-¿Por qué estás tan enojada?
-No estoy enojada, ¿Quién dijo que estaba enojada?.
-Porque actúas así. Es ridículo, son mis amigos.- paré de hacer mis apuntes de la uni para darle toda mi atención. - y también fueron muy agradables contigo.
-¿Qué? Me agradan tus amigos, nunca dije que no me agradaran, no me gusta la forma en la actúas cuando estás con ellos. - odiaba verla tan tranquila de brazos cruzados apoyada en el marco de la puerta.
-Estabas rara y callada todo el tiempo.
-No estaba siendo rara, en ningún momento me miraste.
-Si, lo estabas.
-Solo me preguntaste una cosa en toda la noche.- comencé a levantarle la voz, ya no la soportaba.
-Que tontería.- dijo pasando por mi lado y tiró su chaqueta arriba de la mesa haciendo que mis cosas cayeran al piso.- esto es una mierda.
-¡Soltaste mi puta mano!. -me puse de pie. -¿Qué se supone que haga con eso?.
-Ni siquiera me di cuenta ¿De qué estás hablando?.
-No conozco a ninguna de esas personas, todos ellos son extraños y me siento tan fuera de lugar. - ella estaba contestando algo en su celular.- Eres la única que conozco.- me acerqué y le saqué el teléfono de las manos.- Mírame.
-Me estoy poniendo al día con mis amigos, estás diciendo literalmente que te solté la mano y ni siquiera me acuerdo del momento que estás hablando. - ya no sabía que decirle.- ¿Cómo puedes estar atacándome por algo que no sé? lo estás haciendo inconscientemente.- me puse a recoger mis cosas que habían caído al suelo.
-¡Me estás haciendo sentir una estúpida!.- mis ojos empezaban a picar.
-Oh, mierda.- caminó hasta uno de los muebles para sacar una taza. -no creo que te haga sentir de esa manera, creo que tu misma te estás haciendo sentir así.- se sirvió café caliente y le dio un sorbo.- literalmente, un momento que ni siquiera recuerdo que eres como una mierda cuidando de mí, es una locura.- dejó la taza arriba de la isla sin ganas. -es una maldita locura.
No podía creerlo, me estaba haciendo sentir culpable por todo, estaba bloqueada acomodando mis cosas mientras la escuchaba hablar tan fríamente.
-Ahora estamos haciendo esto, ahora, genial. -dijo recogiendo mi mochila y poniéndola sobre la silla- tan jodidamente genial.
-Me trataste diferente. - guardé mis cosas en ella.
-¿A qué te refieres con que te traté diferente?.
-¡Ni siquiera me miraste una vez!. - tiré la mochila y le hice frente, estaba muy enojada con ella.
-¿De qué estás hablando? ¿Ni siquiera te miré?
-¡ESCÚCHAME!.
-¡Me estaba poniendo al día con mis amigos!.
-Confía en mí, estaban cautivados por ti, por supuesto.
-¡Estas haciendo todo esto sobre ti!.
-¡LISA, NI SIQUIERA ME MIRASTE!.
-Mierda. -dijo pasando por mi lado recogiendo su chaqueta. -no puedo. -se la colocó. - eres jodidamente egoísta, literalmente como, es tan loco lo que estás haciendo por ti.
-Oh, entonces soy egoísta ahora.-
-Estoy diciendo que estás actuando egoísta ahora. -se apoyó a la mesada mirándome. - absolutamente ahora mismo es eso lo que está sucediendo. - no pude responderle nada.- no me mires así, eso es tan feo.