▌│█║▌║▌║ Sᴏʟᴏ ɴᴏꜱᴏᴛʀᴏꜱ ᴅᴏꜱ. ║▌║▌║█│▌ (Sanford X Deimos)

ＤＯＣＥ.

Nadie habló, al menos no en el momento.

Deimos por su parte pensaba en ¿CÓMO MIERDA FUÉ TAN IMBÉCIL COMO PARA HACER ESO? ESTABA BIEN QUE JOTEARAN PERO ESO NO TENÍA EXCUSA. NINGÚN "NO HOMO" PODÍA EXPLICAR ESO ¿QUÉ FUÉ ESO? ¿POR QUÉ PERRAS MADRES HABÍA HECHO ESA PORQUERÍ-?

"Hey ah... perdón. Ja... parece como si siempre fuera yo el que la caga ¿no?..."

Sanford no le respondió a su "amigo" ni lo volteó a ver.

"...Ey ¿todo bien?"

Dei suspiró

"San-"

"Deimos ¿te estás burlando de mí?"

El de la venda abrió las cuencas

"¿Qué? No, no... ¿en qué sentido me estaría burlando?"

"Deimos creí que todo estaba bien, ¿Hank te ha hablado?"

Sanford ahora sí volteó a ver al herido, y siendo sinceros Deimos no podía discernir bien que trataba de expresar su gesto. Era una mezcla entre enojo, pena y tristeza

"¿¡Hank!?, ¿por qué mierda crees que le hablaría a ese imbécil?"

"..."

Hubo una pausa

"Mira, no sé que mierda me pudo haber dicho Hank, pero...¡no lo escuché!. ¿Todo está bien no?"

"Sí ya lo sabes Dei solo dilo-"

"SANFORD. Mírame."

El más bajó tomo de la barbilla a su no-tan-amigo, tomando por sorpresa a éste.

Y ahí estaba otra vez, la misma mirada de aquella infame noche. Aquella que era sería y sin ninguna pizca de sarcasmo en ella, casi le daba escalofríos, pero en vez de eso más que escalofríos tenía un rubor notable en las mejillas.

"No escuché nada."

Y la expresión otra vez cambió. Una más relajada, con eso también el de la herida soltó a su amigo.

"Lo voy a decir ¿okay?, he estado tratando de mover cielo y tierra para poder tener una conversación como antes."

"Quiero que todo vuelva a lo normal, ¿sí?. Extraño a ese Sanford."

A diferencia de aquella velada, las palabras del geek no sonaban como una exigencia ya, eran sinceras y llenas de amistad, casi melancólica. ¿Cómo rayos no iba a sentirse mal, Sanford?.

El de paño soltó una mueca de pena.

Era cierto que su conducta había cambiado, ¿pero tanto?... tal vez si de hecho...

Tal vez ya era suficiente de estar tan tensos...

Hubo una pausa.

"¿Nunca pedí perdón por lo del auto no?"

Deimos miraba, tal vez demasiado, intensamente a su amigo.