El tal Emilio

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[Narra Joaquín]

Pasaron algunos días y ayer al fin decidí que debía regresar a aquel elegante bar a continuar con mi investigación pero esta vez sin distraerme con chicos atractivos como el tal Emilio que me había encontrado la vez anterior, y así pensé que iba a ser  pero no recordaba lo difícil que era entrar al lugar, intente entrar como el otro día pero fue imposible, me hicieron formarme hasta el final de la gran fila, estuve esperando durante poco más de una hora y no avance absolutamente nada, en ese momento lamente no haberme encontrado con Emilio en la entrada del lugar

Es extraño que todos estos días solamente estuve pensando en él, pero no de cualquier manera, pienso en el sin ropa y cogiendome con toda su fuerza, pienso en sus fuertes brazos rodeando mi cintura para apegarme lo más posible hacia su cuerpo, pienso en lo bien que se escucharán sus gemidos y jadeos provocados por mi y por mi cuerpo, en lo bien que se sentiría que me hiciera suyo... no dejo de fantasear y soñar con él día y noche, lo cuál me está cansando, necesito estar con él o voy a enloquecer, así que me aleje de la gran fila y llame al número de Emilio

-¿Hola?- Dijo Emilio con una voz jodidamente gruesa y sexy, algo que me provocó un escalofrío - ¿Quién habla? -

Tome aire y trate de hablar estando lo más tranquilo posible - Soy Joaquín, el chico al que ayudaste a entrar al bar hace un tiempo- me preocupe un poco porque pensé que no se acordaría de mi

-Mmmm... ¿Joaquín?, vaya me haces muy feliz, al fin se como te llamas pequeño, me alegra mucho que al fin te hayas acordado de mi, la verdad es que ya había comenzado a pensar que jamás me llamarías- dijo con el mismo sexy tono de voz haciéndome estremecer como nunca
- ¿Porque hablas así tan nervioso?, ¿A caso esta tu novio contigo?, si es así pues que lastima porque yo me muero de ganas de salir contigo

Y así fue como logré que aceptará verme esta noche, la verdad es que no fue nada difícil, así puedo divertirme pero seguir con mi investigación, sinceramente espero y poder convencerlo para que se acueste conmigo porque no puedo concentrarme para nada, no dejo de pensar en él

[Narra Emilio]

Llevaba todo ese tiempo tratando de encontrar a Joaquín, lo había visto sólo esa noche y no podía dejar de pensar en él, que afortunado soy, después de tanto esperar al fin me llamó, no voy a mentir, me hizo muy feliz al fin volver a saber de él, y que fuera el quien me llamara me hace sentir aún más feliz, porque significa que esta interesado en mí, mi plan es llevármelo a la cama de una buena vez, me da igual si es a la buena a la mala, pero no se me va a escapar, es tan jodidamemte sexy... Aún así no debo dejar que se entere que me muero de ganas de estar con él, me haré el desinteresado para que me ruegue y así ganó puntos, siempre me a funcionado, además la vez anterior yo fui el que le rogué, ahora es su turno, termine de arreglarme, lo cual hice con mucho más esfuerzo de lo normal para que no pueda resistirse a mi, digamos que hoy me veo más sexy

Al fin llegué al bar, no fue nada difícil encontrar a Joaquín, juro que destaca entre todas las personas, él no es nada común, su maravilloso cuerpo hace que destaque entre todos y es algo que me encanta, su hermoso cabello, su preciosa piel blanca, su perfecta silueta que se deja ver con la ropa que usa, él parece de otro mundo por lo perfecto que es, aunque debo decir que la primera vez que nos vimos no se veía así de bien, mejoró y me encanta, hoy viene mucho mas sexy y sin duda me fascina

