Mew había estado yendo todos los días al hospital después de salir de clases, su escusa siempre era llevarle los deberes al omega, aunque se quedaba sentado más tiempo del necesario. Había intentado iniciar una conversación con el omega, pero no sabía cómo hacerlo, antes siempre había sido el omega quien se le acercaba y empezaba a hablar.
Luego de estar un tiempo en silencio en la habitación se preparó para irse.
- Ya no tienes que venir mañana – Dijo Gulf sin retirar su vista de la televisión. Mew se sintió feliz por escuchar la voz del omega, pero desalentado por lo que este dijo.
- No es un problema para mí – dijo intentando sonar indiferente – me queda de camino a casa lo sabes.
- Mañana me voy a casa
- Ah, entonces... entonces te llevare los deberes a tú casa, o ¿vas a volver a clases?
- Aun no volveré
- Entonces te llevare los deberes a tu casa – dijo Mew sonando un poco alegre, tal vez fuera del hospital el omega volvería a sonreír.
- Vivo casi a las afueras del pueblo, tú vives en la otra dirección – Respondió secamente el omega aun sin ver al alfa – no es practico
- No hay problema, puedo ir en bicicleta y...
- No es necesario, un chico que vive cerca llevara todo.
- Yo...
- Adiós Mew.
Mew se retiró más molesto de lo que hubiera querido, cuando llego a la puertas del hospital quería darse la vuelta y regresar, decirle al omega que sería el no ningún otro que él lo ayudaría, pero con qué derecho hacia eso, es más parecía que Gulf no quería ni verlo.
[...]
Una semana había pasado desde que Mew pudo ver al omega, estaba emocionado. El anterior viernes su profesora de matemáticas le había dicho a la clase que Gulf volvería el lunes, pidiéndoles a todos que fueran amables con él, lastimosamente al ser un pueblo algo pequeño, la noticia de la pérdida del bebe ya era de dominio público, eso era algo que esperaba pero además de alguna forma todas sabían que ahora Gulf era estéril.
Cuando Gulf entro al aula de clases fue evidente que no era el de antes, no tenía ningún aroma y Mew sabía que no podía estar utilizando ningún supresor. Además llevaba el uniforme escolar tal cual era, no tenía sus clásicas chaquetas de colores. Gulf simplemente llego y se sentó, no le sonrió a nadie, no hizo contacto visual con nadie.
En las clases nadie solía hablarle a Gulf, pero Mew pudo observar desde la distancia como las omegas del salón le dirigían la palabra de vez en cuando, lastimosamente el menor solo contestaba con monosílabos o las ignoraba por completo.
Cuando llego la hora de receso todos dejaron libre la mesa para que Gulf pudiera ver sus dibujos, pero el omega camino directamente hacia una mesa ubicada en una esquina. Mew incluso pudo notar como la señora del quiosco subía el volumen del televisor, pero ni eso atrajo la atención del omega. Algo más que tampoco le gusto fue cuando el omega saco su comida. No era una lonchera con dibujos como siempre usaba, y caminando alrededor pudo notar que ni siquiera estaba decorada como antes, era comida pero no había formas, colores, diseños infantiles, no era nada de lo que el omega hubiera traído antes.
Al finalizar el día Mew y llegar a su casa solo pudo repetirse una y otra vez "mejorara, el mejorara" aunque ni toda la actitud positiva que intentaba tener pudo evitar que un par de lágrimas rodaran por sus mejillas.