Humo en otoño | Shinichiro x Akane

01 | Sobre bufandas olvidadas

Nota de la autora:

Anteriormente llamada herbstfarben esta es una pequeña colección de 3 drabbles ShiniAkane en universos que no siguen cronología del manga alguna.

¡Gracias por pasarte a leer!

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》Me estoy congelando, he olvidado la bufanda.《

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El frío aire de octubre le daba punzadas en las mejillas, enterró la barbilla en el cuello de su abrigo, deseando haberse traído consigo una bufanda y los guantes.

Los dientes de Akane castañeaban, pese a que amaba la estación de las hojas muertas realmente odiaba cuando salía de casa apresurada y olvidaba algo importante, en este caso la bufanda que hubiese evitado que su nariz se congestionara.

Casi podía escuchar a su madre llamándole la atención cuando regresara a casa.

Pero el que estuviera temblando valía la pena, después de haber terminado una larga jornada matutina en la universidad Akane por fin podía reunirse con su novio.

Llegó a S.S Motors y entró al local, la campanilla sonó casi de inmediato Shinichiro salió de la puerta que estaba al fondo, vestido ya casualmente habiendo dejado su uniforme de trabajo guardado.

—Casi estoy listo —le avisó con una sonrisa, ella asintió viéndolo alejarse de nuevo.

El local de Shinichiro estaba impecable, seguramente el motorista había pasado toda la mañana trabajando y limpiando para poder dejar sin ninguna preocupación el local cerrado durante la cita.

—Bien, ya podemos irnos —dijo Shinichiro mientras sacudía las llaves de su local. Salieron y cerró.

—¿Me das tu mano? —preguntó Akane.

—Me encanta que tomes la iniciativa, linda.

—He olvidado los guantes, tengo las manos congeladas —ella le estampa ambas manos en las mejillas a Shinichiro para que pudiera sentir que llevaba el inicio del invierno en ellas.

—Sí que están frías, dámelas voy a calentarlas —el más alto cubrió las manos de Akane y comenzó a frotarlas lentamente, el estómago de la chica comenzó a llenarse de mariposas— No es propio de ti olvidar tus guantes.

—Ni la bufanda —añade algo ronca. El viento de otoño ese día era más frío de lo esperado, lo cual dejaba la lección aprendida sobre no olvidar esas cosas en casa.

—Nuestra siguiente parada será en alguna cafetería, te compraré un té.

Ella le agradece con una dulce mirada, luego esa mirada se desvía hasta sus manos. Ver las grandes manos de Shinichiro cubriendo las suyas le hacía sentir un poco nerviosa, pero era agradable.

—Creo que ya están cálidas, gracias —murmura la rubia. Shinichiro lleva una de las manos de Akane hasta su mejilla para comprobar.

—Sí. Ya sabes linda, la próxima vez no olvides tus guantes.

—Me ha quedado claro —se ríe, empiezan a caminar alejándose del local, pequeñas hojas de colores otoñales caen de los árboles sobre ellos.

—Ahora soy yo el que tiene frío.

—¿Te habré pasado el frío a tus manos?

—Nah. Pero sí que tengo fríos los labios ¿me ayudarías a calentarlos? —dice con tono coqueto, Akane le mira divertida y sin decir nada se coloca en puntillas para ayudarle.