A Choi Sian le fascinaba bailar, no había otra cosa en este mundo que captara por completo su atención.
Bueno, si que la había.
Pero el ritmo que recorría todo su cuerpo en cuanto escuchaba alguna canción de su agrado no se comparaba con alguna otra sensación.
La puerta de la sala de prácticas se abrió pero le restó importancia, el chico estaba más que entretenido de lo que estaba haciendo justo ahora.
Al terminar la pista suspiró agotado y levantó su vista encontrandose con una un lindo cuadro.
La chica que provocaba cierto insomnio en él estaba frente a sus ojos, sosteniendo una botella de agua entre sus manos.
De nuevo se quedó perplejo ante esa penetrante mirada, ¿qué se supone que debería decir o hacer?
-¿Terminaste?-escuchó pronunciar a la castaña con su dulce voz, de nuevo las palabras no podían salir y sólo asintió cabizbajo caminando a recoger sus pertenencias decidido a salir del lugar-La coreografía era muy buena.
¿A caso había escuchado bien? Lee Jisun, que con trabajos le dirige la palabra a alguien y, sobre todo a él, ¿de verdad le había dicho algo como eso?
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