Estamos en un departamento algo viejo, las paredes necesitan unas capaz de pintura, lo raro es que casi no hay polvo.
Dando un paseo por la deplorable habitación llegamos a la salida de está, podemos ver a un chico hablando por teléfono y la otra mano en la perilla de la puerta.
Al finalizar la llamada se le notaba una expresión de felicidad, abrió la puerta y salió del departamento.
Este chico se llama Alan, es un tanque que no posee habilidades defensivas ni ofensivas, no tiene ninguna característica notable aparte de su gran resistencia, por eso trabaja como recolector de minerales.
Observamos a Alan corriendo por la calle, su expresión todavía no cambia, talvez sea porque asignaron a su grupo a la recolección en una mazmorra de Rango C, que fue despejada por un grupo de Rango A, quizás por eso está corriendo lo más rápido posible.
Cuando llegó al lugar sus ojos transmitían un sentimiento de nostalgia, era una plaza algo vieja, donde venía a jugar de pequeño.
Luego de unos minutos de su llegada, su mirada se dirigió a un grupo de personas, eran camarógrafos, parece que querían entrevistar a un tipo pelirrojo que llevaba una mascarilla de color negro.
El tipo es el hijo de los jefes de dos de las familias más grande de cazadores que se conoce, la familia Dlion, una familia de espadachines existente desde más de 100 años y igneoustone, una familia de magos especializados en la magia de fuego.
Sus miradas se interceptaron y el tipo levantó su mano derecha y dio un saludo a Alan.
Alan lo devolvió, y rápidamente el pelirrojo pasó de las personas que estaban delante de él y se acercó al triste tanque.
—Hey, que onda—dijo el tipo guapo con la mascarilla en su mentón.
—que onda, Elías—respondió Alan recordando el nombre de su viejo amigo.
—aquí, esperando a los otros que salgan—contestó Elías con una sonrisa en la cara—y tu que haces por aquí?—preguntó siendo contestado inmediatamente por Alan.
—estoy aquí por trabajo, además puede que vaya a ver a la abuela, ya que ha pasado un tiempo—dijo Alan.
—espera, trabajo?—dijo Elías—no me digas, sigues trabajando para esa empresa?—preguntó con una expresión algo molesta.
—bueno, es que no puedo conseguir trabajo, además, necesito el dinero, aún tengo que pagar algunas cosas—dijo eso desviando sus ojos.
—si es cuestión de dinero solo tienes que pe......
—hola—dijo una bella chica interrumpiendo la conversación de manera drástica.
Su cabellos era dorado con un degradado rosa en las puntas, parece conocida de los dos amigos.
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The White Cube
FantasyEn esta historia seguiremos a Alan, un chico de 22 años que al estar trabajando en una mazmorra de nivel medio ocurrió un derrumbe y al ser el más débil, fue abandonado, pasaron horas, Alan pudo abrirse paso a salida por las rocas, quedaba muy poco...