Natasha y Steve hablaban en el cuarto de junto, Rogers había llevado a la bebé que se suponía ella debió haber tenido de joven, y se la enseñaba, no le dijo quien era primero le explicaba que fue lo que pasó. Natasha detuvo sus movimientos, momentos antes le acariciaba la cabeza a la nena, el cuánto Rogers termino de contar la historia.
—¿Te da gracia?— le pregunto Steve cuando Natasha reía mientras intentaba entender a qué juego estaban jugando.
—No, ¿y tú? Porque realmente no se que es lo que estás pensando al jugarme estos juegos— le respondió fastidiada de los recuerdos.
—No estoy jugando a nada Nat
— le aseguro acomodando las a la bebé en sus brazos.—Esto no es posible, como sería posible. No es posible que está bebé sea la misma…— se levantó ya bastante mal, se negaba a creer que era ella.
—Pues lo es—
—No lo puede ser— dijo negando con la cabeza de forma alarmante, cada vez subía más la voz. Wanda se asomo y se llevó a la bebé de regreso con ellos.
—¿Por qué?— le interrogó ya molesto por el comportamiento de Natasha.
—Porque no puede ser la misma bebé a la que sentí morir en mi interior, porque yo vi su pequeño cuerpo cuando salió de mi. Fue la sensación más horrenda que llega a sentir ver a alguien que llegue a amar si conocer, muerta— se soltó a llorar incapaz de seguir hablando. Steve reacciono rodeándola con sus brazos para darle todo el confor de realidad posible.
Solo quería verla bien.
—¿Como se llama?— pregunto con voz temblorosa mientras la veía en brazos de Wanda desde la puerta.
—Anastasia—
—Como…
—Así es—
—Como mi bisabuela…— termino por susurrar, sus ojos conectaron con los de Steve y supo que nunca estaría sola.
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viuda de algodón.
FanfictionMomentos en una misma o diferente línea del tiempo en los que a alguien del equipo se le ocurre escarbar en los recuerdos de la viuda negra. Los personajes no me pertenecen.