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La habitación oscura estaba opacada con el sofocante calor que se encontraba en esas cuatro paredes de concreto blanco. Los incesantes gemidos del Alemán llenaban aquel íntimo acto.

—¡S-scheisse¡

Un grito lleno de placer abandono  involuntariamente de sus labios rojos además de hinchados a causa de las mordidas y húmedos besos. Realmente no había una razón en concreto para que estuvieran practicando una sesión íntima, solamente había sido un mero antojo del momento.

Aquel Alemán usaba una de sus manos para arañar sin pudor la ancha espalda del peli blanco entre sus piernas, mientras que con la otra jalaba levemente los largos cabellos de la cabeza del menor, la cual se hallaba en la curva de su cuello.

El menor estaba más que complacido por tener a aquel apetitoso facista debajo suyo, eso lo motivaba a ponerle más ritmo y rudeza a sus embestidas, pensó que en algún punto el mayor quizás no aguantaría y le pediría ir más más despacio, pero su grata e inesperada sorpresa fue ver como Third Reich empezó a salir de sus cabales, casi rogarle por más de sus bruscos movimientos. Se encontraba embistiendo lo sobre la mesa de su oficina, sosteniendo sus caderas con firmeza a la par que succionaba y mordía su piel de forma descarada, importadores poco que al día siguiente alguien preguntará por alguna marca visible.

Reich soltó repentinamente, un grito de completo gozo cuando sintió ese enorme pene estrellarse contra el, golpeando su próstata con fuerza y causando que su ya anteriormente duro miembro empezará a escurrir líquido pre-seminal. Sus uñas clavaron fuertemente la piel rojiza asta el punto de leves gotas de sangre comenzar a salir de la ancha espalda del menor.

Rusia sintió la desvergonzada necesidad de mirar hacia abajo, casi se llega al órgasmo solo con la vista. El menor aferrándose a su cuerpo como si fuera a desaparecer si llegaba a soltarse, su rostro gimiendo y llamando por su nombre sin pena alguna, su mirada se dirigió asta, su cadera erguida con ese delicioso y voluptuoso culo alzado frente a el, invitándolo a hundirse una y otra vez en el, finalmente la totalmente sicaliptica visión de su virilidad siendo engullido y estrujada por ese anillo de musculo rojo.

—Te ves delicioso. Todo rojo, gimiendo como perra en celo, cual vulgar puta, joder...eres mi puta perdición...

Gruño fuertemente al sentir como la estrecha cavidad anal del facista apretó exquisitamente su miembro, iba a llegar en cualquier momento al climax.














































—¡Russia! ¡Despierta!

Soltó el "Alemán" con la voz ronca, fuerte además de imponente, donde rápidamente aquel joven iso abrir sus ojos de golpe, para luego sentarse sobre la cama, miro a su alrededor un tanto desorientado.

¿Que mierda?

Se encontraba en su habitación, y rápidamente noto a su padre en la puerta de su habitación mirándolo fijamente con los brazos cruzados.

—Al fin despiertas niño, apurate que ONU informo que mañana ay reunión con todos los países y ex países, así que arregla tus cosas no ay tiempo que perder.

Su único ojo color avellana, analizó al menor para notar aquella erección marcada entre las finas sabanas color vino, arqueo una ceja, para luego formarse una sonrisa con burla.

—Ja, primero arregla ese problema niño.

Rusia lo miro unos momentos confundido para mirar abajo y notar su notable bulto, su rostro se puso completamente rojo de la vergüenza para luego tirarle una almohada a su padre que salió con una sonrisa de burla, maldijo su suerte, ahora su padre lo estaría molestando sobre "Quien fue el causante de esa erección".

Erección...

¡Habia tenía una areccion de un sueño erótico con el jodido enemigo a muerte de su padre! ¡¿Por que!?

Gruño molestó, no era alguien que falcimente podría exitar-se con cualquiera, era casi imposible principalmente por el echo de su cuerpo simplemente desprender frío. Maldijo de nuevo, una ducha con agua extra fría sera.

𝐒𝐮𝐞ñ𝐨𝐬 𝐂𝐨𝐧 𝐔𝐧 𝐀𝐥𝐞𝐦𝐚𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora