Al Borde del sistema solar se encuentra una base espacial, orbitando sobre el planeta Neptuno, de su interion salian drones recolectores con pedazos de cristal congelado, en realidad era hielo eterno un material muy valioso, dentro de la base observaba un individuo en el observatorio principal de la base, en la mano llevaba una copa con un liquido rojo y estaba en la oscuridad de la sala donde apenas y se lograba ver sus brillantes ojos azules. Miraba el planeta con nostalgia ya que para el era una fortuna estar cerca de su planeta mas preciado la Tierra, volver ahí ya no podía debido a un delito cometido en su juventud. La puerta automática de abrio.
— Señor Boris —. Hablo un ser pequeño y cabezón, era de piel verde, jorobado y llevaba una especie de vestimenta científica de color blanca, su parentesco con un humano era significativo pero su piel azul te dejaba ver que no era humano sin contar sus especiales tres ojos de color negro en vez de blanco y iris verde.
— La recolección a sido completada debemos esperar 12 par (son 24 horas para los humanos) para continuar —. Su voz era suave a pesar de su apariencia, parecía la voz de un joven adolescente chillona pero no demasiado. Boris salio de la oscuridad su piel negra con lineas rojas y sus misteriosos ojos azules se dejaron ver era alto 1.80 le respaldan y su cuerpo humanoide recto y esbelto no tenia cabello era calvo llevaba un traje negro con lo cual apenas y se veía en la oscuridad.
—De acuerdo Jess —. Respondió su voz era grabe como la de un adulto y tranquila. Le sonrió al científico dejando ver unos dientes blancos y normales exceptuando los colmillos con lo cual parecía vampiro, pero su sonrisa era amigable al parecer nada era lo que parecía con el, aun así la criatura llamada Jess estaba nerviosa.
—Sobre el encargo que te pedí, haz que vengan a mi querida Jess—. Esta puso cara de asombro, miedo y sus tres ojos se abrieron de manera asombrosa.— ¡Pero señor Boris ya habíamos hablado de esto, las consecuencias serán severas!—. Replicó la jorobada criatura, Boris solo movió su cabeza haciendo caso omiso a la replica de Jess.
— Han pasado casi 16 años desde la ultima vez que lo vi, era un bebe y creo que ya fue suficiente, lo que me pase no importa yo, yo deseo ver a mi hijo Jess —. La tranquilidad de sus palabras calmo a Jess quien solo asintió y se fue a cumplir la orden, Boris hizo un movimiento giratorio con su mano mezclando el liquido en el interior de la copa y le dio un sorbo.
— Que mejor ocasión para beber un buen vino, te veré pronto mi querido hijo solo espero que tu Madre me perdone por lo que are pero al ser tu mi primer hijo debes de estar a mi lado Jake Heard Ibara, aun no se porque tu Madre me dejo darte mi extraño apellido inventado pero llego la hora de volver a encontrarnos —. Se dijo a si mismo, volvió a mirar el planeta y vio una nave gris y circular acercarse al hangar de la base.
— Valla lo que hace el poder de la ambición y la información no perdieron el tiempo estos seres —. Boris vio como se autorizaba el ingreso y espero pacientemente el anuncio de una de las razas mas antiguas y acosadoras de nuestro universo los Grises.
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LA DECENDENCIA DE BORIS
Science FictionBoris un ser extraterrestre vinculado a el origen de la vida, fue castigado por entrar al Sistema Solar en su juventud donde dejo a su primogenito, debido a un delito se le castigo con no verlo crecer, al no soportar saber de su hijo mitad humano ma...