Capítulo II: Sueño o Realidad

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Día 2

Me desperté fatigado en la cama de la que en ese momento era mi nueva habitación como si de una horrible pesadilla se hubiera tratado ,pero ¿Cómo podría eso haber sido esa terrible experiencia una simple pesadilla?

Todo se había sentido tan real ,todavía tenía esas terribles imágenes grabadas a fuego en mi mente mientras el indescriptible olor aún se hacía presente en el aire

Eso no podía haber sido solo una pesadilla debió haber sido algo más ,pero si no era una pesadilla,entonces ¿Cómo es que había llegado a la habitación?

Me quedé sentado sobre mi cama buscando una explicación razonable (claro está,que no la encontré)

Algo de tiempo pasó mientras yo absorto en mis pensamientos y algo adormilado intentaba distinguir que había sido real y que no

En algun momento escuché que alguien  tocaba la puerta de la habitación

-¿Quién es?- pregunté a quien la estaba tocando

-Señorito,soy yo Albert- gritó a través de la puerta -Baje a desayunar-

Al escuchar esas palabras recordé que no había comido absolutamente nada en todo el día anterior

Casi de inmediato escuché a mi estómago que comenzó a rugir como si de un fuerte e intimidante león se tratara,ahí me di cuenta de las muchísimas ganas que tenía de comerme cualquier  cosa que me pusieran por delante

-Voy- dije mientras corría impaciente para abrir la puerta

Al abrirla lo primero que observé fue al buen Albert (el ideal de todo mayordomo)

-¿Cómo se despertó señorito?- preguntó Albert con su cortesía habitual

-Un poco mal- dije bostezando un poco mientras me acariciaba el cuello con una mano

-¿Por qué?¿Tuvo alguna pesadilla?

-Algo por el estilo- dije sin entrar mucho en detalles

En algun momento veo una expresión de sorpresa e incredulidad formándose en el rostro de Albert

-¿Qué pasa Albert?¿Por qué esa cara de repente?- le pregunté curioso acerca del repentino cambio

-Señorito,usted...- dijo mientras miraba apenado hacia el pasillo

-¿Qué pasa?- le volví a preguntar

En respuesta el empezó a apuntar hacia mis pantalones algo apenado sin siquiera voltear la cabeza

De inmediato agaché la cabeza para ver a que le estaba apuntando y ahí pude apreciar como mis pantalones estaban manchados por una gigantesca mancha de orina

La situación se había vuelto bastante embarazosa y yo al apreciar esto le pregunté a Albert:

-¿Dónde está el baño?

-Sigame señorito,le voy a mostrar donde queda- dijo en respuesta a la incomoda escena presentada ante el

Asentí con la cabeza aún algo apenado por lo de mis pantalones (aún hoy en día siento la terrible vergüenza que sentí en ese momento)

De ahí empezamos la caminata hacia el baño (una larga e incomoda)
Ya me empezaba a aprender de memoría donde quedaban todos los lugares importantes del castillo

Esa situación me dió bastante vergüenza pero también volvía a sembrarme la duda de si lo que ví había sido un sueño (también entraba la posibilidad de que yo fuera un simple niño que mojaba la cama)

GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora