cap 1: el reencuentro

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Estaba tranquilamente durmiendo cuando siento que algo me está tocando. Levanto la vista y me encuentro con Will, mi mejor amigo.

- No sé si te diste cuenta, pero estás llenando de baba el libro de historia.

- De que estás...? - nuevamente me dormí en la clase de historia, es imposible no hacerlo, de verdad no me interesa para nada el descubrimiento de América y tal. Prefiero dormir y escuchar mi música.

- faltan 2 minutos para salir, guarda tus cosas, babosa - me mira con una sonrisa burlona y le golpeo el hombro.

- Calla, Mister-hipo - hace un año, William iva a declararse con Clarie, la chica por la que moría tan sólo por verla sonreír. Cuando estaba por decirle, le dio un hipo sin remedio, y la chica sólo se rió de el pobre Will.

- Has visto a Sam? - Sam es mi prima, es la nueva chica que ha ganado el corazón de mi amigo. Si, se la pasa en el oasis de amor. La cosa es que Sam no lo conoce bien, por eso aún no quiere nada con él.

- Creo que se enfermó, ayer la llamé y se escuchaba muy mal.

- Pobre. Te irás caminando te llevo?

- Estoy algo agobiada con el colegio, necesito pensar. Creo que caminaré.

- Claro, no olvides las tareas de Ciencias y matemáticas.

- Déjame en paz - digo dándome una vuelta para irme. Hace mucho que no voy caminando a casa.

Tomé mis cosas junto a mi skate y salí de la escuela. Me puse mis audífonos y empecé a tararear la canción I'm yours. Ya estaba llegando a casa, cuando veo que hay un camión de mudanzas en la casa de los vecinos... se mudan? No tenía ni idea, en todo caso siempre pelean con mi mamá, y no les gustan los animales, mejor que se vayan. Abrí la puerta de la casa con las llaves que le robé a mi hermano y entro.

- Hola mamá - me acerco a ella y le beso la mejilla. Me sonríe cariñosamente y me abraza.

- Al fin llegas, me estabas preocupando.

- Decidí venir caminando, debo mejorar mi estado físico.

- Ya era hora - suelta una risita y yo también - te dejé un paquete especial en tu cuarto. Dile a Will que su mamá saldrá la próxima semana, de nuevo será mi hijo adoptivo - William es como mi hermano, mi mamá lo trata como su hijo y conoce mi casa como la palma de su mano. También pasa lo mismo con su mamá, cuando la mía debe quedarse en el trabajo me quedo con ellos.

- Claro, y gracias. Tengo tarea que hacer, te veo luego.

- Quiero ver los buenos resultados, amenos que quieras perder tu celular, tu déjate y los dulces.

- Si llegase a pasar, me dejarías con depresión y diré que es todo tu culpa - le dije desafiante, siempre jugamos así.

- Pues sería una pena, se lo daría todo a tu prima Sam.

- Vamos por las buenas notas - subo las escaleras y, sin mirar a mamá, sé que está negando con la cabeza y sonriendo. No sé qué haría sin ella.

Subí a mi cuarto y empecé a hacer las tareas. Me tomé una hora en hacer todo y tengo tiempo de descanso. Ahora que lo recuerdo, mamá dijo que me dejó una bolsa sorpresa. Busco debajo de todas mis cosas que tiré a la cama cuando llegué a casa y la encontré. Emocionada, abrí el empaque; mi mamá me conoce mejor que nadie. Tiene un frasco de Nutella, unos skittles, 10 dólares, un empaque de toallitas higiénicas (prefiere prevenir que lamentar), un lápiz verde flúor y su típica nota:

"Si quieres seguir con estos regalos todos los meses, quiero ver buenos resultados en la escuela. No comas o gastes todo de una sola vez, debes esperar 31 días para el próximo.
Te ama,
Tu bellísima y única madre"

No soy como túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora