3|| De fiesta I

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~¿Por qué son tan parecidas? ~

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Narra Eira

No sabía lo que acababa de ocurrir, y no quiero saberlo. Ya había llegado a casa, no le conté nada a mis padres, porque si se enteran, me harían cambiar de pueblo, país, o quizás hasta de continente.Recién entré empezó el interrogatorio que intentaba evitar.

-¿Se puede saber donde estabas? -La voz de mi madre sonó más aguda de lo normal, sí, esta enfadada.

-Fué por la lluvia mamá -Mentí.

-Eira es serio, ¿por qué tardaste? -Esta vez fué mi padre quién habló desde el sofá en el salón.

-Prometo volver puntual la próxima vez -Aseguré. Mi madre no pareció muy convencida pero me la dejó pasar.

Me dí una ducha rápida para quitarme toda la ropa empapada que llevaba. Me dejé caer en mi, no muy grande, cama.

Estuve un buen momento pensando en aquel chico, me causaba curiosidad y ni sabía su nombre, ¿Fue realmente que me parecía a la llamada... Freya? ¿Cómo se llama? ¿Porqué me causa tanta curiosidad?. Salí de mis pensamientos cuando sentí el móvil vibrar en la palma de mi mano. Levanté el móvil. Número desconocido.

*Número desconocido*
Eira.
•Soy Carolina.
•¿Quedamos hoy?

Era Carolina, mejor dicho Karol, se me había olvidado que le di mi número después de clase. No me apetecía salir. Además tendré que inventarme como mil excusas para que mi madre accediera a darme permiso.

*Número desconocido*
???? :'(
-No creo que mis padres me dejaran
•Yo paso por ti, mándame la
ubicación.
-No creo que me dejen, enserio.
•Tengo mis técnicas, tranquila.

Después de negarme tanto accedí, me puse de pies y abrí mi armario, espera, ¿a dónde iremos?. Me pasé una mano por el pelo frustrada. Al final opté por unos jeans azules rasgados y un top blanco, unas tenis blancas, y para el peinado me cogí el pelo una coleta alta dejando dos mechones fuera, listo.

El sonido del timbre me alarmó a bajar lo más rápido posible, no querría que mi madre me avergüence delante de mi nueva amiga. Llegué a tiempo. Mi madre abrió la puerta, pero yo me apresuré a llegar abajo como flash.

-Hola señora, soy Carolina, amiga de Eira -Sonrió ampliamente mientras le estrechaba la mano.

-Hola...-la escaneó de pies a cabeza - encantada -Solté todo el aire que contenía inconscientemente al ver a mi madre devolverle el gesto sin preguntas.

-¡Ah!¡Karol! -Me acerqué a la entrada- Mamá ella es Karol, mi amiga, y también compañera de clase -Solté una sonrisa torcida.

-Señora mamá de Eira, me gustaría llevar a su hija conmigo, de fiesta -Me atraganté con mi propia saliva -Fiesta de comienzo de curso -Corrigió ella, mamá la miraba no muy de acuerdo - Yo misma me encargaré de devolverla salva e intacta a casa -Eso pareció relajarle a mi madre.

-Mamá... - Hablé yo -No volveré tarde y tendré cuidado -Dije intentando convencerla. Me sostuvo la mirada un momento luego asintió.

-Ten cuidado -Me dijo con un apretón suave en el brazo. Luego se adentró en la cocina, supuse que ya tengo que irme antes de que cambie de opinión.

Salimos de casa. Karol me estuvo contando que la fiesta será inolvidable, maravillosa y muchísimas cosas más. Nos acercamos a un auto de marca lujosa, negro. La ventanilla del piloto sé bajo dejando a la vista a Adrián, tenía una mano afuera de la ventanilla con un cigarro en ella.

-Y cómo dicen las mujeres tardan tres horas para maquillarse -Soltó un suspiro dramático.

-No me maquillé- Lo fulminé con la mirada.

-Lo que digas señorita -Levantó las manos en señal de paz soltando unas risitas- Suban.

Karol se subió en el siento del copiloto, yo me senté detrás, me sentí como una niña de tres años en coche con sus padres.

-¡Eira! -Karol me sacó de mis pensamientos con su chillido.

-¿Eeh? -Solté perpleja.

-Te estábamos preguntando si llevas condones por seguridad -Contestó Adrián con un gesto de indiferencia.

-¿Yo? -Me señalé ami misma con cara de horror.

-¡Pero que inocente! -Exclamó Adrián al borde de partirse de la risa. Sentí mis mejillas roborizarse, casi me pude ver con la cara color carmesí.

-¡Es broma Eira! -Soltó Karol con una carcajada y se chocó los cinco con Adrián. Yo los fulminé con la mirada.

Unos minutos después dejaron de burlarse de la cara de horror que puse , Adrián conducía en silencio, Karol estaba tecleando algo en su celular, mientras yo miraba callada por ventana el paisaje.

-¡Llegamos señoritas! -Adrián aparcó el coche en un tipo de garaje subterráneo.

Bajamos los tres mientras nos acercábamos a una puerta gigante.

Una vocecilla en mi interior me alarmó de que esta noche sería interesante, nada lo confirmaba, pero tenía ese sentimiento.

Karol entrelazó su brazo con el mío mientras nos adentrábamos en aquel lugar. La música estaba altísima, muchas luces de colores reflejaban cuerpos sudados en la pista de baile. Me quedé apreciando el lugar mientras Karol me guiaba hacia la barra. Nos sentamos.

-¿Qué se les apetece mis damas? -Se nos acercó el barman con una sonrisa de oreja a oreja.

-Yo whisky. -El barman se giró hacia mí.

-Yo... mmm... -No supe que elegir, además yo no era para nada experta en bebidas.

-¡Tequila! -Exclamó Adrián sentándose a mi lado. -Dos, para mí y para esta dama. -Me sonrió de lado, sentí mis mejillas ruborizarse.

El barman nos entregó nuestras bebidas, Karol estaba en medio de la pista de baile con un chico, y Adrián desapareció con una rubia. Yo me quedé en mi lugar viendo como todos disfrutaban.

Durante todo el rato sentí una mirada pegada a mí, me giré disimuladamente para ver de quién se trataba, no conseguí saber quién es pero era un chico en una esquina con un grupo de mujeres alrededor. Él se giró encontrándome mirándolo como una acosadora. Aparté la vista de inmediato fijándola en mí vaso de tequila medio vacío.

-¿Qué hace una dama cómo tú tan solita? -Una voz ronca sonó tras mí espalda, giré la cabeza topándome con él, el acosador del otro día que me sonría con malicia.








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¿Qué os pareció el capítulo?

Eira esta solita, y alguien le quiere hacer compañía, ¿será buena compañía? ¿O será mala?


El Sacrificio (Almas Encadenadas I) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora