En la antigua ciudad de Tokio, Japón en el año 1920. Se encontraban todos los ciudadanos trabajando. Todo estaba en paz hasta que un hombre mayor de 60 tiró al suelo un chico de 21. Se formado un escándalo. Resulta que el hombre mayor era padre del chico y lo había lanzado al suelo por que el confesó que le gustaban los hombres. Todos miraban con desprecio al chico. Pronto se hicieron presentes los insultos y le empezaron a arrojar piedras. Todos parecían odiarlo por ser diferente. La gente no aceptaba los cambios, no veían que el amor es amor no importa si es del mismo género.
Desde lejos, un chico llamado Valt Aoi miraba la situación con pena. No podía hacer nada, si lo ayudaba le harían lo mismo y lo matarían. De solo pensar que le hacian a los que eran diferentes lo hacía temblar. ¿Qué pensarían cuando se enteraran que el también le gustaban los chicos? Le harían lo mismo que al pobre chico que ya estaba quedando inconsciente.
Valt antes no sabía que le gustaban los chicos hasta cuando el tenía nueve años, cuando conoció a Aiger su mejor amigo. Se enamoró a primera vista, era el chico más bonito que había conocido. Es dulce y amable, siempre cariñoso y trabajador. Lo cautivó tanto, pero tenía miedo de decirle lo que sentía porque talvez a él no le gusten los chicos o si se lo dice a todos. No quería correr ese riesgo. Podía perder su amistad.
De camino a casa se encontró con Aiger, quien venía animado hacia él."Hola Valt ¿cómo estás?"- dijo Aiger con una sonrisa. Valt casi no podía resistirse a sus sonrisas. Si pudiera lo besaría en frente de todos. Pero claro, no podía.
"Hola Aiger, estoy bien"- dijo con un gran sonrojo en su cara. Fueron a varios puestos de la calle, ya que Aiger necesitaba unos encargos. Luego de un rato, lo acompaño a su casa como la mayoría de las veces.
"Bueno hasta aquí llegamos"- se despidió Aiger con una sonrisa. Valt se despidió y se fue a casa. Al llegar su hermana lo esperaba en la puerta.
"¿Y bien? Le dijistes ya?"- pregunto la pelirosada a su hermano mayor. Solamente ella sabía sobre los sentimientos de su hermano y de su sexualidad. Ella lo apoyaba completamente y lo ayudaba a para que pudiera invitar a Aiger a salir.
"No, no pude decirle. No me atrevo, ¿y si me rechaza?"- dijo preocupado imaginando ese horrible escenario.
"Si no le dices perderás la oportunidad. Anda tienes que decirselo." Aunque no quería, debía aceptarlo su hermana tenía razón, tenía que decirselo.
Tomo la decisión de confesarse mañana al encontrarse de de nuevo. Estaba más que motivado y trataba de pensar positivo. Sus nervios le ponian los pelos de punta, al punto que no pudo casi ni dormir en toda la noche.
Era de mañana nuestro peli azul estaba nervioso, hoy por la tarde iba a confesar sus sentimientos a Aiger. Pasó el día y salió del trabajo estaba nervioso ya podía ver a Aiger desde la distancia. Tan pronto se saludaron Valt se lo llevo lejos de la multitud hacia un callejón para poder hablar.
"¿Por qué estamos aquí Valt? ¿De qué quieres hablar?"-dijo Aiger con curiosidad. Quería saber que quería decirle, que era tan importante como para tener que ir a un callejón.
"Aiger quiero que me prometas que después de decirte lo que tengo que decir no dejarás de ser mi amigo y no le contarás a nadie más ¿me lo prometes?"- dijo Valt en caso de que Aiger lo rechazára. Aiger estaba sorprendido lo que sea que Valt tenga que decirle era tan grande que podía arruinar su amistad. Aun así le dijo que sí. Valt respiró hondo y se preparó para decirlo.
"Aiger eres el chico más impresionante, talentoso, amable, cariñoso, honesto, humilde y hermoso también, que conozco. Desde hace varios años siento un sentimiento tan fuerte hacia ti que no es amistad, lo que quiero decir es que te amo, te amo tanto, no se que haría sin ti."- Valt terminó de hablar sentía su corazón latir fuerte, no sabía que iba a pasar. Tenía los ojos cerrados no quería ver nada. Tal véz Aiger tenía una expresión de asco quién sabe.
Un "yo también te amo" fue lo que rompió el silencio. Valt abrió los ojos llenos de sorpresa y miró al contrario. Este tenía un expresión de felicidad junto un gran sonrojo. Valt no podía estar más feliz. Se lanzó sobre Aiger y lo besó con todas sus fuerzas. Aiger tímido también respondió. Al separase del besó se miraron y sus mejillas estaban muy rojas.
"Valt que vamos hacer sobre la gente tu sabes lo que le hacen a los hombres como nosotros."-dijo el oji turquesa con mucha preocupación. Valt no había pensado en eso.
"Nos tendremos que esconder cuando tengamos nuestras salidas."-sugirió Valt. Ambos acordaron lo que harían cada que se vieran y se fueron a sus casas. Ambos tenían una sonrísa de enamorados en su cara, estaban más que felices. A la hermana menor de Aiger, Naru, no le pareció extraño que su hermano tuviera una sonrísa el ya era bastante sonriente así que lo encontró normal. En cambo Nika la hermana de Valt sospechaba.
"Oye hermano¿por qué esa sonrísa?"- dijo Nika con un tono algo pícaro.
"Nika no me lo vas a creer Aiger me dijo que sí. Él también me ama."- dijo con emoción. Nika y él se dieron un abrazo y estaban felices.
Lugo de cenar todos se fueron a sus habitaciones. Valt se fue a dormir con una gran sonrísa igual que Aiger. Ambos no podían esperar para verse de nuevo mañana. Se quedaron dormidos con la emocíon de que ya fuera el día siguiente.
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Espero que les guste mi nueva historia. Un poco de entretenimiento hasta que logre terminar de pasar la otra historía par poder continuarla. Recuerden que me pueden dejar sugerencias para hacer la histoía mucho mejor. Hasta la próxima.
Nos vemos.
Adíos.
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Una nueva oportunidad
FanfictionHace cien años no era aceptable las relaciones de hombres con hombres. Muchos que se tenían que esconder para no ser asesinados por ser diferentes. Valt siempre a estado enamorado de su amigo de infancia Aiger. Lo oculta por años, pero decide confes...