Los planes del día para Jungkook eran: Ir a la escuela Hacerse pendejo todo el día escolar Comer Ir a casa de su mejor amigo Jugar Overwatch Ir a casa Dormir
No pensaba terminar teniendo el mejor sexo de su vida pero no se quejaba en lo absoluto.
Sus planes se vieron truncados por nada más y nada menos que Yoongi. Pero para esto hay que comenzar desde el inicio.
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Su mejor amigo era Seokjin, era un estúpido cara de ángel al cual quizá había besado unas dos veces, pero no más que eso, llevaban conociéndose un año y honestamente parecía que no tenia casa, todo el puto tiempo era "¿puedo ir a tu casa?", "¿puedo quedarme a dormir?" ya ni siquiera tenia caso negarse porque de todas formas iba. Sus padres no se molestaban (para su suerte y un poco su desgracia) porque ante sus ojos ese pinche zarrapastroso era un pan de Dios y citando sus palabras:
"Seokjin es un buen chico, limpio, centrado en el estudio, serio, desde que lo conociste mejoro tu promedio, es una buena influencia y entre mas estés con el mas se te pega sus buenos hábitos"
Que se chingue en pocas palabras. Claro no significa que le cayera mal o se llevaran pésimo, no, pero sinceramente le gustaba la soledad de vez en cuando y quedaba un poco mal parado al lado del maldito de Seokjin ante sus padres. Pero (antes) para esto tenia un pequeño haz bajo la manga, y era que a su padre le gustaba muuuuuucho, la tranquilidad y el silencioso, y ahora que tenia dos desmadrosos en casa eso era lo que mas escaseaba, así que de vez en cuando le decía que no llevara a Seokjin. Y lo siguiente es parte algo importante para el acontecimiento que nos reúne.
Una noche, todos a la mesa su padre tratando de hacer que Seokjin se fuera a casa comenzó esta conversación:
- y seokjin, ¿no te has quedado a dormir muchos días? ¿tu madre no se enoja? -
- no nada de eso, ella murió hace dos años -comento de forma natural, tratando de ocultar su dolor, pudo sentirlo.
- oh lo lamento -contesto su padre y su madre lo quedo viendo feo por su imprudencia aunque claramente no era su culpa.
- ¿y tu padre? -pregunto ella con sus sonrisa intentando aminorar el ambiente.
- el trabaja mucho, nunca esta en casa, por eso agradezco que me dejen quedar aquí tanto tiempo, no me gusta llegar a una casa sola -¿quieren llorar? sinceramente yo igual.
Este evento desencadeno dos cosas:
1.- A partir de ese día no hubo ninguna objeción para dejar a Seokjin quedarse en su casa.
2.- Quería golpear al padre de Seokjin.
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Okey ahí esta el contexto.
Pasaron unos meses hasta que llego el cuatro de diciembre, sip el cumpleaños de Seokjin. Todo iba normal, amaneció en su casa, su mama les preparo hot cakes, le dio su regalo (una pijama de una alpaca llamada RJ que a jin le encantaba), fueron a la escuela juntos y resultó ser de esos raros días donde Jin le proponía ir a su casa.
- mi papá me compro el PlayStation 5 ¿quieres ir a mi casa a probarla? -le dijo, como podrás deducir acepto.
No era su primera vez en su casa, ya había ido un par de veces mas que nada por cosas de Jin para que pudiera ir a su casa. Se sentía algo extraño al estar ahí pero lo supero rápido, después de que Jin se bañara fue una tarde salvaje, estuvieron jugando Overcooked: All You Can Eat a lo bestia, con descansos únicamente para ir al baño y comer ramen instantáneo lo mas rápido que pudieron (20min), fue por lejos el mejor cumpleaños al que fue.
Realmente creyó que pasaría toda la noche ahí pero paso algo que no quería que pasara.
De repente la puerta de la casa se abrió, ambos al estar en la sala jugando como si su vida dependiera de ello no se dieron cuenta, hasta que se pudo oír un:
- Seokjinnie -nunca (quiza sí) le escucharan admitir lo siguiente en voz alta: esa había sido la voz mas jodidamente hermosa que había escuchado en su perra vida. Quería despertar todas las mañanas del resto de sus días por el sutil, grave y profundo llamado de cual fuera la persona dueña de dicha voz. Su reacción al voltear guiado por el sonido fue igual o más sublime, era un hombre, ya grande, de cabello negro algo rizado, piel blanca y tersa, ojos gatunos y una boquita de fresa, no era muy congruente la apariencia con la voz pero eso fue lo que más le llamó la atención- Tenemos que ir con tu abuela -
Grito internamente al momento de hacer contacto visual con ese hermoso hombre de aspecto onírico.
- deja me cambio -le dijo levantándose- ¿vienes o te voltea verme encuerado? -le sonrió con un descaro que ya estaba acostumbrado a ver de su parte, y como no quería quedar en ridículo ante el nuevo amor de su vida respondió con la misma arrogancia.
