There is a Child in the Double Bed! ∿ BingQiu

୨୧ ˖ ࣪ There is a Child in the Double Bed < cap. 2 / ??? > 〟

Los ojos de Shen QingQiu se abrieron de forma lenta, la larga cortina de pestañas se levantó dando paso a dos claros orbes de un resplandeciente color verde. 

Su despertar no fue causado de forma natural, pues un incesante movimiento encima de su cuerpo lo molestó hasta que fue imposible no reaccionar, su abdomen estaba siendo presionado por un par de pequeñas piernas regordetas, abrió la boca y bostezó para prestar atención al pequeño que se balanceaba y sonreía feliz en su regazo en busca de atención, parpadeó intentando no dormirse pero le era inevitable no cerrar los ojos cuando acababa de despertar. Luego de tallar con suavidad sus ojos por unos instantes e intentar peinar su cabello desordenado con sus dedos observó a su lotito que lucía radiante, lleno de luz, su piel lucía doblemente suave y lisa, tan perfecta que QingQiu tuvo problemas para dejar de tocarla.

Quería volver a tocar sus mejillas, y así lo hizo.

Luo BingHe era demasiado adorable para no quererlo, demasiado tierno, hasta para atrapar su corazón sin permiso! —¡Buenos días Shizun! ^^ — El inmortal de ojos verdes asintió con suavidad y a la vez calmó su urgencia de besar la pequeña marquita carmesí, inclinándose como en cámara lenta, cuidando cada uno de sus movimientos para dejar un pequeño beso cargado de afecto en la frente del pequeño. —Buenos días, BingHe 

La sonrisa nació natural mientras su mirada se fijaba en su discípulo —¿Tienes hambre? Este maestro traerá el desayuno para ti.

Luo BingHe se sonrojó ante el repentino beso —Ow, ¡Shizun yo puedo hacerlo! 

Shen QingQiu dejó palmaditas en la cabeza del menor —¿Cómo lo harás si no puedes subir a una cama correctamente con tu altura actual?

—¡Puedo usar un banquito Shizun!

QingQiu se alejó de la cama por unos minutos para cambiarse y arreglar su cabello. Pronto, con todo cuidado sacó de la cama al pequeño, mismo que fue sostenido entre sus brazos acunándolo con total mimo. —Nada de eso. Yo mismo haré el desayuno, pero, antes te daré un baño.

BingHe se dejó desvestir, luego dejándose envolver por el agua tibia inhalando el exquisito olor del jabón floral, mientras Shen QingQiu tallaba su espalda con un paño húmedo.

El pequeño loto flotaba tiernamente sobre el agua de la bañera, balanceándose suavemente y agitando sus manitas superficialmente por el agua, jugando con las burbujas y causando que el agua se moviera, creando pequeñas olas expansivas. Posteriormente fue extraído de la bañera para ser envuelto en mantas como un rollito, parecía un gusano de seda. —Bing'Er, ¿Le permitirás a este maestro peinar tu cabello? — Le llamó cariñosamente, "¡¡Se ve muy adorable!!" Su interior se llenó de calidez.

El pequeño niño se relajó visiblemente ante el apodo cariñoso —¡Sí! Claro que sí, Shizun — Dijo con un tono de voz notablemente emocionado. —Aunque primero, este maestro te dará algo que ha guardado por bastante tiempo — QingQiu se alejó un segundo y al volver traía entre sus manos un pequeño paquete envuelto en telas verdes que cedió ante un desconcertado Binghe.

—¿Qué es esto, Shizun?

—Desdóblalo y verás ^^ 

Luo BingHe obedeció sin vacilar ante la orden. Desdoblando la tela con sus manitos, esta tomó la forma de una túnica que era a su medida, su base era verde claro con adornos de lotos bordados esparcidos por la tela. Dentro del paquete también había un pijama de algodón. —Este maestro guardó estas prendas por sí volvía a ocurrir.. 

Su lotito sonrió encantado y no dudó en probar las túnicas, como era de esperarse, le quedaban perfectamente. "A BingHe todo le queda! Creo que incluso si vistiera un saco de papas sucio se vería bien, ¡Maldito Ikemen!" Shen QingQiu llevo sus manos a su cabello y deshizo el listón blanco, el cabello negro como la tinta misma cayo sobre los hombros del pequeño y sin dudarlo Shen QingQiu empezó a peinarlo con sus dedos a falta de una peineta, sus hábiles pero a la vez vacilantes dedos acariciaba el inicio de su cabello, adentrándose poco a poco entre su melena, dejando que los mechones de cabello se resbalaran entre sus dedos que minutos antes era todo un caos lleno de rizos por todos lados, peinando los mechones de forma atenta, el cabello se sentía suave bajo sus dedos, incitando a acariciar más y más. Nunca fue suficiente. Por supuesto, al recibir tantos mimos, su adorable lotito estaría encantado. Finalmente se conformó con sujetar parte de su cabello en una coleta alta, dejando algunos mechones ondulados caer por detrás y en su frente, del lado derecho, caía un flequillo desordenado. —He terminado ¿Te gusta? — Dijo mientras acercaba un espejo de cobre. El menor no dudó en asentir feliz.