No lo dude ni un segundo y camine hasta llegar a donde el estaba, lo tome por la cintura apegandolo hacia mi para marcar territorio ante los ojos que lo miraban, y así entre junto a el al bar, haciéndome sentir como el hombre más afortunado del mundo por entrar con el chico mas sexy y perfecto, estaba muy concentrado en cómo me sentía que no note que me llevó hacia la pista de baile, fingí desinterés pero el me dedico una preciosa sonrisa y comenzó a bailar moviéndose de una manera increíblemente sexy, moviendo su cadera a los lados sutilmente, pasando sus brazos por su cintura incitandome a tomarlo por la misma, así que no lo dude y coloque ambas manos al rededor de su cintura, quería bailar y le demostraría que yo también se moverme, lo jale sin ser brusco apegandolo a mi cuerpo y me deje llevar por el ritmo de la música demostrándole lo bien que se mover la cadera, de un momento a otro lo solté y fue ahí cuando ya no lo sentí conmigo, estando muy confundido lo busque con la mirada, ¿Se había largado?, camine por el bar buscándolo estando algo desesperado y lo vi, estaba con Mauricio lo cual me molesto demasiado, él me había invitado a mí y ahora estaba con ese imbecil bueno para nada, si quería que lo golpeara de nuevo pues lo haría porque nadie se mete con lo que es mío, porque si Joaquín ya es mío...

Los observe con molestia y me acerque a donde estaban sigilosamente para escuchar que era de lo que hablaban ya que Joaquín parecía muy entretenido, me sorprendí cuando escuché a Joaquín preguntarle si vendía drogas, ¿Acaso el sabe sobre todo esto?, ¡Maldita sea Mauricio es un inútil, le dije que tuviera cuidado a la hora de entregar la mercancía!, seguramente Joaquín lo había visto ahora tendré que matarlos a ambos...

Pero como es muy común en mi vida, siempre algo tiene que salir mal, cerré los ojos al escuchar el ruido de varios vidrios romperse a causa de balas, estaban atacando el bar, y lo único que pensé fue que Joaquín estaba en peligro...

[...]

Esteba en una silla esperando a que joaquin despertara, lo miraba y era perfecto… se desmayó en el ataqué, gracias a mi no le dispararon… hubieron muchos muertos en el antro pero el no estaba en la lista y eso me hacia feliz, verlo dormir tan tranquilo… después del ataqué lo traje a mi departamento lujuso porque no se donde vive ni nada, así que solo esperó a que despierte para llevarlo a su casa… en éste momento solo pienso en protegerlo, en que el este bien, en solo eso.

[Narra Joaquin]

Desperté en un lugar desconocido y lo primero que miré fue a Emilio, el Chico más sexy del mundo en playera adormilado, solo pensé que lo hicimos asi que mire mi cuerpo, totalmente vestido desgraciadamente… se que sonará muy mal pero muero de ganas de hacerlo con él, corrí a verlo para despertarlo.

~Emi, Emi, guapo despierta~ lo movi mirandolo atentamente con mucho deseo

-que pasó guapo? necesitas que te llevé a casa?- me dijo despertando y tallando sus ojos

~no te duermas…~ me sente en sus piernas mirandolo ~dime loco y lo que quieras, pero desperté con unas ganas enormes de ti…~ sin pensarlo más lo besé y comencé a mover mi cadera encima de su entrepierna

-Ja.. ja...ah… si…- acarició mi tracero y correspondio mi beso tratando de decir algo pero sin separarse de esté, estoy seguro de que el tambien me deseaba

En ese momento que esperé tanto, lo siguiente que recuerdo es que llevábamos unos cuantos minutos así, provocandonos, besándonos el cuello, el tiempo voló en sus brazos, aunque no pasamos a mas porque justo cuando el comenzó a desabrochar mi pantalón, mi celular sonó varias veces asi que me levanté a contestar por la insistencia. Era mi compañero Diego de la policía, y como obviamente Emilio aun no puede saber en que trabajo, porque me da miedo que salga corriendo en cuanto sepa… solo fingi colgar la llamada, le dije que debia irme, le di un tierno beso y me fuí a mi casa, todo el caminó hablando con Diego, el cual estaba más que molesto conmigo.

Jefe de la mafia-Emiliaco-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora