❀ 𝑻𝒉𝒊𝒓𝒅 𝑻𝒊𝒎𝒆 ❀

12K 908 359
                                    

E

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

E

staban en su habitación realizando la tarea que su Sensei les había dejado. Para la pareja ya era costumbre turnarse sobre a que habitación ir, ya sea por tarea, conversar, discutir por nimiedades, o dormir juntos. La actividad favorita de Izuku. 


Ahora, después de los anteriores eventos, aceptaba sin rechistar el hecho de que ver a Katsuki durmiendo, indefenso, con su linda carita haciendo graciosas expresiones, lo excitaba de sobre manera. Con el pasar de los días, Izuku ya no quería solo tocar, rozar, jugar con el cuerpo del rubio. Quería mas. Ansiaba poder adentrarse en las paredes anales del rubio, sentir esa adrenalina que su cuerpo experimentaba cada que sentía que Katsuki iba a despertar, y lo vería en esa situación tan comprometedora.

Se estaba volviendo un pervertido total. Y con eso el sentimiento de culpa incrementaba, dejándolo despierto durante varias noches, e ignorando al rubio de vez en cuando al no ser capaz de verlo a la cara.

Katsuki claramente noto su extraño actuar, y, como el buen novio que era, amenazó a muerte a Izuku para saber que era lo que lo tenía tan extraño y distante. Izuku tuvo que decir una mentira piadosa para salvarse. Eso no quito el hecho de que estuvo disculpándose durante un semana con el rubio, buscando dejarle en claro que lo quería y que lo había estado ignorando por que no quería involúcralo en sus problemas. 

Ahora, con su mirada yendo de un lado al otro, podía sentir como algo se ponía duro y mojaba su pantalón deportivo, pues estaba haciendo frio. Miraba con deseo, cariño, pero sobre todo deseo, a su peligrosamente sexy rubio. Se había quedado dormido por dos razones. Uno, Izuku estaba mas distraído de lo normal, por lo que tardaba en realizar la tarea que el termino rápido y sin problemas. Segundo, hacia frio, y Katsuki detestaba con todo su ser el frio. Lo volvía mas débil, y el odiaba sentirse así.

Mierda, ¿en que momento se quedó dormido?. Debería salir antes de que haga algo — recogió su libreta de apuntes, bolígrafos y cuaderno. Pensaba salir y terminar su deber en algún lugar lejos del rubio durmiente. Su parte íntima empezaba a punzar, y no quería eso.

Solo faltaba que se ponga sus tenis rojos y ya estaría listo, pero, para su mala suerte, Katsuki empezó a hablar entre sueños. Murmuraba cosas que no entendía, así que, muerto de la curiosidad, se acercó para escuchar los murmullos del rubio.

— Deku... Mnnh... No, a-ahí...

Oh diablos. Si antes sentía calor, con su miembro punzante y sus manos queriendo ultrajar el cuerpo del rubio, ahora lo sentía el doble. Con rapidez, levantó las piernas de Katsuki y las pasó por sus hombros, provocando que su erecta polla tocará las regordetas nalgas del rubio.

𝑺𝑶𝑴𝑵𝑶𝑭𝑰𝑳𝑰𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora