Una conversación PENDIENTE

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Resulta un tanto difícil contar de dónde venimos o las cosas que hemos hecho. Quizás por vergüenza o miedo a ser rechazados; pero ese día Patricia y Víctor revelarían su pasado el uno al otro, algo que los tenía realmente ansiosos.

En la amistad es importante más que conocer partes de una persona en distintos escenarios, saber tocar el alma con palabras, ser tan reales sin miedo a lo que el otro piense, mostrándonos tal cual como somos.

Quien dio ese primer paso fue Víctor, él decide que ya es tiempo de abrir el corazón y revelar su pasado. Por otra parte, Patricia quería corresponder a la confianza y sinceridad que él estaba teniendo, entonces uno a uno se fueron descubriendo las capas y al mostrarse el alma contándose lo que habían sido; descubrieron que lo que les unía era muchísimo más fuerte y se llama PROPÓSITO.

Este venía directo del cielo porque al conocer esa parte de sí mismos, se abrazaron el alma y lograron juntar todas las piezas que por años habían estado rotas. Víctor con una infancia bastante dura, hijo menor de tres, una madre ejemplar pero un padre ausente y Patricia con un hogar lleno de amor; pero en su interior una rebeldía que dejó salir apenas pudo conseguir probar la libertad, a ambos esto los llevó por caminos equivocados; pero los caminos de Dios son misteriosos y quién iba a pensar que los dos sin querer comenzarían una historia escrita por el dedo de Dios.

Ellos estaban tan convencidos que era Dios mismo quien los había presentado, que sin temor se mostraron las heridas de guerra, de la vida y de los errores. Ambos soltaron una carga muy pesada que llevaban a cuestas por años; el temor a ser rechazados por el pasado que los alcanzaba ese día ACABÓ y junto con ese temor; se abrió la oportunidad de experimentar el verdadero amor. Aquel que llega sin ser buscado, aquel que cautiva sin mucha piel de por medio y aquel se cuela en un abrazo desinteresado o en una mirada de profundo respeto allí surge la ADMIRACIÓN por lo luchadores, por haber permanecido a pesar de los dardos del enemigo y por haber tomado la decisión de guardasen para Dios a pesar de tener un pasado tan manchado.

Ambos dejaron atrás las marcas que les ocasionaron las malas decisiones, desde ese instante podían respirar sin sentir el peso de las mismas y mirarse a los ojos sin sentir vergüenza.

Con el pasar del tiempo, poco a poco ambos iban descubriendo mundos totalmente distintos. Patricia amaba las letras y su hobby era escribir; mientras que el hobby de Víctor era crear imágenes en 3D y eso les hacía tan distintos, pero realmente se complementaban.

Una tarde Patricia estando en su trabajo estaba meditando en los momentos que ambos habían vivido, ese día cayó en la cuenta y dijo para sí misma:

- ¡Él me gusta! Pero creo que yo a él no y se puso triste, porque le hacía ilusión poder comenzar un bonito noviazgo con Víctor.

Por otra parte, Víctor le confesó a su mejor amigo Julián que ella le resultaba ¡DIFERENTE! A las demás, porque podían hablar horas de Jesús y no se volvía monótona la conversación. Él se estaba enamorando, pero pensaba:

-Ella solamente me admira, más no le gusto...

¡Qué gracioso lo que ambos expresaban! Lejos cada uno de imaginar que el otro anhelaba un acercamiento más cómplice de un amor, que de una amistad.

El fuego que ardía por el Espíritu Santo ¡Realmente Los unía!

Podemos decir que al principio de todo no sentían nada el uno por el otro o al menos eso creía Patricia.
Víctor por otra parte, confiesa que el día que se conocieron vio algo distinto en ella, algo que no había visto en ninguna otra mujer ¡SU PASIÓN POR EL PRECIOSO ESPÍRITU SANTO! Si, Patricia hablaba con Él y era algo que en sus anteriores relaciones no se podía entender; ella no encajaba con nadie pues su pasión por el Señor era muy grande tanto que ningún hombre había entendido su relación hasta que Víctor llegó.
Muchos creen que el Espíritu Santo no habla y es ¡Todo lo contrario!, el no solamente habla; sino que también es el mejor GUIA y es infalible en cuanto a decisiones sabias se trata, pero eso es tema para otra historia. 

Aquella mujer podía hablar horas enteras de su amor por Jesús y eso a él lo tenía fascinado, pues en otras ocasiones salía con alguien y él intentaba poner a Jesús como tema de conversación y su acompañante mostraba incomodidad; así que él decidía no volverla a frecuentar entonces, cuando vio que aquella mujer hablaba, hablaba y hablaba pero en ningún momento se molestaba; él pensó:

- ¡Aquí es!

Y sin buscarla, la ENCONTRÓ.

Un amor que proviene de 3 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora