Currículum

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*Dos años atrás*

Idiota, engreído, ególatra. Lo odio.

Mi tormento diario, Cam.

¿Nombre completo? A quien jodidos le interesa.

¿Pasatiempos? Buscar la manera de sacarme de quicio.

Maldigo el día en que elegí estudiar Psicología en esta escuela, este horario y con este idiota.

.- Es un hueso difícil de roer, probablemente debemos ser mas agresivas en nuestros métodos, Ally-. Mony, mi amiga, esta tan enojada como yo.

.- Definitivamente-. Dije mirando como Cam se pavoneaba frente a nosotras, y elegía las mejores bancas. Otra vez.

Esto era consecutivo, nosotras hacíamos el trabajo, él se llevaba la gloria.

Y ese día no había sido la excepción.

Mientras que Alex y Ginny se adelantaban para encontrar un buen lugar, Mony y yo nos quedamos atrás para guiar a los demás hacia el salón del profesor Grant.

De esa manera, no había alumnos rezagados, y obteníamos lugares fuera del alcance del profesor "Escupitos".

Pero Cam, ese idiota, nos había mandado al final de la fila, argumentando haber estado parado por mucho tiempo, y que era injusto que nosotras nos colaramos, aun cuando Alex y Ginny habían apartado un par de lugares para nosotras. Y cómo no, el séquito de seguidoras le hizo coro, ganandonos un lugar al final de la fila, y por ende, los asientos del frente.

No habían sido sus palabras, tanto como sus acciones las que nos hicieron rabiar. Él usaba su facilidad de palabra para que la gente le apoyase. Sin importar lo equivocado que estuviera, la gente defendía su palabra con uñas y dientes.

No sabia que me molestaba más, el hecho de que no pudiera contestarle como se merecía, o saber que aún si le contestaba, terminaría peor de como empecé.

.- Pues pensemos en algo-. Murmuro Mony con los dientes apretados.

.- Trabajo en eso-. Dije apretando los puños. Cam debió sentir mi mirada, puesto que volteo a mirarnos, y nos lanzó una de sus sonrisas marca registrada.

Reprimí el impulso de mostrarle el dedo medio.

Cam era un chico popular en mi clase; alto, casi rubio y con ojos de un color verde salpicados de naranja. Atractivo si te gustaba ese tipo de chicos.

Habilidoso con la música, bueno con la palabra, y asediado por las chicas.

Su séquito más popular, eran las nenas.

Cinco niñas que le seguían a todos lados, y digo niñas, porque lo parecían. Desde su manera inocente de vestir, hasta la ingenuidad de sus palabras.

Cam era el líder de su pequeño, pero solido grupo de amigos.

Maldito idiota popular.

Y ese fue el inicio de mi turbia relación con Cam.

*Un semestre después*

.-Me niego rotundamente a volver a entrar en ese grupo-. Vociferó Mony desde el celular.

.-Estoy con ella-. Secunde.

Después de haber convivido un semestre entero con Cam, no queríamos nada que ver con el.

Ya había terminado el semestre, y gracias a nuestro arduo trabajo en esos meses, nuestros promedios nos habían permitido escoger nuestros horarios, a los profesores y por ende, a los compañeros.

Hace una semana habíamos escuchado a Cam y a las nenas escoger un grupo juntos. No solo el grupo de Cam y ellas entrarían en el, sino también casi todos mis ex compañeros. Así que era un NO rotundo.

Lo cierto era, que nuestro grupo no era tan bien recibido. Aunque nos llevábamos bien con Francis y Rick (Integrantes del grupo de Cam) nuestra relación con las nenas y con Cam, nos impedía unirnos plenamente a ellos.

Así que decidimos armar un horario aparte, que solo nosotras cuatro conociéramos, y de esa manera, librarnos de aquel grupo.

Extrañariamos a muchos de ellos, y aunque odiaba admitirlo, no todo era por Cam. Nosotras queríamos conocer gente nueva, vivir la experiencia completa de la universidad.

Pero la suerte no estaba de nuestro lado.

Cuando nos tocó inscribirnos, en grupo que queríamos ya estaba saturado. Desesperadas buscamos mas opciones, y encontramos solo un grupo disponible.

.- Tienen que estarme jodiendo-. Ginny soltó de pronto.

Pronto descubrimos, que el único grupo disponible, era el mismo grupo en el que Cam y los demás, habían elegido para juntarse.

*Otros malditos seis meses después*

Es difícil odiar a una persona como Cam, quien en un momento es bueno, generoso y amable contigo, y al otro te apuñala por la espalda.

Todo el semestre habíamos estado compitiendo. Nosotras contra ellos.

Actividades escolares, actividades extra escolares... En todo competimos.

Y fallábamos miserablemente.

Uno a uno, nuestros intentos por ganarle fueron arrojados a la basura.

Es difícil odiar a alguien porque es mejor que tu, es difícil odiarlo porque si lo haces, seria por razones equívocas.

Odiaba a Cam por su manera de hacer que las personas lo tomaran como líder, no por el hecho de que fuese mejor que yo.

Después de odiarlo por meses, el odio pasó a envidia, y la envidia en tristeza.

Envidiaba la facilidad de palabra que el poseía, envidiaba la manera en que sus conocimientos superaban por mucho los mios, envidiaba que siempre, siempre, tuviera la razón.

Y con eso vino la tristeza.

¿Alguna vez has sentido que por mucho que te esfuerces, lo que hagas no es suficiente? ¿Que por mucho y fuerte que luches, te enfrentas a una guerra ganada?

Yo sí. Así me sentía ante Cam.

Sentía que era tanta la luz que él despedía, que la mía se perdía entre su resplandor...

*Hace seis meses*

No se en que momento nosotros comenzamos a platicar. Al principio solo eran platicas cortas, un Buenos días, Como estás, Que tal el día...

Con el tiempo nuestras platicas comenzaron a ser más y mas profundas...

Pasamos de ser enemigos, a conocidos.

De conocidos a amigos.

Y de nuestra amistad... es que metí en este enrollo.

Apuesta con el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora