La Carreta Vacía

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Un día caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:
¿Además del canto de los pájaros, escuchas alguna cosa más?

Agudicé mis oídos y algunos segundos después le Res...pondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta "eso es" dijo mi padre, es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?

Entonces mi padre respondió: es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido...cuant más vacía la carreta mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando noto que habló demasiado, interrumpo la conversación de los demás, siendo inoportuno, presumiendo lo que tengo, sintiéndome prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace".

MORALEJA: La humildad consiste en inclinar nuestra cabeza ante Dios, y Dios nos enriquece el alma cuando nos despojamos de todo porque la mejor medicina para las enfermedades del alma es un buen arrepentimiento.

Ser humilde es reconocer con agradecimiento nuestra dependencia del Señor y comprender que tenemos la necesidad constante de recibir Su apoyo. La humildad es el reconocimiento de que nuestras aptitudes y talentos son dones de Dios; no es señal de debilidad, de timidez, ni de temor, sino una indicación de que sabemos de dónde proviene nuestra verdadera fortaleza. Podemos ser humilde y, a la vez, ser audaz y valiente.

(Esta historia fue escrita por un autor desconocido. La historia con moraleja fue coleccionada y recontada por Max Guerra Moscoso).

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