Prologo

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Hace mucho tiempo en lo profundo de las montañas se esconde el templo de la Liga de Asesinos.

La cual era una organización que se encargaba de crímenes entre las sombras, casi imperceptibles. Esta organización era comandada por Ras Al-Ghul, un hombre cruel y despiadado que creía que para que el mundo fuera de un lugar perfecto, otros tenían que morir.

El, había logrado vivir durante cientos de años gracias al "Pozo de Lázaro", aquel pozo tenia una magia inigualable que te daba la capacidad de no envejecer y curar las heridas.

Pero este poder venia con un precio, la locura. Mientras mas te sumerjas en esas aguas, mas se nublara tu juicio.

Ras había tenido dos hijos, un niño y una niña. (no se como se llama el chico así que le inventare un nombre). 

Los nombres de sus hijos eran Zahir Al-Ghul y Talia Al-Ghul. Zahir debía ser el heredero legítimo de la liga, ya que al ser el único hijo varón ese puesto le correspondía. Ya que Ras pensaba que una mujer al mando de la liga, debilitaría su poder.

Lastimosamente, su hijo no podía ser afectado por el pozo de Lázaro, por alguna extraña razón. Eso significaría que no viviria por muchos años como su padre.

Entonces Ras recurrió al único plan que se le ocurrió en ese momento. Su hija tendría que engendrar un hijo, un heredero. Así el mando de la liga estaría en buenas manos.

Claro que su nieto no seria el hijo de cualquier hombre. Ras pensaba que tendría que ser hijo del único hombre que pudo hacer frente a el y a la liga.

El Vigilante de Gotham, Batman. O como era conocido en su vida civil, el multimillonario Bruce Wayne. Si bien Ras no compartía los mismos pensamientos que Bruce, eso no quitaba su gran fuerza y ​​habilidades. Un hijo entre el y su hija beneficiaria mucho a la liga.

Así que envió a su hija a que se embarazara de Bruce Wayne, esto no era del todo forzado ya que sabia que su hija amaba locamente a Bruce. Su misión fue un éxito, Talia estaba embarazada al fin tendría a alguien para gobernar la liga.

Así pasaron 9 meses, el embarazo fue muy saludable y tranquilo. Hasta que llego el momento de dar a luz, fueron tres horas de larga espera hasta que se escucho el llanto de un bebe.

Cuando llego el momento que la partera les diera al bebe. Ras y Talia se sorprendieron y enojaron, no era un niño sino una niña de hermosos ojos azules y cabello negro, una viva imagen de su padre.

Ras estaba enfurecido, no obtuvo el heredero que quería. Entonces dijo:

Ras: Esta niña no me sirve, pero ningún asesino merece matarla. Lo hare yo mismo.

Talia no iba a detenerlo, no amaba a esa niña. Solo quería que su padre tuviera asegurado el futuro de la liga.

Ras estaba apunto de matarla, pero se detuvo a pensar. Que tal vez ella le serviría en el futuro, pero no seria tratada como una Al-Ghul. Sera solo un arma, que sus privilegios y reconocimientos tendrá que ganárselos.

Bajo su espada y dijo.

Ras: Esta niña no morirá, pero no sera reconocida como mi nieta. Sera puesta bajo responsabilidad de Lady Shiva.

La nombrada dio un paso adelante. 

L. Shiva: Cumpliré sus ordenes, mi señor.

Así empezaría una dura vida para Martha Zaira Wayne Al-Ghul.

La Otra Al- GhulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora