♡ cuarto mes.

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JungKook apretó los labios mirando lo que su mejor amigo del alma, o sea Taehyung, porque su alma gemela es YoonGi. En fin, Taehyung está con un perro en manos, mientras juega con él.

—¿Y ahora qué vas a hacer?

—Quiero quedarmelo. Mío. —Acurrucó al perrito en sus brazos viendo lo pequeño que es entre estos y sonrió al ver esa diferencia.

El azabache rió.

—Sí, claro. En serio, Tae, ¿Qué vas a hacer?

—Me lo voy a quedar.

Tragó saliva.

—¡Espera, espera, alto ahí, vaquerito! ¿¡Qué?! ¡Yoongi le tiene bastante miedo a los perritos, a los inocentes perritos del mundo! —Gritó mirando al perro en los brazos del chico— ow. Hola, pequeñín. —tomó al perro en sus brazos.

—Ya lo sé. Por eso vine, te necesito.

—Ah, mirá, ¡Lo sabía! ¡Me quieres para convencer a Minnie! ¡Púdrete Taehyung!

—¡Te hablo todos los putos días, Kook! ¡No me dejes solo, eres mí mejor amigo aparte de Mimi!

—¡¿Soy tu segunda opción?! ¡Eso es peor! ¡Largo de mí casa con el pequeñito lindo! ¡No vengas!

—Kook. —Agarró bien al perro— quiero quedarme con él, desde hace una semana que lo tengo en la veterinaria y me encariñé con él así como Yoonie se encariñó con Naranja. Por favor, Kook, es la primera mascota que quiero para mí.

¡O Dios! ¡Le está haciendo ojitos sin intentarlo el muy maldito! JungKook lo piensa. Se queda, se queda de nuevo, se distrae con el rostro de su JiMin y las ganas de hacerlo suyo, vuelve a pensarlo, recuerda el momento exacto en el que YoonGi comenzó a tenerle miedo a los perros, vuelve a pensarlo otras veces más y soltó un suspiro cruzándose de brazos, miró al castaño.

—¡Bien! —Dice. Taehyung sonrió y se acercó— será difícil, Taehyungie hyungie. —miró al castaño que hace un puchero— ¡O Dios! Te juro que por ti hago que Yoongi deje de tenerle hasta miedo a los perros. Aunque hablando en serio, primero le mostraremos al perro, iremos lentos y veremos como lo toma, ¿Si? —miró al perro. —¿Elegiste nombre? —acarició al perrito.

—Yeontan. —Sonrió, el pelinegro sonríe.

—Bienvenido entonces, Yeontan.

Ambos miran al perrito.

        (...)

En la barra de la cocina se encuentra YoonGi, dibujando con Naranja que trataba de escaparse aunque él sea su modelo principal. Volvió la vista a su chiquito y lo acarició para mover el lápiz en la mesa. La puerta se abre, escuchó muchos pasos, come un poco de las bolas de chocolate que le compró JiMin antes de dejarlo en casa; oyendo los pasos se giró como instinto.

—¿Tae– ¡Kookie! —Sonrió al ver a su amigo, el mencionado rió y se acercó a darle un abrazo a su amigo—. ¿Recién sales del trabajo? Mimi debió llegar a casa ya. —mencionó mirando la hora en su teléfono.

—En realidad estoy aquí, Minnie. —Aparece el mencionado, él sigue sonriendo viendo a sus dos amigos—. Sólo me fui a cambiar de ropa, Kookie quiso que lo acompañe aquí y no pude negarme.

—Jeje. —Rió el pelinegro— ¿Qué tal tú, Minnie? ¡Mira esa pancita! —halagó. El mencionado miró esta misma y asintió en su dirección— ¿Qué hacías? Oh, vaya, todo un artista como siempre.

—Gracias Koo. ¡Mira, Mimi, es Naranjita! —Le extiende el libro, YoonGi agarra a Naranja y lo abraza— bueno, ¿Ustedes se quedan a comer? Esperaba a Tae para hacerlo, pero no viene.

NUEVE MESES 嬰兒 taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora