n/a: quiero recalcar el amor que siento por estos dos, especialmente por hakkai, lo kineo mucho *llora*. anyways, el titulo de la historia y de esta parte están inspirados por la canción y álbum de fito páez con el mismo nombre, háganse un favor y escúchenlo xq es un genio. en otro momento voy a intentar escribir smut de este ship xq NECESITO, pero x ahora un songfic ? soft y cortito, espero les guste muak
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Las mañanas siempre le han parecido bonitas por el simple hecho de que le transmiten un sentido de paz que no estaba seguro de poder experimentar algún día. Eso es lo que pensaba antes. Ahora, sin embargo, después de haber sobrevivido un infierno, de crecer, sanar y de encontrarse a sí mismo, sigue creyéndolo.
Pero no por el tono azulado que tiñe los edificios y la somnolencia que aún ronda por las calles desiertas, sino por la escena que se lleva a cabo frente a él. En su apartamento. Rodeado del aroma familiar de los granos de café, lavanda y notas de jazmín.
Perezoso, le da un sorbo a su café matutino, el líquido calentando su garganta y estómago.
Taka-chan suele hacer los arreglos de sus prendas por la mañana. Siempre le ha dicho que es una buena forma de empezar el día, aunque Hakkai siempre ha insistido en que hay otras que son mejores y que involucran menos ropa y más besos. A Menudo Taka-chan suele caer en la trampa, dejándose complacer por Hakkai y sus manos ansiosas y su aliento cálido bajo las sábanas pero hoy, para su descontento, no es el caso.
Hoy Taka-chan ha decidido ponerse a trabajar temprano, con una mano acunando delicadamente una taza de té y la otra posada en su cadera, meditando los ajustes que debería hacer en la prenda.
Algo curioso sobre estos días es que a Taka-chan le gusta escuchar música cuando confecciona sus diseños. Como si la música fuese parte del proceso terapéutico que conlleva diseñar prendas. Cortar. Clavar alfileres sobre la tela. Bordar. A Hakkai le encanta verlo. Le gusta contemplar con atención el delicado vaivén de caderas que hace de vez en cuando o como sus labios se mueven casi imperceptiblemente al cantar la letra de la canción que suena en la radio.
Cada vez que fija sus ojos en Taka-chan descubre algo nuevo, sin falta. Ya sea maravillarse por la forma que tienen los lunares en su omóplato izquierdo cuando los une con una línea imaginaria o notar el casi imperceptible movimiento que hacen los dedos del chico cuando está nervioso o inquieto. Cada una de esas pequeñeces derriten el corazón de Hakkai.
Y a rodar, y a rodar, y a rodar, y a rodar mi vida
Y a rodar, y a rodar, y a rodar mi amor
Hoy, la pequeña sala de estar del apartamento se inunda con los acordes de una guitarra que va al compás de una voz melancólica y arrastrada que canta sobre las vueltas de la vida. A Taka-chan le gusta, piensa, porque lo ve sonreír y balancear los hombros animadamente.
—Amo esa canción —dice.
El chico debe sentir los ojos de Hakkai sobre él, puesto que se voltea a mirarlo y extiende sus manos hacia él. Sonriente. Invitándolo con la mirada.
Yo no se donde va, yo no se donde va mi vida
—Baila conmigo —le pide cuando Hakkai no hace más que devolverle la sonrisa.
Hace un mohín con sus labios, todavía algo adormilado—. Yo no sé bailar, Taka-chan —se queja, pero le obedece.
Yo no se donde va pero tampoco creo que sepas vos
Con paso templado va hasta al chico y éste le besa los nudillos antes de balancear sus manos entrelazadas entre ellos. Tarareando la canción a medias. Taka-chan le insta a mover el cuerpo también y pronto las extremidades demasiado largas y torpes de Hakkai se encuentran en sintonía con las del otro muchacho.
Quiero salir, si
Quiero vivir
Y quiero dejar una suerte de señal
Taka-chan da media vuelta y vuelve a su posición inicial, Hakkai intenta hacer el mismo movimiento y sus pasos trastabillan, se le enrojecen las mejillas cuando oye una carcajada divertida por parte del otro chico, pero vale la pena ver los ojos brillantes y alegres de Taka-chan. Te quiero, piensa.
Si un corazón triste pudo ver la luz
La canción sigue su ritmo y el tiempo parece simplemente eterno. Hakkai quiere congelar este momento para siempre y poder bailar con Taka-chan tomando sus manos y riendo con las mejillas sonrosadas por el resto de su vida.
Si hice mas liviano el peso de tu cruz
Una mano se engancha en su nuca y lo siguiente que sabe es que los labios de Taka-chan están sobre los suyos, suaves, dulces. Con sabor a manzanilla y calor y amor.
Nadie tiene a nadie y yo te tengo aun
Taka-chan sonríe en medio del beso y Hakkai siente una calidez pegajosa extenderse por todo su pecho y el estómago revoloteando con el mismo nerviosismo y emoción que la primera vez que se besaron hace años.
Dentro de mi alma
Siento que me amas
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El amor después del amor
Fanfic-Baila conmigo -le pide cuando Hakkai no hace más que devolverle la sonrisa. Hace un mohín con sus labios, todavía algo adormilado-. Yo no sé bailar, Taka-chan -se queja, pero le obedece.