CAPÍTULO 1

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La ofrenda

Desde tiempos muy lejanos la humanidad había peleado contra las diosas para evitar ser esclavizada y no ser su juguete pero inevitablemente comenzaron a perder la guerra.

Cuando más oscuro se veía el futuro los humanos llegaron a un acuerdo con las diosas para detener la guerra y que prevalecerá la paz, Se haría un sacrificio en nombre de estas cada año.

Dicho sacrificio debería cumplir con ciertos requisitos, El humano o humana debía ser virgen, puro y joven no sobrepasando los 18 años, Estos también debía estar en un buen estado físico y porvenir de una buena familia.

Esto era para mostrarles su devoción ante ellas, Naturalmente muchos de opusieron, En su mayoría las familias de poder pero terminaron por aceptar al no haber otra opción.

En la actualidad...

Gracias al sacrificio que se ha estado haciendo durante miles de años, La humanidad ha podido progresar sin miedo a morir llegando a construir ciudades gigantescas y tecnológica avanzada.

Pero el día que todos pedían que nunca llegara terminaria por llegar más pronto de lo esperado púes en tan solo un día la ofrenda debería ser elegida.

El sistema para elegir a los candidatos era bastante simple, Una base de datos elegía a los pobres afortunados que serían enviados a la metrópolis Tokyo donde entre los cinco aspirantes serían analizados.

El ganador sería enviado a un templo donde se le encadenaria y vestiría al gusto de las diosas, Aunque esto era ya solo por costumbre.

En algun lugar de Japón...

Podíamos ver en una casa bastante grande a un joven peliverde el cual estaba estudiando después de haberse dado una ducha luego de su intensa rutina de entrenamiento.

Este parecía algo nervioso púes la fecha de entrega se acercaba y su familia había sido preseleccionada para el sacrificio, Si bien este también tenía una hermana era más probable que lo eligieran a el antes que a Izumi por el gusto de las diosas.

El estudio del pecoso sería interrumpido por el ruido de alguien llamando a su puerta, Este se levantó de su escritorio y fue a atender el llamado.

Al abrir la puerta pudo ver a su hermana la cual se veía triste y aterrada, Este sin dudarlo la abrazó y la metió en su habitación.

Izuku: Tranquila Izumi... Seguramente eligiran a otra persona de otra familia, Estoy seguro de que no nos separaran

Izumi: Pe-Pero tengo miedo Izuku, Que pasaría si te eligen a ti, No quiero perder a mi hermano solo porque les gustate a una estúpidas diosas

El pecoso al escuchar a su hermana llamar a las diosas de esa forma decidió taparle la boca, Este se veía bastante aterrado.

Izuku: No digas esas cosas Izumi, Sabes que esta prohibido hablar mal de ellas, Si te escucha alguien podrían castigar a nuestra familia

Izumi: L-Lo lamento... Es solo que odio esto, No quiero morir ni que me separen de ti

Izuku: Lo sé Izumi, Te prometo que no nos van a separar nunca

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