HUBO UN TIEMPO

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HUBO UN TIEMPO

Y sin embargo, celestial consuelo

Llega a inundar mi espíritu agobiado,

Hoy que tu dulce voz ha despertado

Recuerdos, ¡ay!, de un tiempo que pasó.

Aunque jamás tu corazón de hielo

Palpite en mi presencia estremecido…

Lord bayron -Hubo un tiempo, ¿recuerdas?

Sus pasos se hacían cada vez  mas cercanos. Ella abrió los ojos de golpe, parándose de golpe, las manos le temblaban tanto que dejo caer el celular, provocando un horrible sonido, mueve un pie, y ciento que todo a su alrededor se detiene una, mano coge el celular. Isabella noto un presión extraña en el pecho, dolor. Se despreció por eso, como podía sentirse así por una voz, aun no le había visto el rostro y sentía como todos sus huesos se desarmaban, mantenía sus ojos mirando sus pies y una mano la tapo, se dio vuelta quedando con la pal arriba dejando ver su celular.

-creo que esto es tuyo – una voz firme y clara, atravesó los oídos de isabel como si fueran mil agujas.

<<correr es una buena opción>>

-vamos cógelo- insiste la voz. Ella sentía que su brazo pesaba como plomo, lentamente tomo el celular, y sin mirar otra cosa que no sea el piso, decidió caminar<<vamos Isabel mueve esos pies muévelos maldición, de una maldita vez, mueve esos pies>>

<<Tiene un buen trasero>>

Sus ojos recorrieron el cuerpo de Isabel, hasta que estuvo satisfecho, - sandalias de tacón, pantalón vaqueros ajustados, blusa sin mangas, cabellos negro, hasta la cintura- a pesar de ser algo menuda tenía un muy buen cuerpo, lo necesario para divertirse unas cuantas noches, si su rostro era encantador seria el paquete completo, sin embargo su piel pálida no le auguraba buenas facciones, tales sería un muñeco de nieve con curvas. Frunció el ceño cuando vio que comenzaba a caminar.

- espera – ordeno – quiero ver si tu rostro va acorde con tu apetecible cuerpo – dijo en tono pervertido

Isabel se llena de ira se vuelve hacia el chico que estaba detrás de ella, llega su altura y estira el brazo para pegarle una cachetada, sintió como una mano la detenía, cogiéndola por la muñeca, frunciendo el ceño levanta la cabeza y conecta con los ojos de chico.

-vaya si eres preciosa – formándose una sonrisa en su cara. Frunció el ceño.

<<su cara>>

El la suelta, abrió la boca, y entonces Isabel le lanzo una mirada llena de ira, la cerro.

-Eduardo – el se volvió a la voz

Isabel se volvió rápidamente y de dirigió donde se encontraba Andrew, sintiendo un sabor amargo en la boca al escuchar el nombre del joven, a pesar que ella no lo había pronunciado sentía como todo su cuerpo ardia. Se detuvo bruscamente cuando choco con un cuerpo, levanto la cara para mirar quien era y disculparse, pero encontró la sonrisa de Andrew.

-¿ya esta todo listo – apoyo sus manos en el pecho de este – estoy cansada

-¿te sientes bien?- pregunta en tono preocupado. Ella niega con la cabeza

-vamos

Mientras Isabel dejaba que Andrew la condujera hacia la entrada a las habitaciones, levanto la mirada y se encontró con unos ojos penetrantes, color miel, mientras caminaba no deba de mirarlos. Andrew siguió la mirada de ella

<<¿Qué miras pequeña?>>. Andrew frunce el ceño

Sus ojos se conectaron al momento que Isabel pasaba por su costado derecho, se miraron por unos segundos. Ella no pudo contener más su mirada y aparto el rostro, enterrándolo en el brazo de Andrew que sujetaba con mucha fuerza.

<<Isabel>>

-¿Por qué no me respondes? – pregunto ofuscada la voz. El muchacho se volvió a la chica que tenía su lado. – Eduardo

-Ah –exclamo – Emma ¿Qué decías? – mirando sobre el hombre de la mujer ha1cia el ascensor. Fue muy tarde solo diviso como un largo cabello negro desaparecía.

-Olvídalo – repuso – ya no importa solo salgamos de aquí. - Ambos cruzaron la puerta del hotel, desapareciendo entre la multitud.

-Esta es – habían llegado a la puerta de la habitación. Andrew se volvió a ella – señorita esta es su habitación, la 203 – introduciendo una tarjeta en la cerradura electrónica. Empuja la puerta y haciendo un gesto para que Isabel entrare, ella entro y observo el lugar con detenimiento. Andrew saco la tarjeta y cerró la puerta tras él. – es bastante buena

-¿Buena? – pregunto – es increíble

- No se compara con las habitaciones de tu casa – replica

- De eso se trata es diferente, es …- abriendo lo brazos, señalando la habitación – intimo, es lo que quiero – sonriendo le lado. Observaba la habitación – el objeto central era una cama amplia un sabanas, almohadas y colchas blancas, la pared donde está la cama es de un verde olivo, el respaldo de la cama es un cuadrado grande color madera con un detalle en la parte superior, ambos las de la cama hay mesitas con pequeñas lámparas y el teléfono, a la izquierda hay una ventana grande con cortinas de dos colores primero blancas, las segundas cortinas eran del color del oro viejo, un escritorio frente  a la cama pegado a la pared, el resto de las paredes eran de color blanco  y a la derecha la puerta del baño y el ropero.

Isabel se dirigió a la ventana

-Se puede ver el cielo – sonriendo

-Quería llevarte a cenar – hizo una mueca – pero te ves cansada – camino hasta las mesa de noche y dejo la tarjeta de la puerta – regresare más tarde con tus cosas

Isabel asintió con la cabeza, dio la vuelta y se sentó en la cama. Puso las manos en el regazo y apretó sus manos. Andrew rodeo la cama y se colocó a la altura de Isabel. Levanto la cabeza, observo su rostro cada centímetro de este, sus mejillas pálidas y sus ojos de un marrón oscuro, sus labios. Suspiro con resignación.

-cierra tu ojos y embarcarte en un mundo de sueños hermosos, ya verás que cuando salga el sol todo estará mejor – se enderezo y salió de la habitación <<descansa princesa>>

Isabel soltó un suspiro, se echó en la cama mirando el techo, sintió un nudo en el estómago que amenazaba con ser estrujarse mas, intento recordar lo que sucedió en el lobby, sus ojos aun la miraban, esa mirada que la hacía sentir desnuda e indefensa. <<         parado frente a mí con esos hermosos ojos miel, ¿Qué hacías aquí?>>. Saco el móvil del bolsillo y puso play en una canción – alone – heart. Se dejó vencer por el cansancio

Escucho el tic tac del reloj

Estoy aquí en la oscuridad del cuarto

Me pregunto donde estás esta noche

me enamore del espejo de tu reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora