Otro día más en el que tu novio le da más atención a los videojuegos en lugar de tí.
Sinceramente amabas verlo jugar porque era una de sus formas para distraerse y divertirse, pero no ahora. En estos momentos lo único que querías era tenerlo para tí.
—Jacob.. ¿ya dejarás de jugar? —preguntaste desde la cama.
—Amor, esta es una partida importante —dijo tecleando rápidamente y hablando con sus amigos en línea.
—Todas las partidas son importantes —dijiste enojandote— Llevas dos horas diciéndome lo mismo.
—Bebé... espera, de verdad es la última —dijo usando sus típicos ojos de cachorro con los que tú caías fácilmente.
Saliste de la habitación y fuiste hasta la sala para matar el tiempo ya que tu novio no te podía dar atención.
No podías dejar de pensar en que querías tener sexo con él, es decir, estaba sin camisa y solo usaba pantalón jean, eso no ayudaba en lo absoluto.
No aguantaste más y decidiste regresar a la habitación, antes de entrar te quitaste la blusa y solo quedaste en sostén y un pequeño short.
—Linda, ya voy a.. Wow —dijo cuando te vió— ¿por qué te quitaste la ropa? Digo, no me molesta, solo quiero saber.
—Tengo calor— dijiste levantando tus hombro restándole importancia.
Luego de debatir en su deberías ir hasta él o no, simplemente te levantaste porque no tenías opción.
—A la mierda tu maldito juego, Jacob —dijiste apartando sus manos del teclado para sentarte en su regazo.
—Hey.. —dijo sorprendido por lo que estabas haciendo.
—Sh, y no te hagas el estúpido inocente, sé que quieres —dijiste callandolo con un beso.
Ni siquiera le diste tiempo para refutar, tu ya estabas comiendole los labios con tu boca.
El hambre que le tenías a Jacob era impresionante, siempre te provocaba sabías que su cara de inocente no era del todo cierta.
—Mhmm, eres tan.. tan malcriada —gimió cuando empezaste a moverte en círculos sobre él.
—¿Qué te costaba dejar este tonto juego y venir conmigo a la cama? Pero no me quejo, aquí es mejor.
Continuaste haciendo un camino de besos, esta vez bajaste por su cuello dejando marcas muy notorias que incluso provocaba sonido mientras chupabas, él respondía con fuertes gruñidos.
Posicionó sus manos en tu cintura y te acercó más a él, ahora él te comía tus labios deseosamente mientras mordía.
Sus lenguas se encontraban en una gran guerra que ninguno quería perder. Se sacaban gemidos mutuamente, sentían satisfacción al mismo tiempo.
Fué hasta tu cuello y pechos, desabrochó hábilmente el sostén y besó tus pechos de una forma excitante, mordía y jalaba tus pezones suavemente que provocaba cosquillas y placer.
—¿Ya podemos?.. —preguntaste hundida en placer
—¿Podemos qué? Háblame claro —dijo con su voz ronca susurrando en tu oído y mordió el lóbulo de tu oreja.
—¿Puedes solo follarme ya? —preguntaste
—Mmm, bien —respondió
Bajó sus pantalones y tu short junto a las bragas rápidamente, alineó su miembro en tu entrada y tomó tu cintura para empujarte hacia abajo hundiendo toda su longitud en tí.
—E-eres muy grande.. —dijiste entre gemidos.
Solo rió y presionó tus caderas para dar una estocada fuerte y profunda que hizo que soltaras un grito de placer
—Es grande justamente para joderte como lo estoy haciendo ahora —respondió ahora dirigiendo tus movimientos con sus venosas y grandes manos.
Los movimientos pasaron de ser gentiles a salvajes, a ambos les encantaba comportarse de esa manera durante el sexo. Jacob no paraba de gemir y tu tampoco, los saltos que dabas hacía que tu respiración se corte y que tus pechos brincaran volviéndolo loco.
Jacob por su parte mantenía su entrecejo fruncido y los ojos cerrados, mordía sus propios labios por la genial sensación de que tus paredes apretándolo. Hechó su cabeza hacia atrás soltando un gran suspiro cuando levantaste tus caderas y te sentaste fuertemente en él haciendo que llegara hasta lo más profundo.
Estaban cerca de correrse, por lo que él avisó.
—No usamos condón... usa tu linda boquita por favor mi amor —dijo con su respiración hecha un desastre.
Te bajaste de su regazo e hiciste tu trabajo allí en su miembro. Usabas tu mano y succionabas al mismo tiempo, no bastó ni cinco minutos para Jacob explotara dejando toda su escencia en tus labios y mejillas.
Sonrió enternecido por aquel acto.
Tú aún no tenías tu orgasmo, por lo que te levantó y te llevó hasta la cama, pero antes..
—Jacob, pudiste apagar el jodido micrófono —dijo Kevin quién estaba junto a Eric y Changmin.
—Coman callados —respondió Jacob y apagó su computadora cerrando la llamada y el juego.
Se acercó a tí con la sonrisa más grande.
—¿Tu querías atención no? Ahora me vas a rogar porque pare y no lo haré ¿ok? —dijo con su voz tan pacífica pero con esa cara que gritaba "soy el demonio".
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Basta gente, Jacob me puede 😩
Voten pls, creo que este libro va a llegar a 1k de lectura (muy poco, pero la verdad es que yo andaba emocionada desde las 100 vistas xd)
