significas nada para ningún omega, te le digo con honestidad para que estés preparado para la soledad mi amigo.

-Oye, que forma más directa de decirlo, pudiste herir su coranzoncito- dijo otro chico. -Pero mira que tenemos por aquí, hablando del diablo, es hora de presentarle al nuevo nuestra bonita mascota- Diciendo esto empujaron al pelirrojo con bastante fuerza para dejarlo cara a cara con el nuevo estudiante.

Reki de verdad quería decirles que pararan, el en alguna parte tenía la esperanza de poder al fin tener un amigo con quien pasar el rato que no lo tratara como una persona asquerosa, pero ahora tiene al canadiense de frente observando la escena con algo de lástima y desinterés, quería llorar en serio quería, el nudo en su garganta comenzaba a doler, y para su mala suerte los chicos lo jalaron del cabello tirandolo al suelo de rodillas, se sentía tan humillado e impotente que bajó la cabeza dejando escapar un par de lágrimas.

Y eso fue todo, aquellas personas salieron de ahí victoriosos siguiendo su camino.

-Tu cabeza, está sangrando, ¿duele mucho?- Preguntó con cierta preocupación el peliazul que ahora se encontraba hincado observando la herida

Reki dio un brinco de sorpresa al escuchar al contrario, -Estoy bien, no te preocupes no tienes que ayudar, no vale la pena arriesgarte a estar conmigo-

Langa realmente no sabía que hacer ni que pensar al respecto, aquel chico con el aroma más dulce que conocía, estaba tirado de rodillas, con la cabeza agachada y con una herida abierta, estaba preocupado y algo ¿triste? -Ven te ayudaré a tratar el golpe, mi casa no está muy lejos, no puedo dejarte así-

-No necesito de tu lástima- Sin más, Reki se levantó y tomó su skate listo para patinar lo más lejos que pudiera, pero una mano algo fría lo detuvo apretando su muñeca.

-Vamos- dijo langa con su característica voz calmada, jalandolo junto a él para impedir que el pelirrojo huyera en ese estado.

Reki podía liberarse de aquel agarre con facilidad pero se sentía feliz, su pecho estaba caliente y tenía una sensación de alivio que invadía todo su cuerpo, al fin alguien le ofrecía ayuda y al fin alguien le brindaba amabilidad, después de tanto tiempo el cielo parece despejarse.

Bueno aquí la primera parte de la historia, espero les guste, tengo varias ideas en mente así que creo que esto irá para largo, disculpen si es algo corto con el tiempo quizá alargue más los capítulos, espero les guste y leo sus sugerencias y comentarios ^^