Prólogo

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El día de hoy, es uno más sin ti...

Mi vida hoy, es solo oscuridad, no he podido encontrar la luz que me guíe a salir de este tormento, mis días siguen siendo tristes y mis noches son simple agonía, mi corazón sigue roto, el mundo sin estar a tu lado no tiene mucho sentido.

Esta carta será la última que te escribiré en mucho tiempo, hoy decidí guardarte dentro de mí, seguirás ocupando el mismo lugar por el resto de mi vida, amor mío, no fue tu culpa y no fue la mía, es hora de decirle basta a esto que me consume.

Sigo pensando en que tú y yo nacimos para estar juntos, somos el uno para el otro, juraste amarme hasta el fin del mundo y yo prometí cuidarte siempre, me duele saber que no tomaras mi mano hasta el final de mis días y te pido perdón por no cuidarte cuando más debí hacerlo.

Nuestro amor fue fugaz, único y especial, me alegra recordar todos esos momentos que vivimos, aquellas tardes durante nuestros encuentros secretos en el viejo valle, las noches que dormí a tu lado demostrándonos amor y saboreándonos la adrenalina que recorría nuestros cuerpos.

Mis lágrimas me hacen saber que sigues doliendo, no ha cambiado mucho desde el día en que nos dijimos adiós, la distancia es mi única enemiga, la detesto tanto por ponerte tan lejos de mí, quisiera poder tomar tu mano por última vez, besar tus labios y acariciar tu rostro como lo acostumbraba a hacer. No encuentro el coraje para tirar todo esto que pesa sobre mí, te necesito, tú eras quien me daba valor para luchar, confié en que estarías junto a mí pese a todo, no hay consuelo.

Todos a mí alrededor me dicen que es momento de dejarte ir, que debo aprender a sanar mi alma para que ambos podamos continuar desde donde estamos, solo quiero decirte que nunca te olvidaré, nunca borraré tu recuerdo de mi mente, siempre serás mi gran amor y eso nada podrá cambiarlo, nadie podrá tomar tu lugar, no podré experimentar una historia similar a la nuestra.

Me dejaste rota, destrozada e incompleta, pero descuida, no te guardo rencor, todo entre nosotros comenzó bien y terminó de la misma manera, no estaba en tus manos el que te fueras de repente, pude evitarlo, es mi culpa, aunque todos digan que no es así, yo lo siento y el que nos hayamos separados, será por siempre mi peor castigo.

Te amo para siempre. 

Mala decisión © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora